Estaba tumbada en una cama muy cómoda, bocabajo, e iba con una camiseta ancha, que parecía de hombre, y le llegaba hasta las rodillas. Eso fue lo que advirtió Mary cuando se despertó.
No podía moverse, porque cada vez que lo hacía, un dolor insoportable la recorría. Le dolía todo el cuerpo, pero sobretodo la espalda, y no necesitaba mirarse a un espejo para saber que tenía la espalda en carne viva y sangrando.
En ese momento la puerta se abrió y entraron Douglas y Lucas. Mary cerró los ojos y se hizo la dormida, no quería que la hicieran más daño.
—¿Te has desecho de tu madre?—preguntó Douglas sentándose en la cama junto al cuerpo inmóvil de Mary. Miró fijamente a su hijo al ver que él no respondía.
—No pude papa, la policía esta como loca buscando a Mary por todos los lados, hasta en los contenedores, no me puedo deshacer de un cadáver ahora, lo encontrarían antes de que se borraran las huellas.—respondió Lucas enfadado.
—Pues quémala.—respondió Douglas acariciando el cabello de Mary con tranquilidad.
—No es tan fácil papa están quemando los bosques y ...—empezó Lucas antes de que Douglas le cortara con una bofetada que casi lo tira al suelo.
-¡Basta de excusas, Lucas! Yo no te he enseñado a hacer eso, te he enseñado a hacer lo que te ordenan sin miramientos, y ahora vete y deshazte del cuerpo de tu madre, no quiero que entres en casa hasta que no lo hayas hecho.-gritó Douglas fuera de sí.
Lucas le miró fijamente, sin un ápice de asco ni desprecio en su rostro, y con una mirada impasible salió de la habitación. Pero Mary pudo ver la emoción que escondía su rostro...¿admiración?
Admiraba a su padre por lo que hacía.
-Pero antes de irte, tenemos que darle una lección a nuestra pequeña Mary, que ya esta despierta, ¿no crees, hijo?-al ver a Lucas asentir con una sonrisa, siguió hablando.-Tráeme el cubo que está en mi habitación y unas cuerdas.
Mary le miró con miedo, pero él sólo sonrió. Lucas volvió en uno segundos con unas cuerdas en una mano y un cubo en la otra.
Douglas la tiró del pelo y la obligó a tumbarse bocarriba, haciendo que Mary lanzara un grito de dolor, cuando s espalda dolorida y maltratada tocó el colchó de plumas. Mientras ella lloraba, Douglas aprovechó para atarla de pies y manos a los postes de la cama. Después cogió el cubo y lo puso a los pies de la cama. Ella miró el cubo sin entender que había dentro, pero se quedó aún más perpleja cuando vio que Douglas empezaba a olerla de pies a cabeza.
Después cogió el cubo y se lo echó encima con una sonrisa. Mary cerró los ojos sin querer saber que la echaba, aunque estaba segura de que era agua. Pero cuando abrió los ojos, dio un grito de horror. Estaba cubierta de sangre. El cubo que la había echado estaba lleno de sangre.
Se retorció en la cama intentando liberarse, y quitarse la sangre, pero no pudo, Douglas la había atado muy bien.
-¿Sabes? Te tengo que decir una cosa, nunca me gustaron las mujeres.-dijo Douglas observándola muy serio.-Sólo servís para lo que servís, sois todas unas putas, que no sabéis hacernos felices.
Mary le miró horrorizada presintiendo que ella no acabaría muy bien.
-La última que me jodió, ¿sabes lo que la hice?-preguntó mirando los ojos color miel de Mary, mientras sacaba un cuchillo del cajón, y lo apoyaba en su piel.-Le corté las venas una a una.
Mary volvió a chillar al ver que él apretaba el cuchillo sobre su muñeca y manaba un hilillo de sangre.
-Si no fuera por mi hijo, ya estarías muerta.-dijo él muy serio.-Pero no tengas esperanzas, morirás como todas las que han pasado por aquí.
Douglas caminó hasta un armario que estaba en el fondo de la habitación y sacó una llave de su bolsillo, con la que abrió la puerta del armario. Los cadáveres de unas cinco mujeres cayeron al suelo, uno sobre otro, haciendo que Mary lanzara un grito de horror y empezara a llorar, presintiendo que pronto su cadáver estaría ahí dentro, acompañando a las demás.
Douglas avanzó hacia ella, con el cuchillo en alto, y Mary empezó a retorcerse en la cama, intentando liberarse.
-Por favor no me hagas daño, no volveré a escaparme, te lo juro.-sollozó Mary.
Douglas se sentó al lado de dónde ella tenía atado el pie derecho y le hizo una pequeña raja en el tobillo, haciendo que ella gritara de dolor. Douglas le besó el cuello y le susurró al oído
—Ahora si que no volverás a escaparte.
Espero que le este gustando 🦄🤗
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Secuestrada #Premiosastros2017
Historia Corta-Por favor no me mate.-suplicó al ver que él alzaba el cuchillo hacia ella.-Hare lo que quiera... -¿Lo que yo quiera? -Si. Cuando Mary le vio cometer ese asesinato, supuso el final de su vida... Pero él no la mató e hicieron un pacto, si ella se lo...