Venganza. | Mates Opuestos #2

Uno.

Khala.

-Ha llegado una carta en la entrada de la cueva para usted -

-Déjala en la mesa y lárgate-

Siento la puerta cerrarse atrás de mi y me doy la vuelta. ¿Quien podría mandarme una carta?

Mi mente viaja rápidamente a Black o Sky, pero lo descarto. Si no se han comunicado conmigo en meses no habría un porqué para hacerlo ahora. También pienso en Alex y Miquel, pero tampoco he sabido nada de ellos.

Nadie se ha intentado comunicar conmigo. Supongo que en parte es mi culpa, tras los rumores que andan por todos los bosques acerca el clan de chupa sangres atormentado por la nueva líder mestiza deben sospechar que soy yo.

Deslizo la hoja del sobre perfectamente limpio y la observo. Hoja lisa, letra a mano hecha con tinta negra, y un símbolo en la parte superior. El símbolo es de color blanco amarillento brillante, como la luna, y es un lobo sobre la misma.

Me parece demasiado familiar. ¿Donde lo he visto?

Khala Dilisse Dallious Feramy:

Desde la muerte de tu padre, se decidió que entrarías al circulo. Te dejamos ser criada por tu madre hasta que llegara el momento adecuado, pero tras el ataque que sufrimos perdimos pista de como estabas, de ser lo contrario habríamos recurrido a ir por ti apenas nos hubiéramos enterado de la muerte de tu madre.

Es de suma importancia tenerte en el circulo para lo que se viene en el mundo respecto a los mestizos. Todo va relacionado contigo, Khala.

Desde la muerte de tu padre, comenzaron los ataques al circulo de parte de las distintas razas enemigas de los lobos.

La creación del circulo siempre tuvo como objetivo crear una paz entre las razas, pero todo se malinterpretó cuando en la firma de lo que seria un tratado entre vampiros y lobos fue asesinado el líder del circulo, tu padre.

Es necesario que viajes a Roma lo antes posible, para enseñarte lo que todos estos años te has perdido y para que retomes lo que todos estos años se te ha estado guardando.

El circulo de la Luna te espera Khala. La verdad también.

R. M.

Suelto la carta sobre la mesa y me apoyo en ella.

¿Qué?

Todo trata de encajar en mi cabeza sobre la carta. Y luego todo me calza. Aquel símbolo lo había visto antes en la biblioteca de mi padre. Había una estantería completa llena de grandes libros con ese símbolo plasmado en la tapa, por eso se me hacía familiar.

Mi padre formaba parte de un circulo que buscaba paz en las distintas razas, y justo cuando iba a lograrlo lo mataron.

Aun no puedo permitirme ir allá. Tengo cosas que hacer aquí todavía, y no puedo desconcentrarme por algo que realmente no sé si me interesa.

El mundo me ha jugado demasiado chueco, por lo que yo no tengo porque ser derecha con él.