Capítulo 7

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Luego de 3 meses Eric y Mary se comprometieron y se casarán en 2 semanas en la mansión de Mary. Ella y yo estábamos en su habitación y ella se probaba su vestido de novia. Era de cola de sirena y llegaba hasta el suelo. Era liso pero tenía un tanto de encaje en las mangas con formas de flores. Su velo, del mismo tipo de encaje, estaba enganchado a su pelo, devuelta largo, con una peineta de diamantes con un toque de zafiros para cumplir la tradición de llevar algo azul. El algo nuevo era el vestido, el algo prestado eran los zapatos blancos con taco de su madre y el algo viejo era el anillo de compromiso que le dió Eric que era de su abuela, que descanse en paz. Se veía hermosa y radiante. Recuperó su mirada alegre. Me preguntó:

-¿Y? no me mires nada más di algo.

-¿Qué querés que diga? Mira mi cara que expresa más de mil palabras.

-No has cambiado nada. Amo tu trabajo, te voy a visitar a menudo.

-Cuento con eso, yo elegí ese trabajo por tí, igual, no solo por eso, a mí también me gusta la literatura.- Mary no dijo nada más pero sonrió emocionada.

Llegó el día esperado, todo estaba hermoso y a la perfección. La ceremonia sería en el patio, había varias sillas de madera color dorado barnizada ya que eran varios invitados, la mayoría amigos de los padres de Mary y la poca familia que tiene ella. Yo fuí la dama de honor. Llevé un vestido color rosa amplio hasta el suelo, un listón en la cintura de flores blancas y estaba peinada con un recogido en un rodete con mechones sueltos para dar movimiento. De calzado tenía unas sandalias con tacos de color beige.

El día estaba espléndido, para ser primavera, y se lo olía en el aire. Estaba pensando en todo lo que tuvo que pasar para llegar aquí. Salí de mis pensamientos cuando Eric me llamó.

-Rosie ¿Me oyes?.

-Sisisi- respondí al instante.

-¿En qué piensas?.

-No en nada, sólo veo esta escena, está todo perfecto.

-No lo hubieras expresado mejor. ¿Ya viste a Mary?.

-Sí, está preciosa- dije - y hablando de eso vos estas muy apuesto

Él vestía un traje y un moño color zafiro para estar en juego con la peineta de Mary.

-Vos también estás muy atractiva- dijo él.

-Cuidado que te estas por casar- reí -¿qué tal los nervios?.

-No los tengo, todo saldrá mejor de lo que soñé. Después te quiero presentar a alguien, si no te molesta.

-Cuidado que lo puedo asustar.

-Noo, ya no sos esa chica rara, cambiaste al momento del incidente- dijo con los ojos perdidos.

-Tal vez. Bueno, voy a ver a tu meloncito.

-¡Ey! yo solo puedo decirle así- dijo sonriendo.

-Ok, ok, calmate solo bromeo. Nos vemos más tarde- dije sonriendo también.

Entré a la casa y subí las escaleras hasta el cuarto de Mary. Toqué la puerta y pasé sin esperar que me diga que entre.

-Aquí estás ¿dónde estabas? No importa. ¿Qué tal estoy?

Se veía como la última vez que me mostró su vestido pero ahora más arreglada obviamente. Estaba maquillada y su peinado estaba en un semi recogido con un rodete con la mitad del pelo y lo demás del pelo suelto en bucles.

-Estás hermosa. ¿Cómo te sentís?

-Siento que desperté de una pesadillas y ahora se cumple mi mayor sueño.

-No seas tan cursi.

-Y bue así soy yo.

-Me dí cuenta en el momento que te conocí.

-Sí, seguro. ¿Ya te habrá comentado Eric sobre un chico?

-Sí, me comentó. ¿Acaso me veo miserable?.

-Noooo, es que necesitas alguien en tu vida además de nosotros dos.

-¿Y cómo es? ¿es lindo?.

-Me sorprende que preguntes justo eso si no te gusta juzgar por la portada de un libro.

-Sólo es intriga.

-Lo verás cuando te lo presentemos.

Llegó la hora. Acompañé a Mary hasta donde estaba su padre y este nos elogió a ambas. Empezó a sonar la música clásica de bodas y salí primera con un ramo de flores y me uní con el padrino de Eric, su hermano, quien vestía un traje negro con una camisa blanca y llevaba gemelos de oro. Me dijo:

-Hola, tú debes ser Rosie, yo soy el hermano de Eric, James.

-Mucho gusto, ¿cómo no te vi antes si pasaba mucho tiempo con tu hermano?

-Es que estuve en el servicio militar esos años.

Llegamos al final de la pasarela y nos fuimos cada uno al lado correspondiente. La ceremonia fue hermosa.

Estábamos en el salón más grande de la casa bailando con música de DJ cuando empezó a sonar música lenta y me retiré de la pista de baile pero al momento que salí me agarró Eric y me llevo con James. Eric volvió haciendo una mueca. James me llevó a la pista y empezamos a bailar. Y le dije:

-¿Soy yo o quieren que estemos juntos?.

-Tuve el mismo presentimiento.

-Me dijeron que querían que conociera a alguien. Ese alguien sos vos, supongo.

-Me dijeron lo mismos a mí y sos vos ¿no?.

-Supongo que así es. Soy Rosie mucho gusto- dije bromeando.

-Soy James, mucho gusto.

Hablamos toda la velada y supimos en ese instante que eramos tal cual para cual. Al final del baile nos besamos con pasión.

El Diario EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora