Mi promesa pendiente (Sailor Moon)

Capítulo 6: Discordia

Habían pasado dos días desde que Usagi desapareció. Ya era martes en la tarde y las guerreras estaban preocupadas, porque no había rastro de su princesa. Incluso Minako comenzaba a desesperarse al ver que no regresaba como lo prometió.

— No entiendo cómo es posible que con la percepción de Rei y el espejo de Michiru todavía no tengamos ninguna idea de dónde encontrarlos —dijo Luna preocupada.

— Aun así, sabemos que no están lejos... no han salido del planeta, ellos de seguro siguen aquí en la Tierra, de otro modo ya nos habríamos dado cuenta. Lo cual se me hace más extraño, no entiendo qué pretenden —dijo Hotaru.

— Estoy segura que ella volverá —dijo Rei con seguridad—. Debemos confiar en nuestra princesa.

— ¿Estás justificando lo que Usagi ha hecho? —preguntó Haruka con evidente molestia.

— No se trata de justificarla, Haruka —respondió Ami—. Pero la misma Setsuna nos explicó que esto pudo ser consecuencia del viaje del tiempo de Chibiusa. No es algo que Usagi buscó, simplemente no pudo evitarlo.

— No puedo creer que estén de su lado y la justifiquen así —dijo Haruka.

— Por supuesto que estamos de su lado, nuestro deber es velar por el bien de nuestra princesa, lamentablemente las cosas han cambiado a causa de sus sentimientos, pero todavía así, ella sigue siendo nuestra princesa —dijo Makoto con decisión.

— ¡Chicas, tranquilas! —dijo Artemis intentando calmar las cosas— Estamos aquí para encontrar a Usagi, no para discutir entre nosotros.

— Está bien, si quieren avalar el "romance" de la princesa, es cosa de ustedes, pero yo no lo haré —dijo Haruka golpeando la mesa con el puño cerrado—. Deberíamos dejar de hablar sobre este tema y salir a buscarla de una vez por todas.

— Si Sailor Moon no se encuentra para liderar al grupo, ustedes saben que quien toma el mando de las scouts soy yo —dijo Minako, poniéndose de pie para encarar a Haruka—. Y yo digo que esperaremos. No sabemos dónde más buscar, así que simplemente la esperaremos aquí.

Las scouts no podían creer que Minako enfrentara a Haruka de esa manera, la rubia no era autoritaria, pero al parecer se había hartado de todo, así que habló con determinación. Ninguna de las chicas le debatió, pues estaba totalmente fuera de discusión lo que Minako decía, ella era la líder ahora y había tomado una decisión, no quedaba otra que acatar.

— Está bien, señorita "Liderazgo", haremos lo que digas, pero cualquier pista que llegue mientras "esperamos", la seguiremos para ubicar a esos dos —masculló Haruka.

— Yo seré quien decida eso —habló Minako con autoridad y volvió a sentarse junto a las demás.

Haruka caminó hasta su habitación con indignación, Michiru le siguió.

— Haruka, ¿no crees que estás siendo muy dura con nuestra princesa? —dijo Michiru.

— ¿Tú también, Michiru? —preguntó Haruka— Sabes que eso sí duele, ¿no?

— ¡No digas tonterías! Siempre estaré de tu lado. Es solo que... si la historia cambia, será por decisión de la princesa y aunque sea horrible el hecho de que Tokyo de cristal no exista, que Mamoru sufra o que la pequeña dama no nazca, ella seguirá siendo nuestra princesa —explicó Michiru, tomando el rostro de Haruka entre sus manos—. Además, imagina que se nos prohibiera vernos, ¿serías capaz de soportarlo? porque yo no.

— No, no sería capaz —respondió Haruka, al mismo tiempo en que bufó—. No podría pasar ni un solo día sin ti, Michiru.

— Entonces tratemos de entender el por qué lo hacen y esperemos alguna señal. Si el espejo no me ha mostrado nada, si Rei tampoco puede tener alguna visión de dónde se encuentran, es porque así es como debe ser —dijo Michiru.