Legion Warrior

Legion Warrior - 010 Soledad

Los ojos de James se abrierón finalmente, se encontraba mirando al cielo, era extraño como las nubes se movían tan rápido, el chico dió un sentón de inmediato, y fue cuando se dió cuenta que ya no estaba en medio de aquel bosque en Minnesota.
-No te levantes tan deprisa, tú cuerpo esta muy lastimado hijo- dijó un hombre un poco viejo en la parte delantera de la camioneta.
-¿Dónde estoy?- preguntó James.
-En la parte trasera de mi camioneta- respondió el viejo hombre al volante.
-La pregunta no es "¿Dónde estas?" si no "¿A dónde vamos?"- contestó el copiloto del vehículo.
-¿Quienes son ustedes?, ¿Y a dónde vamos?- preguntó James desconfiado.
-Ambos somos doctores, venimos temprano de cazería, y te encontramos tirado en medio del bosque, necesitas atención médica así que te llevamos a nuestra clínica en Dakota del sur- dijó aquel anciano.
-¡¿Dakota del sur?!- exclamó James.
-¿Pasa algo? Disculpa, como te encontramos tirado en medio del bosque no pensamos que tuvieras un hogar cerca-
-No, descuiden, no tengo ya nada más en aquel pueblo, por favor llévenme con ustedes- pidió james respetuosamente.
-Bien, este vejestorio que viene manejando es el dr. Lee y yo soy el dr. Harmend- dijó el hombre presentándose al fin.
-Yo soy James Arthur Roswell, pero solo díganme James-

Tras 20 minutos más de viaje por fin se podía ver de lejos la ciudad, James estaba maravillado, era la primera vez desde que tenia 8 años que salia de aquel pequeño y triste pueblo.  

-Bueno, parece que no es tan serio como pensábamos, tienes algunos músculos fatigados, y presentas algunos signos de deshidratación, pero no es nada que un poco de descanso y mucha agua no puedan controlar- dijó el dr. Harmend sentado cómoda y placenteramente en la silla de su escritorio. James tenia cubiertas ambas piernas y brazos con gaza, para evitar un posible desgarre de sus músculos fatigados.
-De acuerdo, si eso es todo, me retiro- dijó James al tiempo que se levantaba de su asiento.
-Ahora otro tema que me preocupa mucho... ¿A dónde iras?, ¿Conoces a alguien en esta ciudad?- preguntó Harmend con mucha intriga.
-Es verdad, no conozco a nadie...-dijó James al percatarse de su realidad
-Escucha, si no tienes dónde quedarte tal vez pueda ayudarte con eso por un par de dias, ven conmigo- exclamó el médico al tiempo que se levantaba hacia el perchero y cambiaba su bata blanca por un abrigo color marrón un poco viejo.
-¿Vas a irte?- pregunto el joven extrañado.
-Descuida, hoy es mi día libre, solo vine aquí para poder examinarte adecuadamente- respondió el doctor mientras se acomodaba el abrigo.  y posteriormente ambos salierón del consultorio, subierón a su camioneta y partierón.

-Este departamento era de mi hijo... él murió hace unas semanas en un accidente, nos hemos llevado ya todas sus cosas, pero el contrato del alquiler vence en 7 días, creo que será tiempo suficiente para que pienses que hacer- explicaba Harmend tratando de ocultar su dolor al recordar a su recién fallecido hijo

-No... No se que decir señor...- pronunció James al escuchar sobre el hijo del doctor.
-Si no sabes que decir mejor no digas nada... Es lo que siempre le decía- dijó Harmend con una sonrisa en el rostro - Bueno hijo eso es todo, por favor no le ocasiones problemas al casero y no te olvides de pasar a despedirte antes de marcharte- pronunciaba Harmend antes de atravesar la puerta y desaparecer de la vista de James.

El departamento no era la gran cosa, era pequeño, se encontraba vacio en su totalidad, lo único realmente rescátale de ese departamento era la increíble vista nocturna de la ciudad. De pronto el estomago de James comenzó a hacer ruidos fuertes, "necesito algo de comer" pensaba el chico, metió la mano dentro de su pantalón y sacó su cartera, dentro solo habían unos cuantos billetes "mierda, ¿Qué se supone que hago yo aquí?... Debería volver a casa" James se sentía mas solo que nunca, sus padres no estaban y ahora no tenia a ningún amigo cerca con quien apoyarse, "Tengo que encontrarlos, tengo que llegar a California" dijó James para si mismo. El día pasó muy rápido, ya empezaba a anochecer, cuando de pronto un fuerte ruido salió desde el estomago de James... "Joder, esto es todo lo que tengo..." Dijo al tiempo que miraba su cartera "ni modo, ya me las arreglare" tomo su cartera y salió del lugar. Comenzó a caminar, recorriendo a ciegas las calles de aquella ciudad desconocida en busca de algún lugar donde poder alimentarse, mientras recorría el lugar su mente era cada vez mas enredosa, se sentía solo y perdido, completamente aterrado ante la idea de lo que le espera, las cosas se ponen cada vez más raras, su futuro era totalmente incierto y él lo sabia.