"Pareja cibernetica"

Capítulo 2: "Cuando la tecnología entra a tú vida"

Tres atractivos jovencitos estaban en una acalorada plática en una pequeña sala.
¿Por qué lo hiciste Vegueta yo no quiero estar perdiendo el tiempo esas tonterías?, decía Gokú.

Ya Gokú, modernízate un poco, eres joven estate de acuerdo al avance de la tecnología además ni siquiera estás registrado con tu nombre, si quieres usas el chat sino no, no, puedes solo usar los juegos, si usas el chat de ti depende si quieres darte a conocer de verdad, nadie te obliga, decía Krilín.

Ese no es problema sino ese tonto seudónimo, decía Gokú con molestia.

Pero si a mi me pareció original, además va de acorde a tu persona, decía Vegueta sonriendo.

"Obsesivo por las artes marciales", ¿te pareció original?, decía Gokú casi gritando.

¿Y como querías qué te pusiera: Príncipe azul, Caramelito, Bombón,....?, ¿dime cuál te gusta para cambiártelo?, decía Vegueta aguantando las ganas de reír al igual que el calvo.

Déjalo así, para lo que lo voy a usar, tal vez solo entre por los juegos, dijo Gokú.

Tú clave es tú nombre para que te acuerdes y usa el chat amigo, te aseguro que te relajaras, dijo Vegueta.

Mejor vamos a comer algo, ya me dio hambre, dijo Gokú tomando sus llaves que estaban sobre uno de sus muebles.

Si tienes razón, yo también ya tengo hambre, dijo Krilín.

Entonces, ¡vamos¡ dijo Vegueta.

Fri pan: "Castillo"

Está bien me convenció, cuando me la instalan, decía el rey.

Hoy mismo, dijo el hombre.

Entonces la instalaran en mi despacho, dijo el Rey.

Ahora mismo la instalamos, no se arrepentirá de haber tomado esta decisión su majestad, además para la princesa le dejaremos esta pequeña laptop para que ella pueda usarla desde su habitación sin necesidad de estar viniendo hasta su despacho para buscar alguna información, así usted podrá tener su propia computadora donde pueda tener sus propios archivos y la princesa su computadora portátil además para usted le daré de cortesía un moderno equipo telefónico, dijo el hombre de lentes.

¡Gracias¡ es muy gentil, dijo el rey.

Horas después:

La bella princesa pelinegra junto a su pequeña mascota ingresaba al castillo al tiempo que un par de hombres salían del mismo.

¡Buenos días princesa Milk¡ dijeron los hombres haciendo una reverencia.

¡Buenos días¡ dijo la pelinegra.

Milk entro al castillo y se encontró con su padre que la esperaba en la lujosa sala.

¡Papá¡ dijo inclinándose en señal de respeto a su padre.

¿Vienes de correr?; dijo el rey.

Si padre, dijo Milk dulcemente.

Hija te tengo un regalo, dijo el rey.

¿Un regalo?, pero si aún no es mi cumpleaños, decía Milk sonriendo.

Lo sé hija pero quise dártelo, además te servirá para tus estudios a larga distancia que llevaras en la universidad, decía el rey.

¿No comprendo?, dijo Milk caminando junto a su padre hacia su habitación mientras este le explicaba sobre su regalo.

Minutos después: