Luis Carlos ©

Capítulo 3: Qué hace aquí?

Esto no me podía estar pasando, la maestra que más me odiaba ahora estaba en la escena del crimen ¿ella sería la asesina?;
¡Claro! Seguramente los policías habían tomado las cintas de las cámaras de seguridad y siempre de guarda una copia en la dirección de la escuela, solo tenía que acceder a ese sitio y buscar las memoria que contenía las grabaciones del baño.
Han pasado ya 3 horas y mi maestra de mates sigue plantada en la puerta de los baños, parece un robot, no hace el movimiento más mínimo y si la noche me alcanzaba ahí todo se vendría abajo. (Yo suelo caminar dormido, comer dormido e incluso usar mi celular dormido)
Me descubrirían y me culparían por el asesinato, y tan sol tenía 2 opciones:

1.- Salir huyendo; y exponerme a que la maestra me vea y me denuncie en ese instante.

2.-Buscar aliados; aunque bien esa idea parece suicida, solo no lograría nada, tenía que buscar a algún aliado.

Si los pongo en una balanza...
Las dos me pueden perjudicar y/o ayudar... ¡Tengo a los aliados perfectos!

Antonio Rodríguez; Mi primo menor, el no diría nada y sería de gran ayuda.

Isaac Del Río; Mi mejor amigo, lo conocí mediante videojuegos, era un experto en la tecnología y no se resistiría a ayudarme a cambio de una tarjeta de regalo para videojuegos.

Clara Martínez; Me odiaba, y eso sería un punto a mi favor, no le gustaba que alguien más me molestará... "Solo ella tenía ese derecho" , ¡punto a mi favor!

Ahora que tenía a mi equipo perfecto era hora de comenzar a reunirlo y buscar las pruebas que limpien mi nombre, y también encontrar al asesino; con todo el lío del equipo me olvidé de la señorita Flores, ¡al fin se había ido!, sin hacer el más mínimo ruido entré a la dirección y cuando me disponía a entrar en la oficina de la directora alguien me tomó del hombro y me dió un puñetazo en el rostro y uno más en el estómago... Todo se tornó oscuro...
Abrí los ojos y no podía creer lo que veía frente a mi, la directora Amanda, en sus manos tenía el cuchillo con el cual mi primo había sido asesinado.
-No dejaré que presentes pruebas para demostrar tu inocencia- fué lo que dijo con voz perversa.
Desde ese momento supe que ella sería un gran inconveniente en mi investigación, si no escapaba de ahí ahora, probablemente acabaría en la cárcel por un asesinato y por escapar de los policías.
Llevaba aproximadamente 4 horas ahí dentro de ese cuarto oscuro, y de pronto se encendió la televisión en el canal de las noticias:

El peligroso asesino
Luis Carlos Rodríguez sigue
Libre, las autoridades no
Han podido encontrarlo,
El departamento de policía
Está ofreciendo una jugosa
Recompensa a quien
Aporte información
Sobre dicho criminal, hasta
Aquí mi reporte.

Hasta ofrecían una recompensa por mi, seguramente la directora estaba esperando está oportunidad para delatarme y ahora más que nunca debía escapar de ese sitio.
Unas voces se escucharon de pronto, me escondí debajo de unas mesas viejas de un rincón e ideaba un plan de escape...
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