→Capítulo VIII

8 0 0
                                    

Quedé en shock al ver quien era.

-Oh, Harry. Perdóname.

-No tienes por que. Fue mi culpa también por no tocar rápido -río.

-Bueno, si tu lo dices -sonreí.

-¿Puedo pasar?

-Amm... Si, claro que si -sonreí.

Harry pasó y cerré la puerta.

-¿Y a que se debe tu grata visita?

-Es que... Mi conciencia no me deja vivir...

-¿Qué paso?

-Te he mentido.

-¿De qué hablas? -pregunte confundida y a la vez temerosa.

-Pues... no fui a verme con Louis...

-¿Ah? -pregunte dudosa, aunque ya sabía de lo que hablaba.

-Pues que... no me vi con Louis... me vi con Ashley.

-*Ah, eso... me duele, pero a la vez me da igual* -pensé- ah... -no sabía que más decir.

-Por favor no te enfades.

-No me enfado -sonreí.

-¿En serio?

-Si. Pero ¿por qué tu conciencia no te dejaba vivir?

-Porque me sentía un mentiroso.

-Ay, que tierno.

-Por eso es que eres mi mejor amiga, porque siempre entiendes -me abrazo-. Te quiero mucho.

Mi corazón explotó por latir tan rápido, eso jamás me lo había susurrado al oído de esa forma que me hacia enloquecer y estremecer. Hice que las palabras salieran y dije:

-Yo a ti.

Se separó de mi y sonrió ampliamente, dejando ver sus dientes y sus hermosos hoyuelos.

-Bueno y para eso venía. No te quito más de tu valioso tiempo.

-Tu nunca me quitas tiempo Harold -sonreí.

-Claro que lo hago. Ahorita salías hacia no se dónde. De la prisa me dejaste con un dolor en el pecho -hizo pucheros y se tocó el lugar donde lo había "lastimado".

-No exageres, ni que fuera la chica con súper fuerza.

-Hablo en serio -hizo cara de dolor.

-Ow... perdóname, no era mi intención -lo abracé.

-Ilusa -me susurró al oído gracioso después de abrazarme.

-Joder... -me separé de él.

-Era molestando, por favor... no te enfades...

-Dame razones -crucé los brazos para parecer brava, pero por dentro moría de risa.

-Ammm... somos mejores amigos y los mejores amigos se hacen bromas...

-Mm... no, no me convence... -seguí con mi tono serio.

-Ammm... No lo se... porque somos mejores amigos por siempre -sonrió.

-Mmm... no, tampoco.

Chasqueó los dedos y miro hacia una de las paredes.

-No se... igual si quieres ponerte brava por una cosa insignificante, vale... pero... -se acercó peligrosamente a mi- No creo que resistas esto -me miro fijo a los ojos.

No entendía de que hablaba, ¿a qué se refería con eso? Hasta qué de pronto, siento sus dedos en mi abdomen. Me iba a hacer cosquillas.

Empece a reír como loca y a tratar de soltarme de su agarre. Pero me era imposible.

They don't know about usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora