Capítulo 3: Reencuentro

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Usagi se durmió en la madrugada, por ello, cuando se despertó, ni Luna, ni Rei se encontraban en la habitación.
Recordó la escena que había visto en la noche. Aquella estrella fugaz que le hacía recordar a Seiya.

- Quisiera que fueras tú -murmuró melancólica. No sabía si esa estrella era alguna señal o simplemente una coincidencia, pero mejor era guardárselo como un secreto, como una señal del cielo, en donde Seiya le respondía sus interrogantes y de alguna forma, la idea la tenía más animada.

Se dio una refrescante ducha, se vistió, peinó su largo cabello y bajó hasta el salón de la recepción para ver si encontraba a alguna de sus amigas.

- ¿No te parece que es algo tarde para desayunar, Usagi? -dijo Minako, quien estaba ordenando una mochila con agua, fruta, protector solar y otras cosas.

- ¿Qué? ¿Qué ocurre? ¿Dónde vas? -preguntó Usagi confundida.

- ¡Iremos! La pregunta es "¿Dónde iremos?" -le corrigió Artemis.

Habían quedado de acuerdo de ir a una excursión al bosque y hacer un divertido picnic. A Usagi le gustó la idea y ayudó a Minako a ordenar la mochila. Makoto, se encontraba preparando una variedad de sándwiches para todas con la ayuda de Rei. Por otro lado, Ami marcaba la ruta a recorrer en un mapa junto a Luna.

Usagi por primera vez en esos tristes días, se puso feliz y entusiasta. Ese día bromeó con sus amigos, molestó a Rei como de costumbre, comió como si no existiera un mañana; se bañaron en unas exquisitas aguas termales y leyó un par de historietas cada vez que se paraban a descansar. Había sido un día increíble y sus amigos notaron el cambio de humor.

Rei le había comentado a los demás lo que había pasado la noche anterior. Se preocuparon que estuviese llorando, más no del resplandor que el broche emitió. Pensaban que el simple hecho que Usagi llorara le había servido para descargarse y aliviar su corazón, por eso había amanecido con un mejor semblante.

Llegaron al hostal casi al anochecer. Usagi estaba muy cansada, y comentó que iría a darse una ducha para luego ir a la cama, pero Minako se lo impidió.

- ¡No seas aburrida, Usagi! Hoy es sábado. Tomaremos un baño y nos iremos a una fiesta cerca de aquí.

- ¿Qué? ¿Una fiesta? Pero... estoy muy cansada -lloriqueó Usagi.

- Nada de eso. Les dije que aquí se hacen bastantes fiestas, el lugar está lleno de turistas. Al fin podré conocer chicos guapos -dijo Minako entrelazando sus manos con los ojos en forma de corazón.

Todas estaban muy cansadas, pero sabían que la mejor manera de mantener a Usagi alejada de sus tristes pensamientos, era teniéndola entretenida. Así que hicieron caso a su amiga Minako. Se alistaron para ir a un evento que ofrecía un hotel cerca de ahí. Era un lugar muy lujoso, pues tenía una terma dentro del mismo lugar, razón por la que Minako no hizo ahí las reservas. Pero descubrió que las fiestas eran con invitación. Entró tantas veces a la página web del hotel a llenar solicitudes, que salió seleccionada con invitaciones, por lo mismo, no iba a dejar que nada, ni nadie, le hiciera perder aquella oportunidad.

Estaban listas y hermosas para ir a la fiesta. La recepcionista les indicó que había un chófer que trabajaba en el hostal y que podía llevarlas hasta donde se dirigían.

Las chicas salieron muy emocionadas. Luna y Artemis se quedaron en el hostal a descansar.

Cuando llegaron, quedaron maravilladas por lo elegante del hotel. Rei se entretuvo platicando con un chico muy guapo, que tenía un amigo que a su vez charlaba animadamente con Minako, quien estaba muy coqueta; Makoto había sido invitada a bailar con un joven muy alto, apuesto y que hablaba solo inglés; Ami tomaba un jugo natural y Usagi probaba todos los platillos que encontró en la mesa.

Mi promesa pendiente (Sailor Moon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora