___ estaba cansada de vivir. Había perdido la pasión por la vida y se sentía atrapada en una rutina interminable. Una fría noche, mientras caminaba sin rumbo, se encontró con un un fantasma llamado Jin. Al principio, ___ estaba asustada como era de esperarse, pero después de hablar con él, se dio cuenta de que era solo un alma que buscaba compañía.
Con el tiempo, ___ y Jin se hicieron amigos. Comenzaron a hablar de la vida, la muerte y el amor. A pesar de que Jin era un fantasma, ___ encontró consuelo en su presencia. Un día, mientras paseaban por el cementerio, Jin le confesó sus sentimientos a ___. Le dijo que se había enamorado de ella y que no podía dejar de pensar en ella.___ estaba sorprendida, pero también se sintió halagada. Jin era diferente a cualquier otra persona que hubiera conocido y ella comenzó a sentir lo mismo por él. Juntos, pasaron noches enteras hablando, riendo y compartiendo sus pensamientos más peofundos.
Pero su amor era complicado. Jin era un fantasma y no podía tocarla. ___ sabía que algún día tendría que dejarlo ir. Aún así, los dos disfrutaron cada momento que pasaron juntos y prometieron siempre recordar su amor.