21st Century High School [ Yoonmin ]

Fiesta a su lado era "jamás me detendré"

"25 de julio de 20--

Sí, merecía todo lo que me sucedió y más. Lo merecía por ser un mal amigo y herir a quienes estaban dispuestos a darme su amor y su confianza. Hice sufrir a Jung Kook, pero sobre todo te traicioné a ti... Jin."

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-Listo. – Dijo el rubio, arreglando el cabello de Jimin con el cepillo. – Sé que no es nada común el encontrarte así, pero los chicos son exigentes en el aspecto de los miembros del grupo. – Rió. – Nadie admite las muchas horas que pasa frente al espejo para lucir bien.

El castaño miró su cabello y sus ojos se abrieron como platos. ¡Ya no era castaño! – Pero... ¡está anaranjado! – Exclamó al tiempo que buscaba a Jin con la mirada por la habitación.

-Pues claro que es de ese color. Te luce bien. Además no podía ponerte algo más claro sin usar un decolorante. - La cara de Jimin todavía era un poema y Jin con su habitual estruendosa risa le hizo volver a la realidad. – Tranquilo es un tinte semi permanente. Se quitará en una semana.

-Bueno... Creo que no hay problema si es así. – Miró al rubio que había pintado unos mechones oscuros en su cabello. – Gracias, Jin. – Se encogió de hombros. – Desde que llegué aquí has sido como mi ángel protector... Tal vez suene ridículo que lo diga así.

El rubio dejó de arreglarse y lo miró a los ojos. Ahora que Jimin lo pensaba, Jin siempre tenía esa expresión dulce en los ojos, aun cuando dolía su pecho y él lo desconocía. Pronto, muy pronto sabría la razón de ese dolor. Y no porque el rubio lo dijera, sino por experiencia propia. – No es tonto que digas eso. De hecho, me halaga. Más allá de Yoon Gi, en el grupo nunca me he sentido del todo necesario. Quizás Nam Joon es quien me muestra más amistad. – Sonrió de nueva cuenta. – Y ahora tú.

-Quiero ser tu amigo... - Los ojos del ahora "chico del cabello de zanahoria" fueron al cuello de Jin repentinamente, sólo para notar la marca que todavía tenía por la mordida que su querido "Suga" había dado a éste. – Espera, ¿qué te sucedió en el cuello?

-Ah, ¿eso? No es nada. – Sus ojos se tornaron acuosos. Yoon Gi lo seguía evitando desde ese día. – Travesuras de Yoon Gi. – Miró hacia abajo. – ¿Sabes que se pondrá el cabello verde? Bueno, no me lo dijo a mí... Se lo dijo a Nam Joon. – Suspiró e intentó cambiar el tema. – Y Cookie se quejó del hecho que no le dejaste comprarte nada de ropa para hoy.

-No podría aceptar. Ya me siento como su hijo. – Rió y negó con la cabeza. – Es mejor que nos vayamos, ¿no crees?

-Sí, se hace tarde. – Jin miró al menor y sintió que podía sincerarse con él. – Y no quiero que Yoon Gi esté solo cuando llegue Nam Joon con sus chicas. – Salieron del baño y pasaron por la habitación del rubio. Éste tomó su billetera y la puso en su bolsillo derecho. Luego, el teléfono móvil fue al izquierdo y, finalmente, se colocó el lujoso reloj de pulsera que sacó de una caja forrada con tela negra y brillante. – Ahora más que nunca, siento que Yoon Gi duda de su decisión de estar conmigo. No quiero darle motivos para enojarse o... para que busque a alguien más.

Jimin sintió una punzada de culpabilidad por esas veces que le había coqueteado a Suga. – Estaría muy equivocado si hiciera algo así. No podría haber encontrado a alguien mejor que tú. – Y algo en su interior se estrujó, ahora por su propia persona. Yoon Gi estaba bien para alguien con la sonrisa de Jin, el dinero de Jin, el auto de Jin y la mansión de Jin. Él no tenía nada, ni siquiera el valor de decirle cómo era su vida realmente. Sin mencionar que Yoon Gi ni siquiera le dedicaba más de una mirada ocasional.

-Ten esta chaqueta o te dará frío. – Dijo el mayor, haciéndole volver a la realidad cuando le aventó una chaqueta de mezclilla que parecía recién sacada de un almacén. – Ahora vamos pronto. Jung Kook dijo que te llevara temprano. – Le guiñó un ojo y Jimin sonrió como respuesta. El menor del grupo no le era del todo indiferente. Tenía esa mirada inocente, y cuando decía su nombre a Jimin le parecía que sonaba mejor que cuando lo decía cualquier otra persona.