AILISH: UN ÁNGEL CUSTODIO (TERMINADA)

Capitulo 15

Nix nos estaba contando por qué vino hasta aquí, al parecer Lucifer se ha enterado de que Julieth está viva y de que yo soy su Custodio.

Escuchaba gente gritando, pidiendo ayuda, las voces desgarradoras de niños y ancianos, sentía una energía muy potente no era cualquier energía angelical ni oscura, era una energía que transmitía terror, horror, caos.

A lo mejor era porque estos últimos días me he sentido cansada, no le hice mucho caso así que volví ponerle atención a lo que Nix decía.

- ¿Ailish te sientes bien? - preguntó Julieth, se veía un poco preocupada, lo único que dije fue un sí, casi inaudible. Ella asintió no muy convencida.

Seguía escuchando esos gritos desgarradores, decían algo que no podía entender, por un momento pararon, pero los mareos se hicieron presentes, una voz me decía que saliera y tomará aire, por otra parte, la otra voz me decía que me quedara y que resistiera, estaba confundida, opte por la segunda voz.

- Ailish, crees que sería buena idea - preguntó Isa quien se encontraba a lado de Caleb.

- Lo siento, ¿qué decías? - mi voz sonaba un poco débil, no quería que nadie me viera así.

- ¿Segura de qué estás bien? – Preguntó Felix.

- Sí, estoy bien, solo que necesito un poco de aire, eso es todo - me dirigí a la puerta, las voces cada vez se hacían más fuertes, ahora si era capaz de entender lo que las voces decían.

- Está cerca - una voz áspera, resonaba en mi cabeza

- ¿Quién está cerca? - me senté en una banca que se encontraba a la derecha de la casa.

- Viene por todos nosotros - esta vez la voz no era áspera, si no era la voz de un niño.

- ¿Quién? - nuevamente pregunté.

- La destrucción - ahora eran todas las voces.

Agaché mi cabeza y cerré los ojos por un momento, al abrirlos un paisaje que irradiaba terror, sufrimiento, caos se hacía presente ante mis ojos, sentí como alguien me tocaba el hombro, alcé la vista encontrándome con Casandra, ¿qué hacía aquí?

-Tengo que hablar contigo – se veía preocupada. – Pero no aquí – me guío hacia las profundidades del bosque.

-Ailish, ¿confías en Julieth?

-Claro que sí.

-Entonces, espero que no llegues a utilizar esto – me entregó una daga envuelta en un trapo, parecía antigua era de plata y a los costados tenía un escrito en latín.

- Casandra, no utilizare esto con Julieth

-No lo harás con ella – hizo una pausa – Sí Julieth libera a Lucifer la única solución será un sacrificio, pronunciarás el escrito y después - lo entendía perfectamente, Casandra sabía lo que pasaría.

-Eso es lo que hace un ángel, protege a la humanidad – Casandra asintió y se fue perdiéndose en el bosque, no tenía miedo, estaba decepcionada de Julieth.

Después de unos minutos caminando entré a la casa no sin antes esconder la daga no quería que se enteraran, no quería que se preocuparan, tengo que afrontar esto, eso es lo que hace un ángel se sacrifica por el bien de la humanidad, se que si utilizo esa daga no volveré, seré convertida en un rayo de luz.

-¿Dónde están todos? - solo estaba Arek sentado en el sillón.

-Dormidos – no note que había anochecido.

- Sé que no estás bien - habló mientras señalaba el sillón, así que tome asiento a lado de él.

- ¿Por qué me salvaste? - voltee a verlo, su rostro estaba a tan escasos centímetros, que podía sentir su aliento, chocar con mi cara.

- Digamos que quiero ser un buen ángel caído – contestó haciendo comillas con los dedos.

- ¿Por qué?

- Cuando ganemos la guerra contra Lucifer quisiera volver al paraíso. – ¿acaso el sabe lo que pasará? – No quiero que lo tomes mal, pero Julieth es muy despistada que terminará liberando a Lucifer. – tenía razón Julieth es un poco despistada.

- ¿Crees que ganemos?

- ¿Escuché bien?, Ailish el ángel más fuerte que he conocido preguntándome si ganaremos – sonrió, era la primera vez que lo veía sonreír, tal vez si hablaba enserio con lo de volver al paraíso- claro que ganaremos – se levantó para subir las escaleras. Tengo que ser optimista, ganaremos no importa de que manera.