Cap.15 || Un largo descanso ||

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Narra ____

____: ¿Y todo será perfecto verdad? -preguntaba mientras me encontraba tumbada en la cama del enmascarado, mirando el techo blanco.

Obito: Será tal y como te lo imaginas... -entrelazó sus dedos con los míos.

____: Me imagino demasiadas cosas... No creo que puedas conseguir tanto -reí un poco para luego dar media vuelta y acabar encima suya. 

Podía notar su respiración, estaba tranquilo.  Lo miré a los ojos y le dediqué una tierna sonrisa. Sin conciencia alguna, el azabache se sonrojó, y pareció no darse cuenta de ello. O igual trataba de disimular, pero si ese fuese el caso, no lo estaba consiguiendo.

____: ¿Y ese sonrojo? 

Obito: ¡¿Qu-Qué?! Yo no... ¡No estaba sonrojado! -comencé a reír por su reacción- ¡Solo estás imaginando cosas! Y por lo de antes, si que puedo conseguir cualquier cosa... -apartó la mirada entrecerrando un poco sus ojos- No me subestimes.

____: No te subestimo... pero, ¿podrías hacerme más alta? Me siento bajita hasta con Sasori...

Obito: Ja, enana.

____: ¿Qué has dicho? - Con mi sharingan activado comencé a hacer presión en su pecho- ¡al menos yo tengo mis dos ojos! 

Este soltó una pequeña risa y agarró mis muñecas, impidiendo que siguiese presionando de esa manera.

Obito: Yo tengo el rinnegan y el mangekyo sharingan, dime, ¿qué tienes tu?

____: Yo... tengo salud -me desplomé sobre el Uchiha, rendida. Ciertamente él tiene más poder que yo.

Obito: Te volví a ganar -sonrió victorioso- Y ni siquiera tuve que usar mi arma secreta.

Sin moverme de la posición en la que me encontraba, lo miré con cansancio y a la vez algo de intriga. El me notó, por lo que respondió sin necesidad de yo tener que articular una sola palabra.

Obito: Te tengo a ti -seguido me envolvió en sus cálidos brazos y depositó un suave beso en mis labios.

De un momento a otro me sonrojé igual que lo hizo el hace unos instantes. Estaba sorprendida, no me imaginaba que Obito fuese ese tipo de persona. Siempre lo vi como alguien frío, que no demuestra mucho sus sentimientos. Siempre usaba el mismo tono de superioridad para dirigirse a Pain o a Konan. Aunque el asunto cambiaba con respecto a Tobi, adoraba esa falsa personalidad tan adorable, pero parece que él no piensa lo mismo. Cada día acababa agotado.

Obito: ¿Y ese sonrojo? -mostró media sonrisa antes de volver a besarme, pero esta vez de una forma más apasionada. 

Odiaba, a la vez que amaba, su forma de jugar con mis sentimientos. Cada día me sentía mas enamorada, para que lo voy a negar. Desde ese trágico día en el que creí haber perdido a Obito para siempre, no me imaginé que pudiese volver a verle, y menos aun llegar a ser tan feliz. Pude encontrar a Itachi, y hacer unos amigos, que por raros que sean, les tengo mucho afecto.

El juego de besos se nos acabó yendo de las manos, por un breve instante, el azabache me apartó de él y de un fugaz movimiento se quitó la camiseta negra que tapaba su bien definido torso. Me acorraló en una de las esquinas de la cama y gentilmente pasó su mano izquierda por debajo de mi camiseta, acariciando de forma muy suave mis caderas a la par que iba subiendo. Su otra mano libre trato de quitar mi chaqueta con el símbolo de nuestro clan. Con una breve idea de como podía acabar esto, acabé por quitarme la prenda yo misma, facilitando así el trabajo a Obito.

Estaba a punto de quitarme cualquier prenda que taparse la parte superior de mi cuerpo, pero Obito se detuvo por un instante. Segundos después se escucha el sonido de alguien llamando a la puerta.

~Bajo el mismo cerezo [Obito y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora