Ojo de Tormenta

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Un mes... Un jodido mes en el cual Yuri había tenido que soportar las hormonas de varios lobos indisciplinados, los coqueteos de su auto-proclamado padre al zorro que a su punto de vista solo era un llorón bueno para nada.

Y con una alfa sobre protectora con su omega el ambiente siempre era tenso. Pero en esos momentos agradecía tener a su lado al lobo kazajo, ese chico siempre estaba dispuesto a escuchar sus reclamos sin parar, de como Mila coqueteaba con algunos omegas novatos, de su "padre" coqueteando con el zorro y de como la loba ártica se la pasaba cuidando en exceso a la tigresa que estaba apunto de perder la paciencia con su alfa.

Aunque el leopardo aun no comprendía esa calidez en el pecho que crecía cada que veía al lobo y que se iba cuando sus caminos se separaban, varias veces había ido a buscar el consejo de su abuelo y este siempre le respondía de la misma manera "Te gusta, Yura" pero él lo creía imposible, solo eran amigos y el kazajo nunca se fijaría en él; tenia la atención de las omegas mas hermosas del lugar y él solo era un chiquillo malhumorado y grosero.

- ¿En que piensas Yura?

Cierto... Estaba sentado a las orillas del lago que siempre estaba congelado gracias a las bajas temperaturas del bosque, con el chico que ahora abarcaba todos sus pensamientos.

- En nada

- Mientes, cuando tienes algo en la cabeza tus ojos se pierden y dejas de tener ese brillo especial.

El rubio solo pudo tragar en seco, el lobo lo había descubierto y ahora no sabia que inventarse para evitar que su amigo se alejara de él al descubrir sus sentimientos

- No es importante, olvidalo

- Si afecta tu mirada entonces me importa

Ahora si que se había quedado sin palabras, quería decírselo, quería confesarle que lo tenia en su cabeza día y noche y que nunca se quería separar de él

- Mierda... Es que no puedo evitar pensar en ti todo el tiempo, no puedo evitar sentir el vacío que se me forma en el pecho cada que nos separamos, y maldición no se como lidiar con eso.

Listo lo había dicho, ahora solo esperaría a que el kazajo lo rechazara y le dijera que solo eran amigos y se terminaría alejando de él completamente

Una suave caricia en su mano derecha lo trajo de vuelta a la realidad, miro esos ojos chocolate que desprendían amor, cariño y felicidad ¿Él se sentía igual?

Veía como el kazajo lentamente acercaba su rostro y sintió sus mejillas sonrojarse, iba a cerrar los ojos y dejarse llevar cuando varios lloriqueos lo hicieron separarse de la nada y salir corriendo a donde los gritos se escuchaban. Maldecía a su omega interno por no poder evitar sentir esa necesidad de ir a proteger a los cachorros.

Cuando llegó se dio cuenta que no era el único omega que iba al rescate, la mayoría de los omegas que estaban sin marcar eran detenidos por alfas y betas para evitar que se acercaran a la mansión que servía como orfanato y que se encontraba en llamas.

Aprovechando que el anciano se encontraba deteniendo al zorro corrió en dirección al edificio para salvar a quien estuviera en peligro. Escuchó su nombre varias veces pero hizo caso omiso, atravesando lo que alguna vez fue una hermosa puerta y que ahora se encontraba rota y con manchas de sangre

Siguió los llantos hasta una habitación que aun estaba lejos de las llamas, abrió la puerta de una patada mirando a la loba ártica protegiendo a varios cachorros detrás de ella.

- Susi, ¿donde esta Xanthe?

- No lo se nos separamos para proteger a los niños.

El leopardo bufo y ayudo a la loba a sacar a varios chiquillos que lloriqueaban y soltaban feromonas de miedo. Una vez que sacaron a los niños volvieron a entrar esta vez siguiendo seguidos por el lobo kazajo que pudo escaparse del abrazo de su madre.

Suave Pelaje {Otayuri} [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora