Capítulo 7

363 27 0
                                    

Capítulo 7

—Señorita, ¿gusta más té? —Le preguntó la pequeña a la persona que con dificultad se encontraba sentada en un diminuto banco, para su complexión, en frente de una mesa, a su lado derecho yacía un peluche en forma de alien y a su lado izquierdo una muñeca de trapo, conocida como Clementina. 

—Por favor. —Jung Min acercaba le acercaba la taza a Mae Ri, traía puesto una sabana que pretendía ser un vestido, un sombrero hecho de papel y maquillaje. Mae Ri había jugado con él al salón de belleza, al supermercado, a las muñecas, al doctor y ahora, a tomar el té. El día anterior había llevado a Mae Ri a una juguetería y comprado todo lo que ella quería; por el momento, el departamento de Baby se había convertido en la sala de juegos de Mae Ri. 

—¿Con cuántas cucharadas de azúcar?

—Sin azúcar, debo cuidar la línea. 

—Dice Clementina, que usted está en perfecta condición.

—Gracias por el alago, querida. —Le dijo Jung Min a la muñeca. 

Baby regresaba a su casa, había ido a correr un rato, para despejar su mente; aunque no se hubiera peleado propiamente con Suzy, se sentía preocupado de que ella lo pudiera dejar. Cuando encontró a Jung Min y a la pequeña Mae Ri tomando el té. Baby sacó su celular y le tomó una foto a su amigo, se vio tentado a enviarles la foto a sus otros tres amigos, pero ellos aún no sabían la verdad acerca de Mae Ri, así que se limitó a guardarla. 

Baby no sólo tomó una, sino varias fotos, cuando Jung Min se dio cuenta, se levantó de la silla y fue en contra de su amigo. El mayor correteaba al menor por toda la casa.

—Señor U: ZOOSIN, señorita Clementina, la sesión de té se ha acabado. —Se levantó de la pequeña silla y fue a buscar el celular de Jung Min. 

—Amor, ¿pasó algo con Mae Ri? —Preguntó la voz al otro lado del teléfono. 

—Estoy bien, pero el caballo atacó a la tortuga. —Contestó Mae Ri, Hae Ra sólo pudo soltar una carcajada.

—Es normal en ellos. 

—Quiero hablar con Samantha, pero no encontré el teléfono en el celular de Jung Min. —Informó la pequeña, a su corta edad era muy inteligente, independiente e intuitiva. Ella ya sabía quien era su verdadera madre. 

—Espera un momento…

—Siento como si me hubieran atropellado. —Sam desayunaba junto con Eun Jo, tenía una resaca insoportable, pero ese día debía hablar con Young Saeng y recoger a Tobías en el aeropuerto. 

—¿Qué tanto bebiste anoche? —Interrogó Eun Jo. Sam no respondió. —Debiste beber mucho para que Hyun Joong te trajera cargando. 

La ojiverde escupió el jugo de naranja que bebía. —¿Qué?

—¿No lo recuerdas?

Samantha se quedó pensando por un momento y pequeñas escenas vinieron a su mente. —Anoche casi lo besó. —Puso sus manos en su boca y ahogó un grito. 

—Tonta. —Dijo Eun Jo y se levantó de la mesa. —Me voy, Min Yah no tarda en pasar por mí, nuestro autobús sale en una hora. 

—¿Autobús? —Sam también se levantó y siguió a su hermano a la salida de la casa. 

—Sí, me voy una semana a una práctica de campo. —Eun Jo se puso los zapatos, se colgó su mochila , tomó la maleta y abrió la puerta 

—Espera. —Lo detuvo antes de que se fuera. —Has crecido mucho, ya no eres ese niño malhumorado al que le salvé la vida. —Acarició su rostro. — Cuídate. —Lo abrazó con fuerza. —Prométeme que cuidaras a eomeoni y apoyaras a tus hermanos. 

Find (Nameless Memories)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora