Viernes III

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Jimin.

Después de tener nuestras miradas conectadas por unos segundos Jungkook desvió la suya.

-Gracias. Me alegro. Las chicas siempre se decepcionan de mi cuando descubren como soy, y mis amigos no lo entiende sólo dicen que le doy mal uso a esta cara bonita.

Es la primera vez que alguien me dice que alguien me dice que estoy bien tal y como soy, es la primera vez que la sonrisa que tengo en mi rostro es real. Siempre que hablaban de mi actitud fingía que no me importaba pero en verdad si lo hace. Jungkook soltó una risa.

-Eres tan lento, hyung.

Nos quedamos en silencio, nos mirábamos mutuamente ambos teníamos unas sonrisas plasmadas en nuestras caras. Escuche unos pasos que se aproximaban pero no quise despegar mi vista de él.

-¿Ji-Jimin oppa?

Jungkook quien se encontraba frente a mi desvió su mirada para ver a la chica que había hablado. Lamentablemente tuve que despegar mi vista del menor y voltear para ver a la que había llamado mi nombre.

-Eeeem... ¿puedo hablar contigo? 

-Eh... yo.- Si la situación estaba incomoda antes, ahora lo estaba más.- ¿Puedes seguir sin mi, Jungkook?

-No.- Habló cortante y con decisión, definitivamente su humor había cambiado además de que  su expresión cambio de una hermosa sonrisa a fruncir el ceño más no poder.- Te esperare aquí, Park hyung.

-De acuerdo, entonces voy.- Comencé a seguir a la chica, de ves en cuando volteaba para ver a Jungkook pero el estaba afirmado en una pared con la mirada hacia el suelo. La reacción de Jungkook me preocupa. 

Con la chica, que era dos años menor, nos dirigimos a una plaza cercana. Ya sé los motivos por los que me busca, son los mismos motivos por lo que me buscan todas las chicas en el instituto. Debería apresurarme, la expresión de Jungkook me preocupa y no debería estar pensando en el cuando una chica está por declararse.

-Yo... eh.- La chica comenzó a hablar nerviosa, se acomodaba el flequillo demostrando más su timidez.

-Primero, ¿Cómo te llamas? 

-Ah... Sammy.

-De acuerdo, entonces ¿qué te gusta de mi?

-Ee-eh...- La chica se había puesto aún más nerviosa,  comenzó a jugar con sus pulgares.- Bueno... eh cuando te veo a veces eres muy atractivo y muy alto, ademas tienes un aura de perfección y creo que eres mi persona ideal, y...

-Lo siento te decepcionaré.- Y sin más me marché, sólo le dí un movimiento de cabeza antes de echar andar. No debía dejar que la historia de siempre se volviera repetir, ademas de que ya estoy saliendo con alguien, esa persona dice que está bien como soy y en estos momento me esta esperando en el mismo lugar que dijo que me esperaría y su expresión ahora es de tristeza.

-Entonces... ¿dónde está tu casa, Jeon Jungkook? Tú siempre me acompañas a mí, así que esta vez es mi turno.

-Si, pero yo lo hago por que quiero.

-Lo sé y yo también lo estoy haciendo por que quiero.

-Entonces vamos.- Su expresión de tristeza había sido reemplazado por una hermosa sonrisa sin hoyuelos.

Jungkook echó andar al lado contrarío al de la estación.

-Jeon, las escaleras están de este lado.

-Lo sé, pero mi casa queda al lado contrarío, queda en la montaña.

Efectivamente, caminamos alrededor de cuarenta minutos hasta llegar a la casa más que grande que alguna vez veré en mi vida, y por qué no exagerar, con el portón de entrada que era casi tan enorme como una compuerta de castillo. Jungkook apretó el botón del intercomunicador y rápidamente una voz contestó del otro lado.

-Ya he llegado y vengo con un hyung del instituto.

Apenas Jungkook terminó de hablar las compuertas se abrieron dejando el paso libre para el príncipe Jeon y su plebeyo. Agarre su hombro antes de que siguiera caminando, tantos lujos me hacían sentir incomodo.

-Jungkook.

-Park ¿te quieres ir? después de venir hasta aquí.

-No me iré, es sólo que esto es demasiado para mi.

Antes de que él pudiera responder la puerta de la gran casa se abrió dejando ver a un hombre de edad que nos daba la bienvenida. Al cruzar la puerta era aún más grande que el exterior.

-Bienvenido a casa.- Una voz femenina gritó desde lo alto de las escaleras y después se escucharon unos pasos que bajaron rápidamente. Mi mirada se dirigió a la chica que descendía por los escalones y esta se paro frente ami.

-Oh pero que chico más lindo. Me gustan los chicos de caras bonitas. ¿Cuántos años tienes? ¿Cómo te llamas?

Supongo que ella será su hermana. Iba a contestar algo pero Jungkook se me adelantó.

-Jimin noona, estás molestando a hyung.- Jimin, la famosa Park Jimin, la enamorada de Jungkook. De alguna manera sutil, la odio.

-¿Ah? Así que eres Park. Tienes una bonita piel.- Sus delgados dedos acariciaron mi mejilla, la piel bajo su tacto la sentía sucia.

-De acuerdo es suficiente.- Jungkook vino al rescate de ella, la tomó de los hombro y la adentró más en la casa.

-Tú eres el hyung que Jungkook concidera más lindo que yo...- Jungkook nuevamente actuó como superheroe y cubrió su boca antes de que siguiera hablando. Esta situación me estaba irritando.

-¿Qué demonios es esto?- Exploté, no aguante más, me sentía humillado por la enamorada de Jungkook.- Lo siento.

Y sin vuelta atrás eché a correr. A la distancia escuche como Jungkook y la chica discutían, y luego unos pasos que me seguían. Traté de correr lo más que pude pero nunca he sido atlético. 

-Park hyung espera.- Jungkook estaba acortando la distancia

-¡Cállate! No me sigas. 

Y nuevamente llegue a la calle en la que nos encontrábamos antes, ya no podía seguir corriendo, sólo bajé dos escalones de la pequeña escalera cercana y me senté en uno de ellos. Los pasos de Jungkook ahora se escuchaban más relajados.

-Te dije que no me siguieras, mocoso.

-¿Qué.. qué pasa, Ji...

-¡Callate!- No quería escucharlo más, debía salir de ahí me puse de pie pero me detuve, ¿por qué?¿por qué me siento así? ¿ por qué estoy huyendo? Dijeron que en siete días nadie se enamora, pero para mí estos siete días...

-Park hyung cuidado.- Al intentar dar un paso para volver a huir mis piernas flaquearon y perdí el equilibrio. Jungkook como un superheroe a mi rescate. Antes de caer tomó mi brazo y jaló de mi. Ambos caímos pero esta vez yo caí sobre él.

Mi cabeza calló sobre su pecho, sus brazos me sujetaban tan fuerte como si no quisiera dejarme ir.

-¿Qué día es hoy?

-¿Qué?



Dijeron que en siete días nadie se enamora, pero a mi me tomó siete días enamorarme. 



                Sólo dos días más. 




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Twitter: bixhsk








Siete Días |Kookmin| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora