Capítulo 14: Clan

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El plan se debe pone en marcha ahora, esos sujetos planeaban algo, nuestra misión era frustrar su objetivo y según lo que alcanzabamos a escuchar, teníamos muy poco tiempo, o de lo contrario, dentro de muy poco tiempo el mundo entero caería en la oscuridad.
Metaxas se separó del grupo y se dirigió a unas escaleras que llevaban precisamente a nosotros, Luciana hizo una señal con la mano, eso me indicaba que debía poner el plan en marcha, en cuanto Metaxas me vió, me sujetó de la mano con fuerza y gritó:
-Todo salió a la perfección, cayó en la trampa, ya pude dejar de fingir señor presidente, la señorita Luciana me dió indicaciones precisas, ¡En marcha!- Gritó mientras seguía jalandome.
¡Luciana era la líder!, Me estuvo observando todo el tiempo, siempre estuvo un paso al frente, me hizo creer que dejarme atrapar era parte de un plan y todo mi esfuerzo no dió frutos.

Integrantes:
Luciana Sanderson-Líder
Jason Metaxas- Segundo al mando
Presidente Mark- Integrante
Adrián del Río- Informante
(Quinto integrante permanece oculto)

Los 5 reían a carcajadas, aún faltaba ver quién era el quinto integrante de la organización, pero Luciana dijo que los 2 que permanecían ocultos, uno era el asesino de mi primo y el otro era de sexo femenino, entonces eso indicaba que el quinto integrante era "ella" y el presidente de los Estados Unidos, el asesino de mi primo, no podía creerlo, Luciana usó a Flores como coartada, mató a Isaac a propósito, fui tan ingenuo al creer que una asesina podría ayudarme, mi final ya ha llegado, me he salvado antes pero esta vez es definitivo, nadie sabrá que fui inocente, que alguien SI intentó detener a L.S. y salvar al mundo de la oscuridad... Un momento, ¿L.S.? ¡Maldita sea! Son las iniciales de Luciana y hasta ahora me doy cuenta, me lo dijo y no supe descifrarlo, confíe ciegamente en ella, ahora, por culpa de mi exceso de confianza estaba en un lío, y uno muy grande. El temporizador digital marcaba 12 horas, dentro de 12 horas, el mundo entero caería por mi culpa, una lágrima de coraje rodó por mi mejilla, ¡No soy un héroe!, ¡No soy más que un estúpido mocoso que jugó al detective!, Ahogué un gritó de coraje.
Me estaban llevando por un muelle, al final, se veía un bote, el "Reina Sofía", en los alrededores estaba lleno de contenedores metálicos, y mi fin, cada vez más cerca, y a lo lejos, sobre un contenedor, se veían unos adolescentes, y todos voltearon s mismo tiempo a verme, alzaron su puño derecho y gritaron al unísono:
-¡omirpay opa etzeu gírdor nalcle!- Y corrieron.
Era una especie de lenguaje secreto, algo así como el que usaba con mis primos... ¡¿El Clan?! Gracias a mi buena memoria, recordé el mensaje y lo escribí con una pequeña barrita de hierro en el fondo de la jaula en la que estaba, y comencé a descifrarlo:
¡omirpay opa etzeu gírdor nalcle!
¡elclan rodrígu uezte apo yaprimo!
¡elclanrodríguezteapoyaprimo!
¡El clan Rodríguez te apoya primo!
Mis primos me habían venido a ayudar, después de tanto tiempo sin vernos, están de vuelta, ¿Cómo rayos me encontraron?, Eso no importaba ahora, lo importante era distraer a los guardias para que mis primos me puedan rescatar, comencé a estrellarme contra las paredes de la jaula, los guardias solo insistían con que me dejara de mover, hice caso omiso y finalmente logré que la jaula cayera, los guardias de agacharon para recogerme y a los dos les creció una vara de madera en el centro de la frente, no creo, solo era que mis primos habían entrado en acción disparando flechas a los guardias, acto seguido, llega el clan y me libera de la jaula, Luciana ya estaba en el bote, el bote se alejaba, Luciana solo se quedó mirando al muelle con rencor, por mi parte sabía que ella no se quedaría de brazos cruzados, buscaría la forma de sacarme del camino de una manera u otra, pero pase lo que pase, yo estaré preparado para recibirla y eliminarla.
Sabía el nombre del asesino de mi primo, mi objetivo principal; también conocía a la asesina de Isaac, quien también era la líder de una organización terrorista mundial, el mundo probablemente estaba en peligro. No podía hacer nada, no tenía pruebas para demostrar mi inocencia, mi familia asesinada... ¡El Clan! Ellos serían mi apoyo, aunque por ahora deberíamos regresar a casa para armar un plan elaborado, aunque ahora debía seguir escondido para no meterme en problemas, mi clan me respalda, mi voluntad es inquebrantable y seguiré hasta el final para derrotar a Luciana, pero ahora...
¡Tengo Hambre!

Luis Carlos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora