Capítulo III

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A los 19 años ya no creía mucho los relatos de mi abuela y el espacio, en sí ya no me interesaba tanto el universo, mi madre me cansaba con las mismas preguntas de años atrás y pensaba seriamente que no quería ser astrónoma, lo malo es que no sabía a que podía dedicarme, siempre imagine que sería sencillo seguir los pasos de mi madre ya que el crecer aprendiendo los mapas de las constelaciones y escuchar a la hora de la cena sobre las nuevas teorías que aparecían entorno al cosmos había facilitado mi elección de carrera, pero no quería vivir siempre llena de preguntas, cuestionándome la inmensidad, ya bastante es el preguntarme ¿Quién soy realmente? Aunque todo mundo una vez en la vida se pregunta eso, yo sabía que por alguna razón no estaba en el sitio correcto.

-Sitlati, baja a cenar- escuché gritar a mi madre.

-Ya voy-baje la escalera aún pensativa.

-¿Te sientes bien cariño?

-Si, solo estoy cansada, ¿Dónde ésta la abuela?

-No se siente bien, ésta en el observatorio.

Nuestro llamado observatorio era solo una habitación llena de estrellas que brillaban en la obscuridad, un par de telescopios y los mapas que traía mi mamá del trabajo.

-¿Qué tiene?

-No lo sé, ha estado encerrada desde la tarde, pero Sitlali tengo que platicarte algo importante.

-¿Es sobre mi prueba para la universidad?

-No querida, es sobre una propuesta de trabajo.

-¿Qué te han ofrecido?

-Bueno, me han propuesto terminar con la investigación de tu padre, antes de que nacieras él trabaja en una nueva teoría que según él, podría revolucionar todo lo que se conoce sobre los mapas del universo, en ese entonces él y yo vivíamos cerca de la costa, donde la luz de la ciudad no llegará, cuando supe que estaba embarazada de ti, decidimos mudarnos y verte crecer, pero cuando tu padre falleció pedí a unos amigos que cuidaran la casa que teníamos, tu sabes que no podía regresar a ella, pero me han hablado y han encontrado nuevos datos que tu padre dejo, dicen que soy la única que puede descifrar que es lo que él veía, he hablado a mi trabajo y esperan que logre rescatar el legado de Keid, será solo medio año, podrías aprender a surfear, o aprender otro idioma...

-Espera- detuve la plática- quieres decir ¿Qué si nos mudamos no tendré que escoger este año mi carrera?

-Bueno, podrás hacerlo cuando regresemos.

-No, no, está bien, podría aprender otras cosas o conocer la costa, ¿Qué piensa la abuela?, ¿Iría con nosotros verdad?

-Si, ella iría con nosotros, pero aún no logro comentarle bien la situación.

-¿Cuándo nos iríamos?.

-Este sábado.

-¡Tengo que apurarme es jueves!

-Tranquila, quería comentarte primero, ya que aceptaste avisare a mi jefe que el cambio se hará y nos ayudaran con la mudanza.

-Le iré a comentar a mi abuela, tal vez logre animarla.

-Pero hija no has cenado- escuche que decía mi madre pero ya estaba subiendo las escaleras al observatorio, al menos las cosas iban bien o ¿No?.

La historia de las Estrellas Fugaces.Where stories live. Discover now