Razón v/s Fuerza

Un monótono día de clases...

Narrador P.D.V:

Era otro día de clases en la secundaria Peach Creek, otro recreo más y un nuevo invento de los Eds a la venta justo en la entrada del patio.

¿Conclusión? Posibles desastres inesperados debido a fuerzas mayores (en otras palabras: la persona que escribe esto no quiere que resulte, punto).

"¡¿Qué no les dije?! ¡Sabía que sería un gran éxito!" El menor de los Eds, Eddy, hacia entregas de camisetas falsas del equipo de fútbol americano a más no dar, los billetes ya parecían estar en sus bolsillos sin aparentes contratiempos.

"¡Mira Eddy! ¡Soy el capitán del equipo!" El mayor, Ed, saltaba como loco alrededor del pequeño puesto de venta que habían montado los Eds, llamando la atención de los presentes en el patio.

Por otra parte Doble D, nuestro supuesto protagonista, estaba detrás del puesto arreglando algunas fallas de las camisetas: por lo visto tejer usando lana de cabra (sip, de cabra) era más complicado de lo que habían planeado.

"Eddy, tengo un mal presentimiento de todo esto, primero que todo: ¿De dónde sacaste la idea de usar lana de cabra?" Preguntó Edd desde atrás del puesto en un leve susurro para llamar la atención de Eddy, sin que las personas pudiesen ver cómo se hacían las camisetas. Según Eddy no era bueno para el negocio, pero Edd estaba más que claro de lo que realmente pasaba, y de lo que posiblemente ocurriría después...

"¡Descuida cabeza de calcetín, Rolf jamás se enterará!" contestó el más pequeño con seguridad.

En resumen: Víctor y amigos estaban desnudos detrás del puesto, con Doble D sosteniendo entre sus manos la clara evidencia de la escena del crimen, una rasuradora.

"Esto es lo más anti higiénico que hecho en toda mi vida... Excepto por... Ya perdí la cuenta con Eddy..." Pensó Edd con asco mientras seguía rasurando una cabra "terminaré con un ataque alérgico..."

"¡Hey chico Eddy!" Y la voz de quién menos deseaban ver los Eds, en ese momento, se hizo presente "¿Has visto a Víctor y al resto del ganado? Desaparecieron ayer y nos los puedo encontrar por ningún lado".

"¡A-ah... N-no! ¡No he visto a esa cabra por ningún lado!" Tartamudeó Eddy, arreglando el cuello de su camiseta nervioso, una manía de sus mentiras bien conocida por todos los chicos de Cul-De-Sac desde pequeños, y entre ellos, Rolf no era la excepción. Al ver las camisetas, ya podías asegurar que engañar al hijo de un pastor era ridículo a esas alturas.

"¡Chico Eddy, no me digas que..."

En el momento en que Rolf se acercaba amenazante hacia Eddy, quien daba pasos hacia atrás alzando sus manos con una sonrisa nerviosa en señal de inocencia, el puesto detrás de Eddy se desarmó en pedazos dejando a la vista frente a todos el plan base de los Eds, junto con la evidencia en el suelo. Afortunadamente, Edd había previsto la situación y reaccionó dejando la rasuradora tirada en el piso al momento que se escondía más atrás en uno de los pilares de la edificación, temblando de forma incontrolable.

Luego de un incómodo silencio, Edd se asomó para ver qué ocurría y pudo ver a Rolf y a un montón de cabras corriendo detrás de un aterrado Eddy por todo el patio, mientras Ed continuaba haciendo poses raras con la camiseta de fútbol americano puesta.

Obviamente los compradores en la fila reaccionaron quitándose las camisetas y exigiendo su dinero de vuelta, indignados, uniéndose a la persecución de Eddy.

En un intento desesperado por salvar a Eddy de una horrible golpiza, Edd se acercó al mayor de los Eds sacando una barra de chocolate de su bolsillo que había guardado del receso anterior.