Leah Hepburn.
Ya era hora de ir a la escuela, regresé a la ciudad y volvería a ver a Eve. Me sentía muy nerviosa, no sé como reaccionar frente a él, pero aún así, quiero que todo sea a como era antes... los dos juntos.
-Leah, ya vámonos- -Si, ya voy- dije y subí al auto con mamá.
Al llegar a la escuela, tenía que buscar el salón D-5, ese sería el salón donde estaré todo el año. Me pregunto, que salón le tocó a Eve?
-Leah?- Voltee y era Eve. Inmediatamente me sonrojé y me puse nerviosa. -Si?- dije sin poderlo ver a los ojos, pero él parecía estar muy alegre y sin cuidado. -Leah- dijo y me abrazó. -Ho-Hola Eve- -Te he extrañado mucho- murmuró, y eso me hizo sentir tranquila. -Yo también te he extrañado- Y respondí a su abrazo.
Fuimos al mismo salón de clases, quizás fue coincidencia, pero estaremos juntos todo el año. -Oye, y como va tu relación con esa chica? Cómo se llamaba? Oh si, Sarah- pregunté y de repente se puso serio. -Ella... rompió conmigo, y para mi suerte, estará en el mismo salón que nosotros- respondió, y lo único que pude hacer fue colocar mi mano en su espalda. -Lo siento, pero yo estaré contigo- dije sonriendo, él volteo a verme y rió un poco. -Estaré seguro a tu lado?- -En primaria tu siempre me protegías de los demás, ahora es mi turno- -Bien... Ahora que te veo, sigues teniendo el cabello largo, sólo tus anteojos cambiaron- -Crees que debería cortármelo?- -No, te miras bien así- dijo, y me sonrojé. Si es así, nunca me lo cortaré.
En el descanso, nos quedamos en el salón y compartíamos almuerzos. -Mis padres se divorciaron, mi papá siempre está trabajando, así que me quedé a vivir con mis abuelos- dijo y pude comprenderlo, porqué estamos en la misma situación. -Entonces estamos igual, mis padres también se divorciaron, y mi relación con mi mamá no es muy buena, siempre llega tarde del trabajo, así que siempre estoy sola en casa-
Ahora que volví a estar con Eve, no creo que eso me moleste.
-Te parece si hoy... vamos a algún lado?- Al oírlo me sorprendió y fue inevitable no sonrojarme. -A dónde?- pregunté. -No lo sé, a comprar un helado, al centro, de compras... donde tu quieras ir-
Porqué me está invitando a salir? A caso está... pasando por la pubertad?
-Creo que... está bien- respondí. -Te sientes bien? Te ves muy roja- Por favor, no sigas siendo así.
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El hilo rojo.
Romance"Nunca podrás escapar de tu corazón, así que es mejor que escuches lo que tiene que decirte." Una historia narrada por Leah Hepburn, que encuentra el otro extremo de su hilo rojo en Eve Humphries. A pesar de que se alejan, siempre volvían a estar ju...