Siete Días |Kookmin| EDITANDO

Martes en la tarde.

Jungkook

"Atención. Por favor aléjense de las puertas cuando estas se estén cerrando" La mecánica voz del metro daba la orden de alejarse y así evitar accidentes.

-Jungkook, ¿Tu casa no está en esta parada?- Luego de clases y la practica le pregunté a Park hyung si volvíamos juntos a casa. Íbamos sentados uno al lado del otro, nuestros hombros chocaban con cada movimiento brusco del tren.

-Si, es aquí.- Conteste acomodándome y tomando un poco de distancia, cada vez que rozaban nuestros hombros me ponía nervioso.

-¿Entonces como es que sigues aquí sentado?

-Te acompañaré hasta tu casa. Así podré pasar más tiempo contigo.

Me gire a verlo, su mirada estaba clavada en mí. Nos miramos a los ojos por un tiempo, su rostro expresaba sorpresa mientras que yo le sonreía. El ruido de las puertas al abrirse nos hizo salir de nuestro pequeño mundo y volver al real. Desvió su mirada avergonzado e hizo sonar su garganta.

-Déjame preguntarte algo.- Mi vista seguía fija en él, mientras que la suya miraba sus zapatos.- ¿Se supone que ya estamos saliendo?

Se veía tan tierno, estaba tan nervioso que comenzó a rascar su nuca.

-Por supuesto.- Trate de tranquilizarlo regalándole una de mis coquetas sonrisas, y al parecer funcionó. Su rostro se relajó y me sonrió de vuelta.

-Supongo que daré lo mejor de mi. Para que ambos nos divirtamos en esta semana.- Nuevamente esa voz anunciando una nueva estación.- Vamos.

Park hyung rápidamente se levanto, acomodó su uniforme y echo a andar. Lo mire alejarse antes de reaccionar, incorporarme y salir antes de que las puertas cerraran nuevamente. Apresuré mi paso para alcanzarlo pero una multitud de gente apareció caminando hacia la misma dirección a la que me dirigía. Como pude me escabullí entre la masa de persona hasta alcanzarlo, como pude lo tome del cuello de su uniforme.

-Hyung...

-Jungkook, tengamos una cita.- Detuvo el paso.- Ya es martes, una semana pasa muy rápido. Tengo que emplear mi tiempo sabiamente.

Lo sabia, el limite es de una semana y Park hyung toma esto como un juego. Aunque me enamore de él, estoy seguro que no resultara como yo quiero. Tengo que decírselo. Para mi no es un juego.

-Jungkook, ¿Qué te pasa?- Levanté mi vista hacia él, me regalo una sonrisa, y tomo mi muñeca echando a andar nuevamente.- Vamos.

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