Bloody Rose #3

03.

Taemin

Hace aproximadamente cuatro años de que mi hermano me dejó a cargo del reino, de su esposo y de su hija. Han sido los cuatro años más tristes de mi vida, el pueblo aún lamentaba la partida de Minho y lo tenían como un héroe digno de admirar.

-TaeMin.. ¿estás bien?- La voz de Kibum me sacaron de mis pensamientos más lindos junto a mi hermano.

-Yo.. eh, sí, estoy bien..- Asentí, esbozando una pequeña sonrisa.

Una sonrisa vacía.

Kibum me sonrió de igual manera, sentándose en la silla frente a mi y jugar con una pequeña estatua en el escritorio.

-Lo extraño mucho..- Susurró.

Mi corazón se partía cada que mencionaba a su esposo.

-Yo también lo extraño,.- Bajé la mirada realmente apenado.

-Estoy tan agradecido con él por salvar a nuestra pequeña, mi único recuerdo.- Sonrió débilmente.

Iba a responder, pero alguien tocó la puerta desesperadamente.

Fruncí el ceño,Kibum  se extrañó mirando la puerta.

-Adelante.- Dije firme.

JongIn entró por la puerta como si lo estuvieran persiguiendo. Iba a hablar, pero al ver a Kibum , cerró su boca.

-Disculpe, su majestad.- Hizo una pequeña reverencia en forma de disculpa.

Kibum sonrió y se puso de pie, acercándose para dejar un pequeño beso en su frente y mirarme.

-Creo que tienen que hablar, les dejaré solos.- Dicho esto, se fue por la puerta.

JongIn suspiró aliviado.

-¿Qué forma es esa de tocar la puerta, jovencito?- Gruñí mirándole.

-Una disculpa, pero eso es lo de menos ahora, padre, necesito mostrarte algo.- Dijo apresuradamente.

-¿Qué me mostrarás?

-Padre.. en el bosque vi algo..- El chico movía sus pies claramente ansioso.

-Un venado, tal vez.- Me encogí de hombros.

-¡No es un venado, papá! Por favor, acompáñame.- Suplicó.

Lo miré unos segundos, extrañado por su comportamiento.

-JongIn, no puedo dejar el castillo solo.- Dije finalmente.

-Padre, vi a alguien en el bosque.

Fruncí el ceño, ¿mi hijo vio una persona en el bosque?

-¿Quién era?- Pregunté ya interesado en el tema.

-Es una sorpresa, andando, padre, no hay mucho tiempo.- Dicho esto, salió disparado por la puerta.

A paso rápido le seguí. Veamos qué fue lo que mi pequeño vampirillo encontró.

♡.

-JongIn, está muy oscuro por aquí, ¿Seguro que viste a alguien?- Pregunté, dejándome guiar por mi pequeño mocoso.

-Shh, ya casi llegamos.- Susurró, rompiendo hojas bajo sus pies.

-Mira que dónde no encuentre nada te quedas en el calabozo veinticuatro horas.- Advertí.

-Con esto me amarás aún más, papá.- Dijo dando un paso más y pararse frente a una gran roca con plantas colgantes en ella, ya era de noche, y la única luz era las luciérnagas decorando el lugar.