POV CARLY
Antes de verle, decido entrar en la cocina para beber un vaso de zumo fresco de naranja, aunque no me guste, pero necesito relajarme. Veo a mi familia a través de la ventana, que están en el lado contrario de la casa de donde nos encontraremos nosotros, aunque Tom sale corriendo hacia la ventana con una gran sonrisa.-
-Primita, ¿no habías quedado con Jack?
-Eh.. Sí, estaba tomando algo fresco y salía ya, ¿cómo lo sabes?
-Oh, Carly, mi pequeña Carly, es mi mejor amigo, nos lo contamos todo. Y quiero que sepas que me alegro que intentéis arreglar la tensión que había; me hacía sentir incómodo.
-Ya, no hemos empezado con buen pie, pero nada mejor que una buena charla y la paz para todos, no es nada agradable que por un par de mal momentos os haga estar mal, además, llevo aquí dos días y me queda algo más de un mes. Por cierto, ¿me dejas tu teléfono dos minutos para que pueda llamar a Matt?
-Sí, no lo necesito de momento, aunque no llames mucho tiempo. Me lo devuelves cuando acabéis y nos busquéis, aunque ya sabes dónde estamos.
-Gracias primo, te prometo que eres el mejor.
Marco los nueve dígitos que me obligué a memorizar antes de venir por momentos como estos. Tarda unos segundos en responder, así que me acerco a paso rápido hacia los columpios para tener intimidad.
-Buenas, ¿quién es?
-¡Hola amor! Soy Carly, te he llamado rápido desde el número de mi primo. Te echo de menos.
-¡Cariño, te echaba de menos! Estaba como los locos sabiendo que no podía llamarte. ¿Cómo va todo?
-Genial, porque por fin he podido ver a mi familia, pero no puedo dejar de pensar en ti y en nuestros amigos.
-Te entiendo, Carly, pero en un mes estarás de nuevo con nosotros.
A lo lejos veo a Jack acercándose sonriendo, aunque cuando visualiza el teléfono, se para y me mira fijamente mientras hablo.
-Lo estoy deseando. Y tengo que colgar ya, intentaré llamarte pronto, te quiero.
-Yo también te quiero, pásalo bien.
Cuelgo al momento y el móvil vibra avisando de que llegó un WhatsApp, el cuál leo sin abrir, y una sonrisa enorme me aparece junto a una pequeña carcajada.
Te extraño bb, me llamas sta noche?
El contacto es Óscar y un emoticono amarillo al lado. Más tarde le preguntaré.
-Ven, Jack. Ya colgué.
Viene al trote hacia mí, me levanta tirando de mis manos y me pega a su pecho dándome un abrazo. Y yo no entiendo nada.
-Me encanta como hueles a coco, y quiero que se pegue en mi ropa.
-¡Estás loco!.- digo riéndome y apartándome.
-Quizás lo estoy, y antes de que digas nada, quiero empezar a hablar yo. Quiero disculparte por haber sido un pesado estos dos días, te he estado agobiando y diciendo comentarios imprudentes sin respetar que tengas novio y tu idea de alejarte de mí, y como no podría soportar que lo hagas, iremos a tu ritmo, ¿vale? A tu ritmo en todos los sentidos, llevarás las riendas y haremos que te sientas cómoda, porque yo me descontrolo si tomo mi propia iniciativa, digo cosas que no debo y haría cosas que sólo provocarían que me odiaras.
-Sólo con una condición.
-¿El qué, pequeña?
-Acepto el que yo lleve el control, porque quiero tranquilidad para nosotros y mi familia, pero hazlo. Lleva las riendas por última vez, ahora, esta noche, me parece lo más justo.
-Carly, no puedes hablar en serio. No sabes lo que dices. No sabes de lo que soy capaz.
Noto esa tensión de placer, se me nubla la vista y me dejo llevar. A la mierda todo.
-Enséñame de lo que eres capaz.
Me agarra de la mano firme, sin apretar para no hacerme daño. Me lleva hasta una caseta de madera que hicieron mis abuelos a la que no dieron uso, pero meten objetos y muebles que no caben en la casa. Abre la puerta nervioso, con manos casi temblorosas y excitadas. Entra y vuelve a tirar de mí. La caseta está iluminada lo necesario por los focos que rodean la casa de mis abuelos, y esto se torna a peligroso.
Jack se acerca, provocando que mi cuerpo recule hasta notar un tope en las piernas, y mi cuerpo cede cayéndose encima de algo blandito. Una pequeña cama.
-No llego a comprender lo que piensas. Me molesta no saber lo que quieres. Carly, necesito saber si estás segura de seguir, porque no hay vuelta atrás.
Trago saliva y le observo, su forma de tensar la mandíbula, las venas en sus brazos fuertes, su gran erección... Y no puedo resistirlo.
-Confío en ti, me dejo en tus manos.
Suspira de forma leve y tira de mí para ponerme de pie y tumbarse él en mi lugar, sin soltarme, y va haciendo fuerza para que me coloque a horcajadas sobre él, justo sobre un gran bulto. Me pide silencio, que no hable. Pone las manos en mis muslos y va subiendo levemente, hasta llegar al botón de mi pantalón y lo quita. Me pide que me lo baje y no lo dudo en ningún momento. Se le escapa una leve risa viendo que es un bañador y no puede ver el tanga que me regaló, aunque sube las manos por mi vientre hasta colocarlas en mis pechos, suspirando, y yo con pequeños jadeos. Y de repente, sin esperarlo, me aprieta los dos pezones mientras sube más su erección clavándola en mí.
-Quítame el pantalón, Carly. Por favor.
Sin pensarlo dos veces, me retiro un poco y lo bajo rápidamente, totalmente satisfecha.
-¿No te dejas algo que nos separa?
Y de repente caigo en lo que estoy a punto de hacer, y cuando estoy segura de que me arrepiento de todo esto, pasa algo que me deja anonadada.
ESTÁS LEYENDO
Cambio de sentido
RomanceCarly tenía una vida perfecta, o al menos casi. Un interesante verano en la granja de sus abuelos lo cambiará todo. Jack era un chico desgraciado en la vida con demasiado que ocultar. Sólo necesitará un verano para dejarlo todo atrás. Risas. Humor...