BESIDE YOU 「Libro#1」

Capitulo 75: Un nosotros

Mack's pov

Él seguía parado a mitad de camino sin despegar la mirada de mi. Ni siquiera notó cuando la enfermera salió con mi muestra de sangre y le dijo: “Buenos días, joven”. Él tenia la mirada clavada en la mía. Absolutamente concentrado en ella. Recorriendo cada parte, absorbiendo mi alma en aquellos ojos azules que tanto había extrañado. Parpadeó dos veces, despacio, antes de tomar una respiración. No se movía del lugar y quería que me abrazara. Claro, si no es mucho pedir.

La manera en la que me veía era muy parecida y muy diferente a la vez, de la que los demás me habían visto.

No se si me entienden pero tenia ese tipo de mirada que decía “¿Ella es una fantasma?” y a la vez “Ella es perfecta”. Era raro pero a la vez se sentía hermoso, yo me sentía hermosa.

Luke había crecido. De verdad. Cuando pensé que no sería posible crecer mas, él lo había hecho.

Sonreí. Amaba sus piernas. De alguna manera las envidiaba. Sanamente, pero lo hacia. Su cabello había crecido también. Al igual que el mío. No igual claro, pero había crecido. Estaba todo revoloteado y rubio. Muy rubio.

¿Cuándo mierda se hizo un piercing?

Santos mapaches. Una palabra: sensual. ¿Cómo será morderle el labio con…

Diablos.

Acabo de despertar, según dicen de un coma de mas de dos años y estoy pensando en eso.

Bien. ¿A quién no? Si hubieran probado los labios de Luke Hemmings me darían la razón.

Okey, que bueno que no.

En serio. Las mataría.

Como sea.

Sacudí mi cabeza para alejar esos pensamientos. Pero hablaba en serio, por sea caso

Luke seguía inmóvil

Mierda

¿No pensaba abrazarse siquiera? ¿Ni un besito?

Claro. El primer paso

Sonriendo abrí mis brazos hacia él – ¿No me vas a abrazar? – pregunté ladeando la cabeza

Una risa ronca salió de sus labios antes de tirarse a mi abrazo.

Bien, no se tiró del todo pero también quería sacarme el hígado al igual que Michael y papá.

Enterrando su rostro en la curva de mi cuello, aspiró mi aroma. Había extrañado eso. Amaba cuando lo hacía

Sus brazos me rodeaban completamente, mi cintura y espalda. Sus brazos largos se sentían tan, tan familiares y tan bien. Los abrazos que Luke siempre me daba, eran de esos que a pesar de que te sintieras mierda, te hacían sentir mucho mejor. Un don de Luke

Un sollozo sacudió su cuerpo mientras apoyaba su frente en mi clavicula.

Yo no quería que llorara. ¿Por qué todos lloran?

Dos años, ya sé, pero no quería verlos tristes.

Apoyé mi barbilla en la parte superior de su cabeza y empecé a acariciar su nuca y cabeza.

–Shhh. Oye..estoy bien – susurré mientras depositaba un beso en cabello.

Creo que no sirvió de mucho.

Su cuerpo se sacudía con sollozos, verdaderos sollozos.

Nunca había visto a Luke así.

Ni siquiera llorar verdaderamente.