Miró por la ventana del autobús con expresión ausente. Llevaba dos horas en ese autobús parada tras parada, sin saber qué hacer ni adónde ir.
El autobús paró de nuevo y el conductor se volvió hacia ella con expresión cansada.
-Oye chica, el autobús no hace más paradas, tienes que bajarte aquí.-dijo el conductor. Ella asintió sin decir nada y bajó del autobús lentamente. Su mirada se endureció al ver que el conductor miraba con preocupación su avanzado embarazo.
Mary no necesitaba que le dijera lo que él estaba pensando. Seguro que pensaría qué hacía una chica joven como ella, y encima embarazada, en un autobús a las dos de la madrugada.
Mary caminó lentamente por las calles de un pueblo que estaba en la parada de autobús hasta que alguien la cogió por detrás inmovilizándola y la tapó la boca, impidiendo que gritara. El corazón de Mary se paralizó de terror, no podía creer que Douglas la hubiese encontrado. Empezó a llorar.
-Mary, tranquila soy yo.-la voz del desconocido en su oído la tranquilizó, Él la soltó y ella se volvió a mirarle.
-Lucas…-balbuceó ella sin saber qué decir en ese momento.
-Shh, no hables, mi padre puede estar en cualquier lugar, lleva persiguiéndome tres meses, vámonos a un lugar seguro.-dijo en voz baja, empoujándola mientras caminaban por el oscuro y tétrico pueblo.
Mary se dejó llevar, mientras él la llevaba a una casa medio en ruinas y bajaban al sótano, dónde había una vieja cama unas cuantas velas y una mesa.
-¿Es así donde vives?-preguntó Mary. Él se giró a mirarla y ella pegó un grito de horror. Tenía la cara llena de moratones el ojo derecho hinchado al igual que el pómulo. La peor parte se lo había llevado su cuerpo, tenía los brazos llenos de quemaduras, como si le hubieran quemado con muchos cigarrillos, y eso no era lo peor, tenía toda la espalda en carne viva, como si le hubieran dado latigazos.
-¡Dios mío, Lucas! ¿Qué te han hecho?-exclamó Mary acariciándole la mejilla con cuidado para no hacerle daño.-Deberíamos ir al hospital.
-Es mejor que no, siempre me he curado solo, además tu necesitas tumbarte, el niño nacerá dentro de poco, no es bueno que deambules por las calles.-dijo con dificulatad sentándose con un gesto de dolor.
"El niño.-chilló la chica mentalmente al oírlo.-"¿Es qué no cree que sea su hijo?"
Ella lo miró seriamente, y él señaló la cama para que ella se tumbara.
-Deberías dormir un rato, puede que tengamos que salir corriendo si mi padre nos encuentra.-dijo Lucas cogiendo un paño e intentando limpiarse las heridas. Mary no se movió.
-Estoy embarazada, no minusválida. Mi hijo está bien.-respondió Mary con frialdad.
-Siento lo de tu novio, es una pena que no pueda conocer a su hijo.-dijo Lucas mirándola con un gesto de dolor por lo que había dicho.
-¿Por qué das por hecho qué es su hijo?-preguntó Mary furiosa.
-¿Es mio?-preguntó ilusionado.
-¿Es que acaso lo dudas, Lucas? ¡Me violaste, y desde entonces no he dejado que nadie me toque, está claro que es tuyo!-respondió ella gritando.
-¿Mi padre nunca te tocó?-volvió a preguntar con preocupación.
-Sólo para pegarme.-respondió ella solamente.
El chico sonrió, y se levantó para abrazarla.
-Ahora tengo una razón más para matar a mi padre.-dijo besándola.
-¿Fue tu padre quien te hizo esto, verdad?-preguntó ella en voz baja entre sus brazos.-Cuando él descubrió que me dejaste escapar.
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Secuestrada #Premiosastros2017
Krótkie Opowiadania-Por favor no me mate.-suplicó al ver que él alzaba el cuchillo hacia ella.-Hare lo que quiera... -¿Lo que yo quiera? -Si. Cuando Mary le vio cometer ese asesinato, supuso el final de su vida... Pero él no la mató e hicieron un pacto, si ella se lo...