Legion Warrior

Legion Warrior - 001 Normalidad

2:45am

Sin duda alguna una noche muy agitada para los Rosswell, desde la calle se podía escuchar los gritos ahogados de Sarah Rosswell quien está a punto de dar a luz a su primer hijo. Esa noche las luces de la habitación no paraban de parpadear, Arthur Rosswell se prepara para recibir la llegada de su primogénito.

-Vamos cariño tu puedes, solo puja- decía Arthur quien se veía muy nervioso con gotas de sudor que resbalaban desde su frente, su esposa Sarah tenía sus azules y cristalinos ojos llenos de lágrimas, se aferraba fuertemente a una toalla con sus dientes, las venas en su delgado cuello parecían estar a punto de estallar debido a la gran presión ejercida por su mandibular, de pronto el rostro de Arthur se ilumino con una enorme sonrisa, al tiempo que un ligero llanto cada vez más fuerte se escuchaba en la habitación.

-Lo hiciste querida, es un niño- dijo Arthur con la voz quebrada cargando en brazos al nuevo miembro de la familia Roswell. A medida que el pequeño lloraba la luz se volvía más inestable, Arthur entrego al pequeño en brazos de su madre, pero justo antes de que ella pudiera tocarlo el foco de la habitación explotó dejándolos iluminados solamente con la tenue luz de la luna que se abría paso entre las cortinas hasta la habitación. El niño no paraba de llorar

-Jajá, eres tan llorón como tu padre- dijo Sarah cuya voz apenas se escuchaba. Mientras tanto Arthur abrió un cajón del buró y saco una linterna, estiro la mano y de ahí mismo tomo de entre de un montón de focos el primero que tocó. Tomó una silla y se trepo en ella.

-Vaya, será mejor que tengamos vigilado al chico, parece ser que heredo algo más que tu encanto- dijo Arthur quien cambiaba el foco roto de la habitación solo con la mano desnuda sin ningún tipo de protección.

-No te pongas celoso amor, al menos llevara tu nombre- dijo ella

-Mmm... Sabes bien lo que opino del segundo nombre-

-Sí, sí, pero aceptaste que también llevara el nombre de mi padre, y después de lo que hizo por nosotros se lo merece- dijo ella mientras Arthur bajaba de la silla

-Correcto, será nuestro pequeño James... El pequeño James Arthur Roswell"- Arthur acariciaba la cabeza de James quien empezaba a quedarse dormido.

Durante toda su infancia han ocurrido cosas raras alrededor de James, los artefactos funcionan cerca de él, aun cuando no tienen baterías o no están conectados. Aunque desde que cumplió 8 años no ha pasado nada fuera de lo común, desde que llegaron a Minnesota ha vivido como una persona normal, ahora tiene 18 años, amigos y una vida normal de adolescente.

TOC! TOC!

-James, ¿ya estas despierto?-

-Si mamá, me estoy arreglando-

-De acuerdo hijo, tu desayuno está en la mesa-

-Gracias mamá- Contesto James casi sin ánimos mientras terminaba de arreglarse, desayunó tan rápido como pudo, para luego tomar su mochila y salir de la casa corriendo a gran velocidad. Llego a la escuela apenas a tiempo, puesto que la profesora entró justo detrás de él.

-Tomen asiento por favor chicos- dijo la profesora en vano, ya que nadie le hizo caso, de echo fueron pocos los que se dieron cuenta de su presencia. La profesora dejó su bolso en el escritorio, tomó un gis de su cajón, se dio media vuelta hacia el pizarrón y comenzó a escribir: -"11 de octubre de 1997", ¿Alguien tiene idea de que fue lo que paso ese día?- pregunto la profesora al tiempo que todos se incorporaron y fueron a sus asientos.

-Amm... ¿Fue el día de la explosión de la planta nuclear en Ohio?- respondió dudosa la chica rubia sentada al lado de James

-Correcto, ¿Alguien sabe porque lo escribí en el pizarrón?-