"Todos tenemos un ángel, un guardián que nos protege. No podemos saber qué forma tomarán. Un día es un anciano, al día siguiente es una niña. Pero no dejes que las apariencias te engañen. Pueden ser tan feroces como cualquier dragón."
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Narra Ailish.
Hoy en la noche le diré a Julieth toda la verdad, la verdad es que tengo miedo, miedo a cómo reaccione, miedo a lo que diga y miedo a cómo será su actitud después de que se entere de todo.
- Tranquila, todo saldrá bien - Idris y Caleb me estaban dando apoyo.
- Es una locura lo que voy a decir, pero, tengo miedo - los dos al parecer se quedaron impresionados ya que esta es la primera vez que tengo miedo, en realidad no quiero perder la amistad de Julieth.
- Voy a tomar aire - mencioné y salí de la casa.
Al salir sentí una energía oscura, provenía del bosque así que me adentré, caminaba y caminaba y no veía algo fuera de lo normal, decidí regresar, pero algo me llamó la atención, era una pequeña pluma negra que caía, me di la vuelta y ellos estaban.
- Ustedes ¿qué hacen aquí? - pregunté secamente, eran los tres chicos que había visto en el callejón.
- La pregunta es, tú ¿qué haces aquí? - contestó el chico de cabello blanco.
- Así que tú, Ailish - como sabe mi nombre - eres el ángel custodio de Julieth - mencionó el chico de cabello negro, realmente es guapo.
- Veo que ustedes saben mi nombre, pero yo no sé los suyos - hablé señalándolos.
- Donde están nuestros modales, yo soy Arek - en alguna parte ya había oído ese nombre, pero no recuerdo de dónde.
- Kilian - habló el chico tatuado mostrando una sonrisa retorcida.
- William - dijo el chico de cabello blanco.
Los chicos me analizaban de pies a cabeza, era como si buscarán en mi algo más.
- Parecen sorprendidos - mencioné
- No entiendo cómo Dios te confío a ti, algo tan importante - habló Kilian.
- Es obvio que Dios confía en ti - dijo Arek.
- ¿Acaso pensaban que era poderosa? - conteste, a lo cual ellos asintieron - bueno, lamento decepcionarlos, pero solo soy un
- Ailish, qué haces con ellos - era Félix. - tenemos que irnos
- Ailish, es una trampa - habló Arek mientras agarraba mi brazo para atraerme hacia él.
- Ailish, le crees a tu amigo que te conoce de toda la vida o a él caído que solo quiere llevarse a Julieth - este no era Félix, en lo de amigo se equivocó, Félix es mi mejor amigo.
- Félix, creo en ti - mencioné mientras disimuladamente sacaba mi daga.
Me acerqué al demonio y le clave la daga, pero al parecer no lo hirió, este saco la daga de su estómago y la lanzó aún lado, le di una patada lo cual fue inútil ya que agarro mi pierna.
Arek se abalanzó contra el demonio logrando quitar mi pierna de su agarré, los otros dos caídos estaban luchando contra él y no entendía el porqué.
Traté de mover mi pierna, pero me ardía, el demonio la había rasgado, el dolor era insoportable, las garras de demonio tenían veneno, me arrastré hacia un árbol y poco a poco empezaba a cerrar los ojos...
