hola¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Seguro me odian por no publicar en un mes, o mas. Pero por eso decidi hacer este maraton de tres capitulos, asi que no desesperen ya no hay mas espera.
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PERCY POV.
No sé qué pensar exactamente, es decir cuando nos conocimos yo ya sentía algo por Annabeth y además había aterrizado en su hogar accidentalmente después de lo que fue mi primer huracán (otro de los poderes de Poseidón) y había acabado en esa isla inconsciente. Ella había cuidado de mí, pero al final me había marchado prometiéndole que haría que su castigo fuera retirado.
Pero luego durante mi agradable estancia en el Tártaro- nótese el sarcasmo- descubro que había lanzado una maldición, provocando que mi novia por poco cayera de un precipicio.
Por un lado quizá me sentía culpable por no haberme asegurado que los dioses hubieran cumplido mi promesa, pero por otro estaba molesto por haber puesto en peligro a mi Annie.
- Calipso- dije para romper el hielo, no digo que no siga molesto, pero igual no podía ser grosero, ¿o sí? Al fin y al cabo ella me había lanzado una maldición.
- Percy- respondió ella algo cortante y desvió la mirada, como si mi mera presencia le incomodara.
Se hizo un largo e incómodo silencio, hasta que Leo decidió hablar.
- Bueno, chicos-dijo mirando a los demás- les presento a mi novia, Calipso
Piper se adelantó un poco.
- Aun no entiendo como...- se atraganto un poco con las palabras y luego dijo-...como es que...
- ¿Estoy aquí?- completó Leo
Piper asintió al tiempo que más lágrimas corrían por sus mejillas.
- Se los contaré, lo prometo- contesto el hijo de Hefesto- pero por ahora me gustaría mostrarle el campamento a mi novia, ¿vamos?- preguntó esta vez dirigiéndose a Calipso
- Vamos- contesto ella asintiendo.
Leo le tomo la mano y se la llevó.
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Esa noche se hizo una, digamos celebración, en honor a Leo y su recién llegada novia, que ya me parecía que era más que su amiga. Se habían esmerado bastante en arreglarlo todo, lo tengo que admitir, y sinceramente no me sorprendía, al fin y al cabo gracias a el habíamos podido vencer a Gaia el año pasado.
Aun me costaba creer que estuviera vivo y estoy seguro que no era el único que quería conocer la historia completa. Nico di Angelo dijo que había sentido su muerte, sin embargo aquí estaba, y además no estaba solo. No sé exactamente cuando fue que Leo y Calipso se conocieron, si recuerdo haber oído algo acerca de una diosa menor que lo había sacado volando del Argo II y había estado desaparecido por un tiempo, mientras Annabeth y yo estábamos en el Tártaro, solo recordarlo me dan escalofríos. Aún tengo pesadillas con eso y estoy seguro que Annabeth también, por eso hemos estado compartiendo cabaña últimamente.
- Hey- me saludo Annie sacándome de mis pensamientos.
- Hola, Annie- dije acercándome a ella y plantándole un beso en sus labios.
- ¿Me extrañaste?- pregunto ella con una sonrisa de lado.
- Por supuesto, amor- le respondí con una sonrisa pícara para luego jalar una silla para que se sentara.
Piper y Jason estaban hablando animadamente con Leo y Calipso, aunque notaba que Piper seguía algo afectada por su regreso.
- Percy- me dijo mi novia- ¿Qué pasa?
- Yo...eh...nada- le respondí mientras me levantaba- tengo que tomar aire.
- Pero...
No termine de oír lo que estaba por decirme, porque me apresure a salir de ahí, aun me sentía un poco culpable y molesto por lo de Calipso, e incómodo por el hecho de que cada vez que Leo me miraba jalaba un poco a su novia hacia él, en modo protector, como si temiera que pudiera lastimarla o algo así.
- ¡Percy, espera!- oí que me llamaba Annabeth.
Deje de andar y me gire hacia donde venía su voz.
- ¿Estás bien?- prosiguió mi novia-
- Sí, todo bien Annie, es solo que...
- ¿Es por Calipso?
Baje la mirada, Annabeth sabía lo de mi pequeña visita a la isla de Ogigia, y estaba enterada de todo lo sucedido con Calipso, y si a eso le agrego que me conoce demasiado bien...
- Mira, sé que les hiciste prometer a los dioses por la laguna Estigia que la sacaran de esa isla, no puedes culparte de que lo hubieran hecho a su modo, además no paso tanto tiempo de eso
- Lo sé- la interrumpí- pero un así debí haber hecho algo mas y también está que te maldijo y
- Oye- me dijo poniendo su mano sobre mi mejilla- ya, está bien. Mírala ahora, parece que encontró a su chico y se ve feliz, quizá no debía ser liberada antes, ¿no lo pensaste? Y lo otro, si lo vez por otro lado eso ayudo a que Bob nos diera una mano.
Cuando dijo esto último hubo un poco de silencio. Bob. Se había sacrificado por nosotros y quien sabe cuánto le tardaría en regresar o si regresara siendo Bob, o Japeto.
- Supongo- dije finalmente, aunque aún no totalmente convencido
- Percy mírame,- subí mi mirada hasta encontrarme con esos ojos tormenta que tanto me gustan- no puedes culparte de todo lo que pasa, y ella ya parece haberse olvidado de esos detalles.
- Pero...
- Nada. Vamos, volvamos adentro que Leo está a punto de narrar lo que pasó ¿sí?
Suspire.
- Está bien- dije rindiéndome- como quieras, pero antes...
Tome su rostro con mis manos y la atraje hacia mi acortando la distancia entre ambos.
- Gracias listilla- dije al separarnos- Te amo.
- Y yo a ti sesos de alga.
Entonces llego la visita.
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¿quien sera la visita de nuestra pareja favorita?
sigan leyendo para descubrirlo, pero antes traten de adivinar y dejen sus respuestas en comentarios.
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Wicked Revenge
FantasyUn antiguo campista regresa. Una nueva profecia. Un gran peligro a la vuelta de la esquina. Y dos jovenes que solo querian tener una vida feliz.