CAPÍTULO NUEVE

7 2 0
                                    

-¡Eres un capullo, Jack! Olvídate de mi amistad, y de todo sobre mí. Me has decepcionado.

-Por favor, rubia. Déjame explicarlo. Todo se puede solucionar, dame una última oportunidad. Te lo suplico.

-Eres un capullo. No te mereces nada.

Un rato antes

Nos gira a ambos haciéndome quedar debajo, y clavándome aún más el gran bulto, provocando que gima en su oreja. Va dejando un rastro de besos desde mi cuello hasta donde se sitúa el ombligo, y con destreza quite el agarre bajo del bañador. Y me hace girar haciendo que quede con la cara pegada al colchón. Me sube con delicadeza el bañador hasta la cintura, y me acaricia con ternura las nalgas.

-Eres hermosa; eres la imagen del erotismo.

Me sube las piernas dejando una postura muy excitante con mi trasero en pompa y el vientre pegado al colchón.

-Te podría hacer disfrutar, Carly. Te podría provocar sensaciones increíbles. ¿Eres virgen?

Con algo de timidez y con miedo a su reacción, contesto:

-No, no lo soy.

Lo escucho de soltar una pequeña risa, y noto cómo se mueve, aunque no alcanzo a verle. Y, de repente, todo se me nubla cuando noto una suave humedad en lo más sensible de mí. Noto cómo me come y me saborea con ansias. Siento sus gemidos en lo más fondo de mí cuando me escucha chillar lo más flojo que consigo. No deja de seguir un ritmo lento, hasta que noto un placer intenso y siento que me queda poco para conseguir el climax.

-No voy a dejar que te corras aún, mi rubia.

Me vuelve a girar y me coloca como antes. Lo veo de agacharse en un segundo y seguir con su tarea.

-Agárrame el pelo para cuando sientas que no puedes soportarlo, apóyate en un codo para ver lo que te hago yo, sólo yo, y disfruta, por favor.

Sigue paseando su lengua, acompañada de pequeños mordiscos. Noto que estoy apunto otra vez, y le miro; él me está observando, y siento que no puedo más.

-Córrete, Carly, córrete para mí. En mi boca.

No aguanto más al escucharle, le tiro del pelo, le empujo la cabeza hundiéndole más, y me dejo llevar notando cómo se me dispara la respiración, temblando y viendo las estrellas.

-Eres deliciosa, Carly. Estaría así día y noche, ha sido maravilloso. Háblame. Quiero saber qué opinas.

-Yo... Pues... Me ha gustado mucho, aunque me encuentro algo confusa.

-No te preocupes, será nuestro secreto.

Me incorporo y veo que se está tapando el sexo, y no puedo evitar poner cara de sorpresa.

-No pensabas que serías la única que tendría un orgasmo, ¿no? A mí también me apetecía. Y voy a correr al baño que hay fuera junto a la caseta a lavarme las manos, ahora vengo.

Coge su ropa interior y su pantalón de encima de la cama, y noto que se le cae el móvil, pero antes de avisarle, cierra la puerta. Lo cojo para dárselo cuando vuelva, cuando se enciende la pantalla de bloqueo enseñando un mensaje que me baja todo el humor que tenía:

Ratoncita:

Me siento mal sabiendo q es nuestro aniversario y no ests cnmigo, cnd vuelves?

Tiro el móvil al suelo, ignoro la mancha de humedad que tiene el colchón, me visto rápidamente y corro hacia la casa.

Cambio de sentidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora