Prosthetic Head

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Después de dejar a Marinette, Adrien y yo fuimos a pasear por los campos elíseos hasta que empezó a anochecer. Regresamos a la mansión Agreste y nos fuimos a dormir. Bueno, él se quedo dormido apenas se sentó en la cama. Yo en cambio me quedé parado un momento, observando a Adrien desparramado en la cama hasta que sentí que cuando se despertara le dolería el cuello por estar en tan mala posición para dormir. Lo acomode con cuidado entre las cobijas con cuidado de no despertarlo. Le di un beso de buenas noches en la frente y otro en los labios. Segundos después recordé las palabras de Marinette y estuve dándoles vuelta durante un rato.

¿Realmente estoy utilizando bien todo el tiempo que me queda? ¿Estoy yendo por el camino correcto? ¿Debería cambiar? ¿Cambiar en que? ¿O es que ya he cambiado? Definitivamente he cambiado bastante, ya no soy aquel artista tímido y callado. Al menos no desde que me enfrenté a Chloe frente a toda la clase, ¿Pero realmente soy yo? No recuerdo haber sido imbécil antes de eso y mucho menos alguien grosero, el enojo que me causo el que ella me haya arruinado un dibujo y mis audifonos me hizo perder el control... No sólo eso, yo ya no quería que ella se siguiera burlando de mi... Pero lastimé a muchas personas en el proceso y las sigo lastimando.

Es claro que no soy la mejor persona en este mundo, ¿Pero, entonces, soy la peor?

Un millón de pensamientos invadieron mi mente y me hicieron caer de a poco en una depresión que aumentaba casi con cada nuevo pensamiento. Quería huir de toda esta nueva tortura. Dirigí la mirada hacia Adrien, el cual parecía dormir plácidamente, tomé su mano y la entrelacé con la mía. Estaba caliente en comparación a la mía.

Puede que suene cursi o como un cliché, pero al sentir su mano cálida fue como si una pequeña llama comenzará a derretir aquella triste agonía en la que me encontraba en ese momento y la convirtiera en un pequeño charco de amor en el cual me encantaría desaparecer. Sin darme cuenta comencé a llorar desconsoladamente, me limpie las lágrimas y me recosté a su lado, aún sin soltarle la mano empecé a cantar:

"A donde vayas, sabes que ahí estaré. Si te vas lejos, sabes que ahí estaré. Iré a cualquier lugar, así que te veo ahí. Nombra el lugar, sabes que estaré ahí. Di la hora, sabes que estaré ahí. Iré a cualquier lugar, así que te veré ahí.
No me importa si no te interesa. Estaré no muy detrás de ti. Lo haré, tenlo en mente. Estaré ahí para ti."

Poprocks and coke... Creo que es una de las mejores canciones que podría recordar en este momento. Seguí cantando la canción hasta que me quede dormido.

Adrien me estaba gritando algo que no podía entender. Abrí lentamente los ojos, tratando de adaptar la vista a la intensa luz del sol... ¿Intensa luz del sol?

–Fuck! ¡La escuela!

–¡Hasta que te despiertas, Nath! ¡Apúrate que se hace tarde! Aunque no creo que se puede hacer más tarde de lo que ya es.

Me levante rápidamente y comencé a prepararme para poder llegar a la escuela. Termine de cambiarme casi al mismo tiempo que Adrien.

Salimos y corrimos hacia la escuela. Hace mucho que no corría tanto.
Llegamos justo cuando sonaba el timbre que anunciaba el descanso, entramos y todos estaban haciendo un círculo en torno a alguien. Nos acercamos y pude ver que ahí estaba Lila, gritando mi nombre.

–¡Nathanaël!

–Lila, por favor, cálmate.

–¡No me voy a calmar hasta que vea a ese hijo de puta!

–Estás armando un escándalo por nada.

–¡Debo decirle a ese imbecil lo que pienso de él!

NimrodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora