El Guardián "La Llegada De Légine" (EN REVISIÓN)

Capítulo 10

Mientras se acerca, observó su apariencia, nunca antes había visto a alguien así, es alta, su cabello es azul lapiz lazuli tan largo que cubre la parte de atrás de sus rodillas, tiene un vestido de color azul celeste, y sus ojos, sus ojos son igualmente de color azul, pero no logro reconocer la tonalidad, en lo único que pienso al verlos, es en la profundidad del mar, es un azul puro, limpio y su piel, es blanca como la nieve.

La habitación se llenó de un silencio abrumador, mis emociones no tienen lugar en mi mente ahora, comienzo al perderme en mis pensamientos, sin encontrar alguna respuesta al lo que debo hacer.

-¿Qué?, ¿A que se refiere al llamarlo hijo? - Dice Dinora confundida.

-Así es Miguel, yo soy Marianne, tu madre biológica - Dice apartándose de mi lado.

Estoy tan perdido, que lo único que logró decir en esta situación es...

-¿Cómo?

-Veras hijo, es mi deber, como líder de la resistencia, relatar la historia que mi querida Nora no pudo terminar de contarles.

-¿Conociste a mi abuela? - Pregunta Dinora.

-Si, era una muy buena amiga, una guerrera, como nosotros, y debo decir, que su muerte, es sumamente trágica.

-Mi señora, continúe por favor - Dice Grey.

-Es cierto, bueno, como ya sabrán, en el momento de la creación de nuestro mundo, se libró una terrible y desastrosa guerra, una gran guerra entre el cielo y el infierno, en ella participaron ángeles y demonios, los humanos p, ya existían en esta batalla, solo que no se daban cuenta, esto era porque los humanos no tienen la habilidad de ver el mundo espiritual, en fin, la sangrienta guerra duró décadas, pero, hubo un tiempo  en el que un humano conocido como Alder, desarrollo poderes que sobrepasaban a el estado humano, poderes espirituales, esto le permitió observar el mundo espiritual, y, al ser el primer humano que podía hacer esto, decidió participar a favor del reino de los cielos,  y pidió la ayuda del Creador, porque a pesar de sus habilidades, sus poderes no se igualaban  al el de los ejércitos demoníacos, así que hizo un trato con el Creador, éste le otorgaría una armadura única, una argenia, un tipo de armadura que solo usan los ángeles guerreros de más alto rango, esta armadura era diferente a todas las otras argenias, su poder era la concentración del poder de las doce constelaciones sagradas, aquellas que rodean al sol, el Creador, le otorgó esta armadura y junto con ella, el título de "Guardián",  es decir, aquel que resguarda a los seres humanos en la guerra santa.

-¿Qué tiene que ver todo esto conmigo?

-Tiene mucho que ver Miguel, porque, aquel ser que fue el guardián, también es tu ancestro, desgraciadamente nadie conoce como murió el guardián, pero algo si es seguro, el Creador dejó en nuestro mundo un documento, el cual decreta que en el momento en el que las fuerzas demoníacas resurjan con un nuevo lider, ese será el momento en el que un nuevo guardián será revelado, y, esa revelación, eres tú, desafortunadamente,  sircunstancias en el momento de tu nacimiento, nos obligaron, a tu padre y a mí, a dejarte en el mundo humano para que fueses criado allí, para que crecieras a salvo.

Mi mente aun no logra procesar toda esta nueva información, me es difícil aceptar que la mujer y el hombre que vi toda la vida como mis padres, resulta que solo son las personas que tuvieron piedad de un niño.

-¿Cuales fueron esas terribles sircunstancias de las que hablas?

-En el momento de tu nacimiento, ya sabíamos que serias la reencarnación del guardián, y estábamos muy emocionados, pero, en las profundidades del infierno, también estaba ocurriendo algo sumamente importante, aun no sabemos que es, pero lo que haya pasado allá abajo, hizo que los demonios emergieran, atacaron el palacio y penetraron las defensas, tu padre te protegió, lo hizo de tal manera, que perdió la vida para que pudieses sobrevivir, mientras el luchaba, yo escape contigo al bosque por pasadizos secretos en el palacio, como pude, abrí un portal y te envié al mundo humano junto con la reliquia del legado del guardián a través de los siglos.