Yoon Gi, el chico de cabello negro al que no debía ver

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Cosquillas. Algo estaba haciendo cosquillas en sus labios, provocando que sus labios se curvaran en una sonrisa. – Ya, mamá... - Se quejó entre sueños. Fue entonces cuando recordó que no estaba en su casa, ni tampoco con su madre. Abrió los ojos tan ampliamente como le era posible y la cucaracha, que parecía verle curiosa mientras movía sus largos bigotes de un lado a otro, le hizo lanzar un grito. - ¡Ah! ¡Largo de aquí! – Tomó un libro que había estado leyendo antes de dormir y golpeó con él justo al lado del insecto. Después de todo, no quería que quedara aplastado en la cama.

El insecto desapareció casi por arte de magia y, Jimin se tomó un instante para contemplar el apartamento en el que viviría por lo menos durante el resto del año escolar. A primera vista no parecía tan malo. Era cuando uno pensaba en el pequeño espacio que comenzaba a sufrir de claustrofobia. No había espacio para una sala y una cama, no. El dueño había optado por la "solución perfecta" al colocar un sofá-cama plegable. Luego, estaba el hecho que solo necesitabas avanzar tres pasos para llegar al comedor, dos más a la pequeña chimenea que serviría para la calefacción en invierno y unos cuantos más para encontrarte con aquel "intento" de cocina situado convenientemente junto al baño.

Lo único que el castaño agradecía, era el hecho que Jin, el rubio del otro día, no hubiese insistido en acompañarle escaleras arriba. ¿Había mencionado ya los cuatro niveles que tenía que subir por escaleras a falta de ascensor? No, probablemente no. Aun así, Jimin no era exigente y podía lidiar con todo aquello. Incluso las cucarachas. Siempre y cuando sus nuevos compañeros no se enteraran de nada.

No tenían porqué enterarse. Era todo cuestión de evitar los trabajos de grupo. – O reunirse en la casa de alguien más. – Pensó en voz alta mientras se dirigía desnudo al baño, llevando una toalla en el hombro.


Abrió la llave de la ducha y uno de sus temores se disipó. Agua caliente. Al menos de eso podría disfrutar. Una vez acabó con la faena, se arregló y se preparó para la escuela. El fin de semana se le había escapado en ordenar sus pertenencias, buscar puntos de WiFi gratis y en hacer unas escasas compras para surtir su pequeña alacena con pan, mermelada, cereal, leche y todas las cosas que había visto comprar a otros jóvenes con aspecto de estudiantes en el supermercado. Hubiera deseado poder comprar arroz, pero lo más cercano a la comida que acostumbraba fueron las sopas instantáneas de fideos.

En fin, después de comer un tazón de cereal con leche salió apresurado, todavía peleando con esa corbata alrededor de su cuello. Lo único que agradecía era el encontrarse lo bastante cerca para no necesitar más de un autobús de camino a la escuela.

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Estando cerca de la 21st Century High School sólo le provocaba dudas cierto tema, ¿sería mejor encontrarse con Jin o no? El rubio se había ofrecido a presentarlo a sus amigos pero, eran ese grupo exclusivo al que Jimin no creía poder pertenecer.

Llevaba los auriculares puestos y dio un respingo cuando alguien le agarró el hombro. – Jimin,
¿no?

El mencionado leyó su nombre en los labios del desconocido al girarse y asintió mientras se quitaba los auriculares. – Sí... Yo...

-Jin sigue siendo lo suficientemente bueno para describir a la gente. Me envió a buscarte porque está ocupado copiando una tarea. – Comentó con una sonrisa que se debatía entre la presunción y la amabilidad. – Mi nombre es Yoon Gi Min. – Y los ojos del menor estaban fijos en aquella cara. Perfección. Esa era la única palabra que le alcanzaba a describir. El cabello negro contra su blanca tez. Su flequillo levemente despeinado y su aterciopelada voz. Era difícil fijarse en una sola característica a la vez. – Soy el novio de Jin.

¡Vaya manera de acabar con cualquiera de sus expectativas! – Oh. Ya veo. – Sus ojos no pudieron sostenerse más en los de Yoon Gi.

-No me digas que por ser recién llegado tendremos que lidiar con un racista homofóbico. – Dijo el mayor en tono sarcástico.

-No, en lo absoluto. -Esbozó una sonrisa. – Jin ha sido muy amable en enviarte a recibirme. – Hizo una pausa y volvió a mirar a Yoon Gi, quien esta vez reparó en esos labios y esa mirada traviesa. – Y jamás tendría algo en contra de dos personas que... se aman.

-Me alegra que pienses así. – Mordió su labio inferior al concluir la frase. "Jimin Park... eres realmente lindo. ¿Cómo lucirán esos labios después de besarlos un largo rato? Cuando ya están hinchados y..." La expresión desconcertada del castaño le hizo regresar a la realidad. – Es mejor que vayamos pronto al salón de clases. Así podré presentarte al resto.

Jimin enrolló el cable de los auriculares en su mano intentando disimular su nerviosismo. Todos en aquella escuela le miraban extrañados. – Pensarán que les invade un extranjero más. – Dijo en voz baja y Yoon Gi alcanzó a escucharlo. – Eso no debería preocuparte. Te miran así porque estás conmigo. – De nuevo ese tono presuntuoso en su voz. – Nuestro grupo está conformado por los seis estudiantes más poderosos de esta escuela. – Sonrió con picardía avanzando dentro de uno de los salones de clases. Al fondo, un grupo de jóvenes miraba a su amigo y al recién llegado. - Jung Kook, Tae y Ho Seok son los otros miembros, además de nuestro líder Nam Joon. – Les presentó el pelinegro una vez estuvo frente a ellos. – Chicos, éste es Jimin Park.

-¿Cómo ha ido el fin de semana en tu nuevo apartamento? – Preguntó Jin, mientras los otros le miraban con curiosidad.

-Bastante bien, Jin. Gracias por llevarme ese día. – Respondió, echando un vistazo al grupo. Sí, todos asiáticos. 

El siguiente en acercarse fue Jung Kook. – Te pareces a alguien que he visto antes. – Sonreía tan ampliamente que a Jimin se le hizo imposible no imitarlo. Claramente era el más joven de todos.

-Espero no sea a alguien que te desagradaba. - Respondió, fijándose en las lentillas color gris que llevaba en los ojos.  ¿Acaso parte de pertenecer a ese grupo era disfrazar algo de ti?  Jimin aún no comprendía bien eso, pero algo era seguro: Jung Kook le agradaba.  No de la misma forma en que Yoon Gi lo pudiera hacer pero, había algo en él. 

-¡Por supuesto que no! - Todavía conservaba esa forma escandalosa de hacer notoria cualquier exclamación. - Oh, ven.  Te sentarás a mi lado y me dejarás copiar tu tarea como Nam Joon deja a Jin hacerlo. - Le rodeó los hombros con uno de sus brazos y, antes que Jimin pudiera oponerse, ya estaba siendo arrastrado por Jung Kook hacia un escritorio junto al suyo.

Nam Joon no había hecho comentario alguno después de la presentación, pero ese chico no se parecía a ellos.  - Tae. - Llamó al otro, quien observaba con una sonrisa las locuras de Jung Kook, o Kookie como le llamaban ellos de cariño.  Éste entonces borró la sonrisa y miró a su "jefe".  - Quiero que averigues todo sobre ese chico.  Se me hace extraño.

21st Century High School  [ Yoonmin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora