25. Punto Final

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Final

-¡Harry! Oh mierda compañero ¡No creí que vendrías!

-Jesús Ni, estoy a tu lado ¿y cuando te volviste tan mal hablado?

La respuesta de su amigo fue una larga y estruendosa carcajada que hizo a los demás adolescentes a un radio de diez metros volver las cabezas, curiosos.

-¡Te he extrañado!

-Yo también Niall, te lo aseguro.

Harry dejo que rodeara su cuello con un brazo y lo guiase hacia la cafetería donde el resto de los chicos se reunirían para la charla de bienvenida. Algunos, iban a paso lento y en grupo de varios, todos hablando con una familiaridad que le comprobaba que se conocían desde mucho tiempo atrás. Harry estaba aliviado de tener a Niall allí, porque era su primer año en el campamento y él estar solo entre tantas personas llegaba a abrumarlo un poco y no es que él fuese alguien timido o se cohibiera a la hora de hacer amigos, solo que siempre se le dificultaba un poco el tomar la iniciativa de conocer a alguien.

Cualquiera podría decir que él estaba muy grande para ir a un campamento, pero aquel era completamente distinto, era algo así como el mejor campamento de interacción extrajera. Había chicos de todos los países del mundo y los lugares más recónditos con miles de habilidades y talentos. Harry había querido ir allí desde que tenía once y su hermana Gemma asistió ese año, y ahora tenía (Finalmente) catorce y sus padres le habían regalado la oportunidad de ir por su cumpleaños.

Había estado tan extasiado, demasiado feliz cuando Niall le dio la noticia de que ese año (como el anterior) iría al campamento con él y se le ocurrió la loca idea de que ellos debían formar una banda. Él ojiazul había intentado convencerlo durante las semanas antes de viajar a América de unirlo a aquel extravagante proyecto, pero aunque varias personas le habían dicho que tenía una voz hermosa digna de escenarios él prefería pasar desapercibido detrás de una cámara y una buena fotografía que mostrara como él percibía el mundo.

-Esta es la cafetería-. Anuncio Niall luego de pasar las grandes puertas de madera y entrar al espacio el cual pertenecía a la cafetería.

El lugar estaba atestado de chicos y chicas entre los catorce y los dieciocho, de todas las razas y todas las etnias, miles de tonos de voces y acentos distintos y una variedad de gamas de colores de ojos, piel y cabello y a Harry se le ocurrió que era como un arcoíris, pero no iba a decirlo en voz alta y pasar por la vergüenza de que Niall se burlara de él.

En el camino hacia la parte delantera del escenario (Porque había un escenario donde en cada comida presentaban un pequeño concierto) Niall saludaba a varios chicos y chicas en distintos acentos (Porque el chico era un jodido poliglota encantador) deteniéndose momentáneamente para entablar cortas conversaciones en las que Harry no intentaba siquiera participar, no cuando no entendía absolutamente nada de lo que decían.

-Ni, ¿no se supone que debemos permanecer cerca del escenario? Vamos a perdernos lo que el orientador nos dice.

-Oh cállate H-. Desdeño el castaño adentrándose más a las cabinas en una de las esquinas de la cafetería, en el lado izquierdo del escenario-. Desde aquí veremos mejor.

Y era cierto, ellos tenían una vista excelente de la parte superior del escenario donde un robusto hombre de no más de treinta años comprobaba el sistema de sonido

--Hay como, mucha gente-. Y no es que eso abrumara a Harry, no, solo había demasiado gente y de todas partes y él quería sacar su cámara y comenzar a tomar fotografías de la pelirroja que estaba a su lado riendo con el chico alto de tupe, o del pequeño y delgado chico envuelto en una bata blanca con piedras jaspes en los bordes de la manga o de la mirada achinada de la chica asiática o del cabello esponjoso del chico afroamericano... o del propio cielo relejado en dos zafiros.

Ex On The Beach - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora