Mary le miró fijamente unos instantes antes de volver a bajar la mirada. Luego se acurrucó más en la bañera, temblando de frío. Lucas la cogió de la barbilla y la hizo levantar la cabeza, para volver a mirarle.
-¿En qué piensas?-murmuró el chico, cogiendo un mechón de sus cabellos castaños, y mirándolo embobado.
-¿Cómo puedes quererle?-preguntó ella en voz baja sin poder aguantar la curiosidad.-Mató a toda tú familia, a todas las personas que te importaban, y aún así, le admiras.
-Él me enseñó todo lo que sé ahora, para él todo el amor era una debilidad, mi madre y mi hermana sólo eran obstáculos en mi camino, y había que eliminarlas.-respondió él con voz monótona como si lo tuviera grabado en su mente.
-¿Yo también soy un obstáculo para ti?-preguntó Mary, en ese momento se arrepintió de la pregunta que había dicho, pero si esto salía bien, él la dejaría libre.
-No...¡no! Claro que no, puede que mi padre diga que eres una más, que eres igual que todas y que me vas a traicionar, pero yo no creo eso, tú eres un ángel, eres mi ángel, eres mía y no dejaré que nadie te haga daño.-murmuró Lucas mirándola con admiración y devoción.
Mary se tuvo que contener para no sonreír, lo tenía en sus manos, sólo hacía falta un poco más de persuasión, aunque la verdad no le había gustado nada oír que ese hombre creía que ella era suya, pero tenía que seguirle la corriente.
-Lucas, por favor, si me quieres, sácame de aquí, necesito irme de aquí, o si no tu padre me matará, si quieres protegerme, deja que me vaya.-suplicó Mary con los ojos llenos de lágrimas.
Entonces él la miró, y su sonrisa desapareció, dando lugar a unos ojos brillantes de odio. La golpeó, y aprovechando que estaba medio ida, la obligó a meter la cabeza debajo del agua.
Mary se revolvió intentando escapar, pero él no se conmovió, iba a matarla. Sintió como poco a poco su mente iba nublándose, y la necesidad de aire, era inmediata, entonces...él la soltó.
Mary salió a la superficie aspirando una gran bocanada de aire, y tosiendo mientras echaba agua. Le miró, y empezó a temblar de miedo, su mirada fría e indiferente la atravesaba.
-¿Ves? ¿y me preguntas por qué admiro a mi padre? Aquí tienes la respuesta, por que todo lo que me dice él, es verdad, por qué él nunca me miente, a diferencia de ti, sólo eres una zorra más y me lo acabas de demostrar, a ver si te enteras pequeña putita, tu no saldrás de aquí si no es muerta.-la amenazó cogiéndola del cuello y haciendo presión sobre él.
A Mary se le llenaron los ojos de lágrimas al saber que todo había acabado, pero sobretodo su esperanza.
La levantó y ella gritó al pensar que quería asfixiarla, pero él la soltó y cayó al suelo del baño, intentó escapar, pero al apoyar el pie derecho en el suelo para levantarse, un dolor agudo del tobillo la atravesó, y cayó al suelo de nuevo con un grito.
Oyó su risa socarrona, y lo miró con miedo sin poder moverse, mientras Lucas avanzaba hasta ella.
-¿Te crees que somos idiotas? ¿Por qué crees que mi padre te hizo esa raja en el tobillo? Ahora si que no podrás escapar, por que con este pie tan bonito que tienes.-dijo besando la planta del pie de Mary.-No podrás ir a ningún lado.
Mary no dijo nada, simplemente lo miró con los ojos llenos de lágrimas mientras él le acariciaba las piernas.
-Vamos a dejarnos de tonterías y vamos al grano, ¿no te parece, princesa?-dijo el chico con una sonrisa.
La cogió por el brazo y la levantó, haciendo que ella gritara por la herida del tobillo, entonces él la cogió de la cintura y la levantó, apoyándola en su hombro, para llevarla a otra habitación de la que estaba antes. La soltó de repente y ella cayó al suelo de nuevo.
-Vamos a divertirnos un poco.-dijo poniendo música. Fue hasta el armario, y Mary se encogió esperando que también hubiera allí cadáveres, pero no, estaba lleno de ropa de mujer, pero no cualquiera, era ropa de prostituta, ropa interior de seda, de encaje, ligas...
Él sacó un picardías rojo y un culotte a juego, eran de encaje, y no tapaba nada, luego cogió unas medias del mismo color, que se ataban con unas ligas y se las tiró a la chica.
-No seas tímida y póntelas, es mejor esto que estar desnuda, ¿no?-dijo con una sonrisa socarrona.
Mary empezó a llorar, mientras se ponía la ropa lentamente, queriendo aplazar su futura tortura lo más posible. Cuando ella terminó, Lucas la levantó a la fuerza, tirándola del pelo, mientras ella gritaba.
-¿Sabes? Algo raro me pasa contigo, me encantas, y no quiero hacerte daño, pero al mismo tiempo me encanta hacerte sufrir.-susurró en su oído. Ella empezó a sollozar más fuerte. Y su sonrisa se amplió.
-Me encanta cuando gritas y lloras, espero ansioso que todavía tengas un poco de esperanza para que vuelvas a suplicarme por tu vida, con esos ojos miel que me atrapan. Cada vez que ayudaba a mi padre a deshacerme de una de esas mujeres...ocurría algo que me encantaba, mi padre se iba y yo me quedaba, me acercaba a ellas y las decía que las sacaría de allí, ellas me miraban con esos ojos cargados de esperanza...-se interrumpió con la mirada fija en la pared de enfrente.
Mary se dio cuenta de sus dudas.-Pero eso no es lo que te gusta a ti, ¿verdad? Eso es lo que quiere tu padre, Lucas, por favor, déjame ir, puedes venir conmigo, porque sé que no quieres estar aquí.-dijo Mary al ver la mirada de dolor del chico.
-¡TU NO SABES NADA!-exclamó muy enfadado.
-Claro que sí, te obligó a hacerlo, ¿verdad? Te obligó a que mataras a tu madre, y tú lo hiciste, lo hiciste porque sabías que si no lo hacías te mataría.-afirmó la chica. El la miró fijamente sin decir nada, confirmando silenciosamente la verdad.
-Tú la querías...y él lo sabía, por eso te obligó a matarla, ¿verdad?-murmuró Mary.
Entonces la golpeó de nuevo, Mary se golpeó la cabeza con el suelo y gimió de dolor, Lucas fue hacia la cama y arrancó un tira de la tela de la sábana, fue hacia ella y la amordazó con ella.
-No quiero escucharte más zorra, ahora vas a ponerte en medio de la habitación y vas a hacer lo que yo te diga, ¿entendido? Cada vez que me desobedezcas...-dijo sacando un pequeño látigo del cajón.
Mary miró el látigo con miedo, y se levantó rápidamente, para ponerse en medio de la habitación. Empezó a llorar de nuevo, pero la mordaza de su boca ahogó sus sollozos.
-Baila para mí.-dijo él sentándose en la cama con una sonrisa de satisfacción.
Mary se quedó mirándole sin hacer nada, pero él cogió el látigo y la golpeó en una pierna, haciendo que cayera al suelo con un grito ahogado por la mordaza.
-¡He dicho que bailes!-ordenó él de nuevo con esa mirada fría y sin sentimientos.
Mary empezó a mover la cintura tímidamente al ritmo de la música, mientras Lucas la miraba como si fuera un trozo de carne que estuviera dispuesto a comerse.
-Muy bien hijo, así me gusta, ya empezaba a pensar que esa putita te había embrujado.-comentó Douglas desde el marco de la puerta desde el que había estado observando toda la situación.
-¡Padre, has vuelto! Justo a tiempo para el espectáculo, ven, siéntate y disfruta porque todavía no ha empezado lo mejor.-comentó Lucas con una sonrisa.
*******
Y AQUÍ ESTOY DESPUES DE UN MILENIO SIN ACTUALIZAR JAJAJA ESPERO PODER HACERLO MAS SEGUIDO!
PD: Esta novela es corta y sólo tendrá unos 10 u 11 capítulos... Lo se muy cortita pero espero que les este gustando!
ESTÁS LEYENDO
Secuestrada #Premiosastros2017
Historia Corta-Por favor no me mate.-suplicó al ver que él alzaba el cuchillo hacia ella.-Hare lo que quiera... -¿Lo que yo quiera? -Si. Cuando Mary le vio cometer ese asesinato, supuso el final de su vida... Pero él no la mató e hicieron un pacto, si ella se lo...