________ nunca se había sentido tan llena, tan abierta.
Se mantuvo sobre su espalda, sus pezones desnudos empujando en el aire y sus piernas lo más amplias posible en torno a las caderas del lobo mientras se cernía sobre ella y la quemaba con la mirada. Entre sus muslos podía ver el enorme eje enterrado en su interior hasta la raíz. No había realmente ninguna oportunidad de alejarse ahora. No había nada que pudiera hacer, sino relajarse y dejar que la bestia llegara hasta el final. Respirando profundamente, _______ se dispuso a hacer precisamente eso.
- Por favor... Louis... - Susurró, acariciando su pelo de nuevo ¿Era su imaginación o el negro de su cabeza se veía un poco menos real, un poco menos sustancial? Y ¿Estaban sus ojos cerca de un color celeste cálido como el que había tenido cuando cambió? - Por favor - Le dijo a la bestia - Por favor, follame, Louis… Follame y lléname con tu semen para que los dos podemos ser libres.-
El lobo parecía entender su petición.
Tomando un agarre más firme de sus caderas, cambió de posición, las piernas de ______ ahora descansaban sobre sus hombros y comenzó a salir de su vagina apretada.
________ gritó cuando entro de nuevo en ella, agarrando sus delgados tobillos en sus grandes manos mientras le penetraba su indefensa vaina.
Aquí estaba la follada violenta que había esperado todo el tiempo, aquí estaba el eje salvaje que amenazaba con dividirla en dos mientras el lobo tomaba su placer de ella y satisfacía su deseo en la vulnerable vagina. Y, sin embargo, mezclado con el dolor había un placer tan profundo y amplio en su intensidad que _______ se sentía como si se estuviera ahogando en ella. Mientas el pene de la bestia se sumergía en su coño una y otra vez sentía un apretando tirón en su bajo vientre, un tirón que debía explotar pronto o se volvería loca.
¡Diosa, oh diosa, no puedo... No puedo soportarlo!
Pero debía. No había escapatoria del lobo, ahora que había empezado a penetrarla. No había escape de la situación, salvo mediante la aceptación de su semen, su caliente corrida en su desprotegido coño.
Apretando sus ojos cerrados, _______ hizo todo lo posible para que el lobo se corriera. Presionando sus caderas hacia arriba, trató de encontrar sus salvajes estocadas, abriendo su vaina a sus empujes.
Sus pezones estaban duros y su clítoris palpitaba, follo de vuelta a la bestia, tratando de coger el ritmo, apretando su pene con los músculos de su interior que ya se esforzaban por recibir la leche de la corrida de su espeso eje.
Por fin tuvo éxito. Con un rugido que sonó extrañamente como a su nombre, el lobo se apoderó de sus caderas y apretó tan profundamente como pudo en su vaina.
________ sintió una ráfaga caliente de líquido bañarle la entrada de su vientre y luego el tirón dentro de su vientre se rompió y ella se corrió, su coño daba espasmos sin poder hacer nada con el grueso invasor mientras la bestia la inundaba con su semilla.
- ¡Oh Louis, sí! ¡Sí! - Gimió ella, sin importarle si la bestia le entendiera o no - Sí, eso es...-
Sentía el río de líquido quemando y desbordando su vaina y recorriéndole por la cara interna del muslo y luego el intenso placer, dolor y miedo que había sido sometida a la venció. Por segunda vez en aquella noche el mundo se oscureció y _______ no supo más de ella.