Capítulo 1

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" El secreto de volar no era calcular la caída y tratar de prevenirla, era saltar al vacío y confiar en que tus alas no te fallarían. Porque más fuerte es la confianza que el miedo"
-G.O.B

La pequeña no paraba de ver todo a su alrededor pero lo que no podía evitar voltear a ver cada cinco segundos era el caballo del capitán, tan negro como la mismísima noche. Le gustaba mucho Sultán pero su sueño siempre había sido tener un caballo negro.

Ahora la pequeña se sentía mas alta, claro, estaba en el lomo de Sultán, el hermoso caballo blanco del rey.
El viento azotaba en la cara de la niña y a ella le encantaba.
-Se siente casi igual que volar
-¿Te gusta volar?.-preguntó el rey
-¡Sí!, solo que no ocupo mucho mis alas, procuro ocultarlas ya que todos me ven raro
-Bueno pues ahora puedes hacerlo, nadie te vera raro
-Pero señor, hace mucho que no lo hago, creo que están entumidas
El rey rió.
-Yo te ayudare
El monarca se quito su capa y dejo sus grandes y bellas alas a la vista, sus alas eran de un rojo intenso eso significaba que era el hombre con mayor poder de fuego en el mundo.
-Señor no creo que sea una buena idea.-Dijo el capitán
-Tranquilo muchacho, no nos pasara nada ¿Verdad pequeña?
La niña fijo su vista en el capitán
-Tranquilo señor, si alguien se le acerca al rey yo lo defenderé.-Dijo la niña con tanta decisión, que el duro corazón del capitán se hablando un poco
-Bueno confiamos en ti.-Le respondió a la niña.
-Hacen bien, porque yo tengo un secreto.-dijo la niña arrogante
El capitán y el rey se sonrieron
-¿En serio señorita? ¿Y cuál es ese secreto que tienes?
La niña sonrió.
-No puedo decirle
-¿O sea que no nos lo puedes contar a el rey y a mi?.- preguntó el capitán
-No.-Ella frunció el ceño.- bueno si el rey me lo pide tendré que decirlo
-No te obligaría a que nos dijeras tu secreto, cariño
-Bien, en ese caso tendrán que confiar en mi, y ahora menos charla y mas acción
Luciana se quito su manta y dejo que sus alas se estiraran, eran ligeramente mas grandes que ella, todos vieron fascinados las alas de la pequeña, jamás habían visto algo así, ni siquiera el rey.
La niña voló tan veloz mente que ni tiempo le dio al rey de parpadear.
-¿Viste eso?.-Pregunto el rey al capitán
-Jamás había visto volar a una niña tan rápido.-Afirmo el capitán.-Solo a los de la nación del aire señoría
El rey frunció el ceño.
-Acompáñame, deja a los demás que vayan por tierra
Y solo unos minutos después el rey y el capitán ya estaban en el aire.
-¿Dónde se habrá metido?.-pregunto el capitán
-Es una niña, le gusta jugar
-¿Sabrá el camino a palacio?
El rey abrió los ojos con sorpresa, había olvidado eso. 
-Claro que lo se, he ido un par de veces
De la nada la niña apareció entre las nubes
-¿Un par de veces?.-pregunto el capitán y la niña se sonrojo
-Desde los cuatro, iba cada día de mi cumpleaños, les sorprendería saber que la cúpula es increíble para ver al cielo nocturno.
El capitan alzó las cejas incrédulo.
-¿Cómo no te vimos?
La niña se encogió de hombros.
-Deberían vigilar mejor
El rey estalló en una carcajada.
-Increíble una niña te ha superado, Peter
El capitán frunció el ceño.
-No te robaste nada ¿Verdad?
La niña se freno de golpe en el aire, ocasionando que el rey y el capitán hicieran lo mismo.
La cara de la niña estaba roja del enojo.
-¡No soy una ladrona! Jamás le robaría a mi rey, solo robo comida, cuando usted señor muera de hambre, me entenderá.
Para tener siete años Luciana era bastante inteligente.
El capitán abrió los ojos como platos, una niña lo estaba poniendo en su lugar
-Discúlpate.-Escucho la fría voz del rey a su lado.
El capitan parpadeo aun mas sorprendido, era muy rara vez que el rey le hablaba a el tan fríamente.
-Lo lamento
-Te perdonare con una condición.-Dijo la niña.- Que me enseñes a montar
-Pero...
-No te preocupes linda, el te enseñara.-Dijo el monarca aun con voz fría
-Bien.-la niña sonrió maliciosamente.-
¿Jugamos carreras al castillo?
-El es el rey, no un niñero.-contesto Peter cortante.
La niña se acerco a el amenazadoramente rezando porque le saliera lo que tenía planeado, lo había ensayado, no podía fallar.
Cuando estuvo enfrente del capitán
La luz del sol se reflejo en sus alas y el color violeta comenzó a brillar, ella movió sus alas una vez de atrás hacia adelante y el capitán salió volando por los aires.
-Para que aprenda buenos modales.-Dijo la niña indignada
-¿Cómo hiciste eso?.-Preguntó el rey, su voz fría había cambiado, ahora hablaba con sorpresa. 
La niña le sonrió tiernamente.
-Es que... No se un día descubrí que podía hacer eso, y pensé que este era el momento perfecto de ponerlo en practica, su capitán fue muy grosero, necesita aprender modales, con un simple no gracias hubiera estado bien.
La niña estaba enojada con el capitán, pero el rey no pensaba en eso, pensaba en otras cosas, en antiguas leyendas.
La niña pudo ver como Peter regresaba a toda velocidad
-Eres niña muerta.-Grito el capitán en broma, pensó Lucy, esperaba que en broma. 
-Ven y atrapame cerebro de nuez
El capitán se movió mas rápido y Lucy empezó a volar igual.
Era demasiado rápida pensó el capitán, era imposible atraparla.
El rey veía como la pequeña y el capitán se perseguían mientras se dirigían al castillo y no pudo evitar sonreír.
Eso le hacia falta a su capitán y a el, un poco de cariño y diversión para sus duros corazones, rápidamente se le olvido todo en lo que había estado pensando y se propuso alcanzarlos.

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