16. Colores opacos

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ADVERTENCIA: No me odien.


PUM

PUM

PUM

PUM

Él cuenta los latidos de su frenético corazón como si fuesen melodías dentro de una caja musical, el ritmo retumbando en su pecho con golpes fuertes y directos, punzando con cada golpe más.

Todo se siente rojo y negro y Harry no sabe en qué momento está allí, en el suelo, con las manos aferrándose a su cabeza y las ganas de vomitar por el desorden en su estómago y el lio en su mente. Y se siente tan doloroso que él solo no puede llegar sentir otra cosa.

Hay luz entrando por las ventanas abiertas, pero él está sumergido en la oscuridad, hay cristal roto en el suelo, donde fueron lanzados fotografías, hay papeles deshechos, con su cara y la de él plasmadas en ellos, hay tela y almohadas rotas, hay platos fuera de la estantería y vasos astillados, pétalos en el suelo y hojas marchitas.

Él se está arrastrando en el suelo porque sus piernas solo no pueden mantenerlo de pie.

PUM

PUM

PUM

PUM

El ritmo se repite aún más fuerte y rápido y por un momento está el pensamiento de que su corazón va a salir de su pecho, amenazando con explotar y hacer de ello un gran estruendo de colores opacos.

O silencio, puede que cuando un corazón se esté rompiendo no haya más que el silencio doloroso del vacío y la fractura.

Y Harry se está rompiendo tan lentamente que es solo insoportable.

Un sollozo vibra en su garganta y él rápidamente traslada sus manos a su boca para amortiguar el sonido, las lágrimas amenazando con salir pero si lo hacen ya nada más quedara en él.

No puede retenerlo por más tiempo, porque al instante gruesas y saladas gotas recorren sus lechosos pómulos y caen, como una hoja seca en un triste otoño.

PUM

PUM

PUM

PUM

Y el recuerdo punzante atraviesa su pecho, y las palabras se repiten en su mente y el "Estoy ocupado ahora amor, te veo en la noche" y "Oh Haz, estoy seguro de que Louis le encantara la sorpresa" se clavan en su pecho y las horas en una limpia cocina, con una canción tarareada en un silbido alegre y las manos ocupadas preparando su comida favorita se vuelven un reloj de arena vaciándose lentamente. Y luego, solo están la puerta abriéndose, los sonido entrecortados, los ojos abiertos y el "Sorpresa" muriendo en sus labios.

Después vinieron las manos temblorosas y el punzante dolor que le aseguro que si no huía de allí, podría morir de un corazón roto. De nuevo.

Así fue como él llego a su apartamento y la verdad él no sabe muy bien como lo logro, tal vez corrió sin detenerse, bajo una cortina de lluvia. Él pensamiento lo hace soltar una risa histérica en medio del llanto, porque al parecer en los momentos tristes siempre hay lluvia.

Él amaba la lluvia, y ahora él se había encargado de que cambiara de parecer cuando de un torrente de agua cálida creo una fea tormenta.

PUM

PUM

PUM

PUM

Ex On The Beach - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora