Capítulo 8

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-Párate del suelo, muchacho, eres un príncipe y un comandante no un simple pordiosero.-Dijo la reina con indiferencia.
Desmond se tenso pero se paró del suelo de inmediato y ayudo a Luciana a levantarse.
-¿y bien? ¿Qué ocurrió aquí?
-Nada madre, nos tropezamos, eso es todo.-Dijo el príncipe seco. La relación con su madre era tan buena como la relación de una araña con un insecto. Por otra parte la relación con su padre no era tan tensa, el por lo menos le tenía la suficiente confianza para nombrarlo comandante de sus ejércitos y de vez en cuando le daba el crédito que merecía. Su madre y su hermano no soportaba cuando el rey hacia eso.
-Ya veo...
La reina Clarissa vio de arriba a abajo a Luciana, esta se sintió incomoda. La reina iba vestida con un elegante vestido plateado con unos bordes blancos y una cola larga, Sus alas casi transparentes resplandecían con la luz de la Luna, tenía una hermosa corona con diamantes, su cabellera blanca estaba agarrada en un magnífico chongo, se veía hermosa. Por otro lado Luciana estaba con su traje de combate, el cual consistía en pantalones negros, botas y una blusa negra, también estaba algo sucia y tenía con ella su inseparable capa, su larga melena castaña estaba agarrada una trenza algo desecha y no traía su tiara, por lo general solo la ocupaba para eventos importantes. Llego a la conclusión de que parecía una pordiosera al lado de la reina
-Buenas noches Luciana.-Hablo la reina.
-Buenas noches majestad.-Respondió ella amigablemente, todo lo contrario al tono que la reina ocupó.
-¿Dónde están el príncipe Calen y la princesa Adelaïde?
Por el rabadillo del ojo Luciana noto como Seth se acercaba poco a poco a su madre. Lo que le faltaba.
-Se fueron en cuanto terminaron de entrenar
-Que lástima.-Ronroneo la reina mientras alzaba una mano y acariciaba a Egíl.-Ojala se hubiera quedado Adelaïde así la hubiéramos invitado a cenar, pero ya que esta es la única opción ¿por qué no nos acompañas?
-No es "esta" Madre, su nombre es Luciana y es la heredera de la nación del fuego, así que un poco de respeto por favor.
Los ojos de la reina centellaron
-Mil disculpas hija del Rey Dominik-Dijo la reina con tono brulón.-Entonces ¿Qué opina la princesa respecto a la cena?
Luciana respiro hondo ignorando el insulto.
-Lo sien...
-Espero que no diga que no princesa, lo consideraríamos un tremenda falta de respeto.-Dijo Seth
Luciana sabia que la estaban poniendo entre la espada y la pared. Siempre buscaban cualquier excusa para que no dijera que no.
-Ella no...
-Claro, ¿por qué no?.-Dijo la muchacha interrumpiendo a su amigo.
Desmond la volteo a ver frunciendo el ceño, Luciana le sonrió tranquilizadora mente, no le iba a dar el gusto a la reina de salir corriendo como una niña asustada de ahí, ella no era ninguna cobarde.  

🗡🗡🗡

Solo se escuchaba el ruido que hacían los cubiertos al estrellarse contra los platos. Antes de ir a cenar, la reina de mala gana le había prestado un vestido blanco muy sencillo a Luciana, A la princesa no le extrañaba que el vestido fuera de alguna criada, pero ella lo estaba portando con orgullo. Después de ponérselo había hecho todo lo posible para limpiarse la cara y las manos y arreglarse un poco el cabello, optó por recogérselo en una cola de caballo.
Desmond había llegado poco después con una tiara, Luciana lo miro sorprendida.
-La olvidaste aquí una vez, supuse que seria útil para alguna ocasión.-Había dicho, la tiara era bastante sencilla y solo consistía con un hermoso rubí en el centro de esta.

En la cena el aire se sentía demasiado tenso y Shadow no dejaba de estar alerta junto con Marquesa.
-¿Cómo esta tu padre?.-Preguntó el rey Estefan con la mandíbula apretada.
Toda la corte de la nación del aire prestó atención a el rey y a Luciana.
-Muy bien alteza.-Contestó Luciana con una sonrisa tensa
-¿y su capitán?
-Peter se encuentra bien
-¿No ya es algo grande para ser el capitán de la guardia?
La boca de Luciana se convirtió en una fina linea, que el padre de Desmond y el tuvieran una relación más cordial que con su madre y hermano no hacía que el rey aceptara a Luciana.
-No señor, mi padre y yo consideramos que Peter sigue siendo apto para su puesto
-Eso me huele a sentimentalismo.-Dijo Seth.
Luciana fijo su mirada en el príncipe.
-El capitán es parte de nuestra familia, mi padre y yo le tenemos mucho aprecio eso es cierto, pero ¿usted cree príncipe, que si el capitán ya no pudiera protegernos, no estaríamos dispuestos a buscar a alguien más?
El príncipe la miro a los ojos y Luciana no vio más que odio y crueldad dentro de ellos.
-No, no lo creó
-Seth...-Gruño Desmond.
Luciana tomó el barzo de Desmond y lo acarició con cariño.
-No es nada, no todos pensamos igual
Desmond le lanzó una mirada muy larga y poco a poco se fue relajando.
-Mejor cambiamos de tema.-sonrió la reina y Luciana entendió que no tramaba nada bueno.
-Luce, ¿no te gustaría quitarte esa capa vieja? parece que esta algo sucia.
Seth ahogó una carcajada, algunos de la corte no fueron tan discretos con sus risas, el rey sonrió de lado  mientras que Luciana respiraba profundamente.
-No, gracias
-Es increíble que teniendo esas alas no las muestres
Luciana fijo su vista en el plato.
-Si....bueno, no me gusta mostrarlas
-¿Por qué?.-Presiono la reina.
Luciana trato de controlar la expresión de pánico en su rostro, pero al ver la sonrisa serpentina de la reina supo que había fracasado  estrepitosamente así que se levantó de su silla.
-Es hora de que me vaya, con su permiso
Luciana inclinó la cabeza ligeramente y antes de que Desmond pudiera evitarlo salió hecha un rayo del comedor real.

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