12.

48 8 0
                                    



Cuando el sol comenzaba a mostrar sus primeros rayos y los clientes comenzaban a vaciar el lugar, era cuando ya podíamos venir al dormitorio a descansar.

Esa vez, yo llegué y tú ya estabas ahí. Me sorprendí de verte, pero el silencio ya era nuevamente parte de ti.

Te regalé una media sonrisa mientras me deshacía de los zapatos de plataforma. En el camino al baño comencé a quitarme el estúpido vestido para colocarme una camisa holgada y un pantalón de deporte. Al final, simplemente quitaba todo el maquillaje de mi rostro y lavaba con esmero mis dientes.

Solamente para tirarme de lleno en el colchón completamente exhausto.

Contrario a lo que era tu rutinario "buenas noches, hyung"; esa noche te acercaste a mi cama. Y no sólo te acercaste, me abrazaste; enterrando tú cabeza en mi pecho y aspirando profundamente.

¿Me estaba perdiendo de algo?

- ¿Jimin? -te llamé algo extrañado.

-Yoongi -mencionaste en un susurro-. Te quiero.

Mi corazón se desbocó y comenzó la carrera más alucinante de toda su vida.

Te abracé de vuelta y besé tu cabello decenas de veces, la boba sonrisa no se podía borrar de mi rostro.

Era la primera vez que lo decías, no sabías cuán feliz me volvió aquello.

-Yoongi, ¿me quieres? -tu rostro se descubrió y me miró con unos hermosos ojitos brillantes y suplicantes.

-Te amo -respondí sincero y sin pena.

Sin ningún tipo de aviso te acercaste a mi para robarme un beso. Que al principio sólo fue un toque inocente, tus labios estaban sobre los míos y nada más. Después venía el movimiento lento, conocedor: amoroso.

Eras lo más dulce que pude probar alguna vez, mi ángel.

De un momento a otro te moviste suavemente y tomaste mi rostro entre tus manos. Terminaste con tus piernas alrededor de mis caderas, sobre mí en el colchón.

Di caricias suaves en tu espalda, sintiendo que estaba soñando. ¿De verdad estabas compartiendo un beso conmigo? ¿De verdad me querías? ¿De verdad, de verdad?

Se sentía fabuloso.

Fuiste tú quien me daba el permiso de hacer el siguiente paso. Retiraste tu playera y me permitiste admirarte, acariciar tu piel, marcar besos tiernos en ella.

Te estabas entregando a mí, mi amor.

Y no podía creerlo.

Nos deshicimos de toda prenda y nos besamos siempre con ternura, con amor, necesidad y suavidad. Con todo lo que necesitábamos.

Te preparé entre susurros tranquilizadores y pequeñas declaraciones. Hasta que ambos estuvimos listos y pudimos amarnos por completo en todas las maneras posibles.

Gemías mi nombre, decías que me querías, te revolvías debido al placer y todo ese cúmulo de emociones dentro de ti. Te comprendía, pues yo me sentía de la misma manera. Y cuando ambos llegamos a la cima, exhalaste mi nombre junto a ese "te quiero" que jamás pudo sonar tan bien.

Dormimos juntos esa noche; desde que estaba aquí, nunca pude dormir mejor.

AMOR DE CABARET |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora