Razón v/s Fuerza

Fiesta en la mansión Goldberg...

*Warning: dije warning (?) Ash, no importa xD*

*¡¡¡SE VIENEN TODOS LOS SHIPS PAPUUUH!!! :v*

Narrador P.D.V:

"¡Las luces de discoteca! ¡Vamos gente, hay que apresurarnos! ¡Esto tiene que quedar listo para media hora antes de que comience!" Gritaba el pelipúrpura, mandando de aquí para allá a cada colaborador que ayudaba a organizar los preparativos para la fiesta desde lo alto del segundo piso, donde habían unas escaleras para subir a lo que parecía una tarima de estas antiguas que se usaban en los castillos para anunciar al rey y a la reina. *(Aunque, en este caso, faltaba la reina :v)*.

"Eres bueno liderando, ¿No es así?" Decía Nathan, apoyado contra una muralla, observando con una sonrisa picaresca a Rave por la espalda.

Y sí: no era coincidencia que fuera por la espalda.

"Hay que tomarse enserio los papeles, Goldberg" Dijo Rave de manera profesional y orgullosa.

"Espero que te tomes enserio entonces la cita, corazón" Dijo el peliverde, riendo suave por lo bajo con arrogancia mientras le mandaba un guiño, aunque no lo viese.

"Lo haré: no es difícil fingir sufrimiento y tedio cuando vas a un sacrificio" Respondió Rave, doblando su cabeza noventa grados a un costado para dirigirle una mirada burlesca al peliverde.

"Fingir... Me quedaré con eso, es suficiente para moi" Dijo Nat, mandando un beso a Rave.

El pelipúrpura rodó los ojos en señal de fastidio y continuó con su labor de coordinador. Por otra parte, el peliverde dejó escapar una risa arrogante y caminó escaleras abajo de la tarima para ayudar en alguna instalación de algún adorno.

Los padres de Nat habían salido, aprovechando la situación para tener un tiempo juntos en una cita. La mansión estaba a cargo del peliverde, y entre él y el pelipúrpura, estaban organizando todo. 

Habían algunos empleados de la mansión ayudando con las decoraciones y la preparación de los comestibles que se habían ofrecido voluntariamente, mientras que el resto eran estudiantes de la secundaria.

Entre esos últimos, estaban todos los chicos y chicas de Cul-De-Sac.

"Jenny, pásame la pistola de corchetes por favor" Pidió Nazz, encaramada en una escalera a tres metros del piso, tratando de poner en una pared un cartel con los precios de los comestibles y bebestibles que se habían acordado.

La porrista había venido con la Kanker de en medio a la fiesta, tal y como habían acordado el otro día. No obstante, simplemente se habían hecho compañía la una a la otra y, tan pronto como llegaron a juntarse con sus amistades, se habían separado con una sonrisa amistosa y se habían incorporado con los demás.

Por otro lado, los Eds estaban instalando la tienda de ventas (autorizada por Rave, en agradecimiento a Eddward).

"¡Ed! ¡Ven a ayudarme con esto y deja de hablar con tu noviecita!" Gritaba Eddy, intentando montar el toldo con dificultad por su estatura.

Ed corrió a ayudar a Eddy y May le siguió para también ayudar, ambos algo sonrojados. Aún eran algo tímidos con su nueva relación y se dejaban llevar mucho por la compañía del otro.

Edd, mientras tanto, ya había sacado todas las cosas de la bodega infinita con ayuda de Kevin, ambos incómodos de estar el uno cerca del otro desde lo que pasó el miércoles.

"Me besó" Se repetía a sí mismo una y otra vez el de ojos azules.

Después de ese evento, sólo se habían puesto a estudiar como todos los días y después el pelinaranja se había ido a su casa. Los días siguientes, hasta el viernes, transcurrieron aparentemente iguales, excepto por la dificultad de cercanía con la que estaba lidiando el pelinegro.