"Todos tenemos un ángel, un guardián que nos protege. No podemos saber qué forma tomarán. Un día es un anciano, al día siguiente es una niña. Pero no dejes que las apariencias te engañen. Pueden ser tan feroces como cualquier dragón."
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Narra Nix.
- Nix, Lucifer te espera en su despacho - ¿Lucifer?, sentía nervios y emoción a la vez, al fin podré saber cómo es Lucifer.
Llegue a su despacho y toque seis veces hasta que la puerta se abrió ligeramente, se encontraba en su escritorio, era un señor de unos 40 años, cabello negro y ojos que irradiaba furia, para mí no era impresionante.
- Siéntate - su voz era grave que hasta retumbaba por toda la estancia.
- ¿Por qué me llamaste? - pregunté
- Arek te considera una hermana
- Valla al punto
- Arek y tu tienen el mismo carácter – sonrió divertidamente - Se qué Arek tiene información acerca del custodio.
- Y eso que tiene que ver conmigo
- Te cuenta todo - solté una carcajada
- Lucifer, soy menor puedo revelarme contra ti, es por eso que no me cuenta nada - y era cierto, bueno de una forma, Arek si me contó lo de Ailish pero de los demás asuntos no.
- Sabes que puedo ver tus miedos, mentiras, verdades - mi cara palideció - sé que estás mintiendo, dime lo que sabes.
Agarre un jarrón que se encontraba en el escritorio y se lo lancé, abrí la puerta y salí corriendo solo escuche guardias atrápenla, me dirigí al portal, era una puerta dorada con pigmentos de oro, entré y vi todo borroso.
Desperté en un bosque, creo que era la tierra, era la primera vez que atravesaba un portal, corrí hasta llegar a una casa, era muy linda pero la energía era angelical, pero a la vez era oscura, no tuve otra opción que tocar la puerta.
De ahí apareció una chica rubia con ojos azules, se hizo aún lado para que pudiera pasar, qué raro, Los Ángeles y caídos no nos llevamos muy bien que digamos, al entrar se escuchaba que estaban discutiendo.
Al pasar a la sala, se en encontraban dos chicos muy lindos y Arek y sus odiosos amigos, me miraron y Arek se acercó a mí.
- Te dije que te quedarás - su tono de voz irradiaba enojo.
- Si me quedaba iba ser comida para Cancerbero - el cancerbero es el vigilante de la puerta que conecta el plano de los seres vivos con el Infierno.
- ahora ¿qué hiciste?
- ¡No hice nada, ustedes desaparecieron! - estaba enojada, sé que me comporto como una niña, pero no todo el tiempo, estoy cansada de que siempre me culpe de lo que sale mal si es el, el que tiene la culpa - ¡ya estoy cansada!
- ¿De qué hablas?
- ¡Tú siempre me culpas de todo!, ¡Por una vez en tu miserable vida acepta la culpa! - estaba furiosa
- ¡Y por cierto Lucifer sabe que tienes información de el custodio! - mencioné antes de salir de la casa...
