Mi promesa pendiente (Sailor Moon)

Capitulo 4: Irnos

...

— ¿Qué es lo que sabe Mamoru exactamente? —preguntó Rei afligida.

Detrás de Hotaru aparecieron Luna y Artemis. Las outers explicaron a las inners que el día anterior, el espejo de Michiru había revelado a un intruso. Lo buscaron por todas partes, pero no les fue posible hallarlo. Mamoru había sentido una extraña presencia, el príncipe con el pasar de las batallas, se había vuelto más perceptivo así que telefoneó a Setsuna para informarle acerca de lo que ocurría, fue él mismo también, quien les informó el lugar donde se hospedaban Usagi y sus amigas. Una vez que Setsuna habló con Mamoru, el reflejo del espejo de Michiru reveló aquel intruso que no hacía más que escabullirse de ellas, el reflejo mostró claramente a Seiya Kou.

Decidieron viajar de inmediato al hostal para advertir a las chicas, pero cuando llegaron ahí, se encontraron solo a Luna y Artemis, quienes las guiaron hasta el lujoso hotel en donde se encontraban de fiesta.

— Ese sujeto no aprende. Una vez que lo encuentre le daré una paliza —dijo Haruka tronando sus dedos.

— Mamoru cree que puede tratarse de un enemigo, el cual podría venir tras Usagi. Por esa razón, él quería acompañarnos. Lo convencí para que se quedara una vez que supimos que se trataba de Seiya y no quisimos preocupar al príncipe —explicó Setsuna.

— Si Usagi ha desaparecido, a mí me parece que no ha sido en contra de su voluntad —dijo Minako con voz firme.

— ¿Qué es lo que quieres decir? ¡Explícate! —ordenó Haruka.

— Minako tiene razón —dijo Makoto apoyando a su amiga—. Al parecer, Usagi se enamoró de Seiya. Si eso es así, no podemos hacer nada. Es algo que ni ella puede controlar.

— ¡No digan tonterías! —dijo Haruka alterándose.

— Es por mi culpa —dijo cabizbaja Setsuna—. El viaje en el tiempo de la pequeña dama alteró el destino de la Tierra. Jamás pensé que las consecuencias fueran que la pequeña Chibiusa desapareciera. Hasta los cristales dorado y de plata están creados para utilizarse juntos, esa es la manera en que alcanzarán su máximo poder.

— ¿Se dan cuenta de lo grave del asunto? —preguntó Hotaru. Minako y Makoto asintieron con resignación.

— Entonces dejémonos de tonterías y busquemos a ese sujeto —sugirió Haruka con evidente molestia.

— Nos hospedaremos aquí esta noche —anunció Michiru—. Seiya no puede estar lejos, lo buscaremos en el hotel y en los alrededores, tenemos toda la noche.

— Además, está muy claro que está escondido frente a nuestras propias narices —dijo Haruka apretando los puños con indignación.

— Nos hemos tomado la libertad de decir en el hostal donde se quedan que nosotras las recogeríamos, así que ahora solo esperamos su cooperación en este asunto —dijo Setsuna.

Las inners asintieron con decisión. Haruka se acercó a la recepcionista para pedir dos habitaciones y aprovechó de interrogarla.

— ¿Hay algún sujeto hospedado en este hotel llamado Seiya Kou? No hace mucho era una estrella, así que tal vez pueda sonarte familiar. 

La recepcionista dudó unos segundos, incluso preguntó si eran policías, porque la verdad, ella no estaba autorizada a dar información sobre la gente que se hospedaba en el hotel, al menos que fuera realmente necesario. Haruka se irritó con la respuesta de la recepcionista y golpeó el mesón con la mano derecha. Michiru intentó calmarle y decidió hablar ella.

— Disculpe señorita, lo que sucede es que este hombre fue el último en ver a una amiga nuestra a quien buscamos con desesperación. Para nosotros es importante que nos diga si lo ha visto aquí al menos —Michiru acercó una fotografía de Seiya a la recepcionista, para ver si lo identificaba.