Lucas Haider, tienes visita.-dijo un policía abriendo el cerrojo de su celda para que el chico saliera, levantó la cabeza y miró al hombre con una expresión de frialdad, antes de levantarse Dejó que el policía le pusiera las esposas y que el condujera a la sala de visitas.
-Tienes 20 minutos.-avisó el policía al quitarle las esposas la miró fijamente y avanzó lentamente hasta sentarse en el mismo banco donde ella estaba.
-¿Qué haces aquí?-preguntó molesto.-Creo que desde ese día todo ha quedado bastante claro, Mary.
-Por mi parte no.-respondió ella con tristeza.
-Pues yo creo que sí, ya no me sirve de nada lo que me digas, pudiste ayudarme, y no lo hiciste.-la acusó muy furioso.
Ella cogió su mano con fuerza, y le miró fijamente.
-Lucas por favor, escúchame, agradezco mucho lo que hiciste por mí, pero no lo entiendes, todo lo que me hiciste...no puedo perdonártelo.-explicó Mary con lágrimas en los ojos.
-Yo te salve, ¿qué no me puedes perdonar?-exclamó el sin comprender.
-Lucas, me violaste, me pegaste...me hiciste mi vida un infierno. Cuando volví a mi casa no podía dormir solamente con pensar que reviviría todo lo que me habíais hecho en mis pesadillas. Pero por otra parte está todo lo que hiciste por mí, me salvaste de tu padre dos veces, y lo mataste. Por eso he venido aquí.-explicó Mary acariciando su mano.
-Mary, no me valen tus excusas, no quiero verte.-respondió cortante.
-Si no quieres verme, tal vez quieras verle a él.-dijo ella acercándose a ella el carrito del bebé, y sacando al niño de dentro.
El miró primero a la chica, que sonreía, y luego al niño, con un brillo en la mirada, que ella no pudo identificar.
-¿Quieres cogerlo?-preguntó Mary al ver su mirada.
-No, no quiero hacerlo daño, como a su madre.-respondió seriamente, A Mary se le apagó la sonrisa al oír su comentario, y bajó la mirada.
-Solamente quiero saber como se llama.-dijo el chico.
-Lucas, se llama como su padre, porque gracias a él, los dos estamos vivos.-respondió Mary con una media sonrisa.
-¿Le has puesto mi nombre?-preguntó muy sorprendido, eso si que no lo esperaba.-¿Por qué?
-Es mi manera de agradecer lo que hiciste por nosotros.-dijo la chica.
-La única manera de perdonarte es que me saque de aquí, solo puedes hacerlo tu, Mary, por favor, sólo tienes que ir al juicio y testificar a mi favor, no puedes dejarme en la cárcel sabiendo que yo no maté a esas personas.-dijo mirándola fijamente.-Por favor...
Ella bajó la mirada y asintió secamente.
-Está bien, iré.-respondió ella. El sonrió y besó su mano.
-Sabía que mi padre no tenía razón y que podía confiar en ti.-dijo el chico con una sonrisa, miró el reloj y vio que le quedaban pocos minutos.-¿Dónde vives ahora?
-Una familia me adoptó a mi y a Lucas en unos pocos meses, ahora vivimos a las afueras de Londres, trabajo de camarera en un bar cercano para tener unos pocos ahorros cuando cumpla los 18.-explicó Mary con una sonrisa.
-¿Trabajas? ¿No tendrías que estar estudiando?-preguntó el chico sin comprender.
-Supongo que sí, pero después de tantos meses no pude ponerme al día así que lo dejé, tenía que trabajar para que me dieran la custodia de Lucas.-respondió ella.
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Secuestrada #Premiosastros2017
Short Story-Por favor no me mate.-suplicó al ver que él alzaba el cuchillo hacia ella.-Hare lo que quiera... -¿Lo que yo quiera? -Si. Cuando Mary le vio cometer ese asesinato, supuso el final de su vida... Pero él no la mató e hicieron un pacto, si ella se lo...