Capítulo 6

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La operación duró 5 horas. Para ese entonces, ya habían llegado los padres de Mary junto con la policía que arrestaron al instante a Grace y se la llevaron a una patrulla. Los policías me interrogaron y respondí todo lo que me pedían. Luego me dirigí a Emma y a David, ambos me abrazaron y me agradecieron y decían cosas como "podemos pagarte por rescatar a nuestra hija". Yo les decía que no me debían nada, que con tal de que ella volviera con salud, eso era suficiente.

Nos llamó el doctor. Se supone que sólo los familiares pasan primero, pero ellos me consideran como una segunda hija. Al entrar la vimos recostada y al sentir nuestra presencia dijo, con lágrimas en sus ojos y una sonrisa.

-Hola papás no saben cómo los extrañé-ellos se dirigieron a la cama y los dos la abrazaron fuertemente y la tomaron de las manos.

-Ya, mi niña- dijo David -nunca te irás de mi lado devuelta- Mary sonrió y le devolvió el abrazo.

-Bueno...- interrumpí -Yo no me voy a ir de tu lado tampoco.

-Gracias Rosie. Y ¿qué pasó con Eric?.

-Si querés saber si esta casado, no lo está porque nunca paró de pensar en vos.

-Yo tampoco pude dejar de pensar en él.

-Ya lo llamamos- dijeron sus padres -está viniendo lo más rápido posible.

-Hablando de Roma- comenté.

En la puerta estaba Eric, con una luz radiante en sus ojos y traía en su mano un ramo de lilas. Era un hermosos gesto. También tenía un globo de helio de un oso con un corazón entre las patas que decía¨Que te mejores¨. Él ya no es ese adolescente de 17 años. Tiene barba y se ve más musculoso que en la secundaria.

-Hola Mary ¿Cuánto tiempo no?- dijo Eric con una gran sonrisa.

-Sí - afirmó ella - ven aquí - dijo. Él se acercó y le tomó una mano que le cedió David.

-Desde el comienzo de la secundaria te he amado, pero no me dí cuentas de cuánto hasta que te perdí.

-Yo también te he amado desde el comienzo y no paré de pensar en vos ¡Te amo!.

-Yo también- dijo y se besaron apasionadamente.

-Bueno niños que me va a agarrar diabetes- dije recordando el típico comentario que decían en las películas. Todos se rieron.

Los dejamos para que se pongan al día. Luego de una hora entré a la habitación y dije:

-Eric, el doctor dijo que es hora de que Mary descanse después de la experiencia que vivió.

-Sí, seguro- contestó y se sentó en un sillón a lado de la camilla y yo me senté a su lado.

El Diario EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora