Parte 2: La Espatula de Titanio

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Es el año 1942, ha pasado un año exacto desde que Vladimir y Mijaíl fallecieron en un intento de salvar al padre de Iván de una posible invasión la cual ocurrió en forma de bombardeo, a Iván este evento ha sido demasiado traumático, últimamente lo único que ha hecho en las noches es levantarse en la madrugada por un mal sueño referente a ese día. Se siente culpable por éste evento, se dice a sí mismo que si no se hubiera caído al distraer a aquél francotirador éste no le hubiera disparado a su padre sino a Iván.

Luego de año nuevo pasó unos días junto con su madre, porque él sabía que tal vez sería la última vez que la vería. Su madre ya era una mujer de 49 años (puesto que ésta había cumplido años hace poco), Iván no tenía nada preparado, como siempre vaya, pero recordó algo que su madre solía hacer con él los 13 años que vivió con ella. Por mucho tiempo ella le narró una antigua historia, una leyenda, la cual rezaba que los japoneses utilizaban un tipo de dispositivo artesanal en forma de sartén plateado creado a base del mineral más avanzado que en ésa época podrían haber tenido, titanio. El objetivo de la historia era darle un sentido a la fidelidad que tenían los soldados de ésta facción hacia su emperador, dándole al instrumento la habilidad de controlar mentes y hacer cambiar la forma de pensar a como la persona que la sostenga desee. Éste instrumento fue dotado con el nombre de La Espátula de Titanio (irónicamente por errores de traducción ya que ésta es una sartén).

En la mente de Iván le pareció una buena idea para compensar que no le regaló nada a su madre, por lo menos una última vez, que él fuera el que le contara la historia esa misma noche. Así que sin ningún problema se dirigió a su madre y la sentó con entusiasmo en una silla que en el pasado ella utilizaba para hacer lo mismo.

- Entonces... mamá, sé que no te regalé nada en tu cumpleaños, lo cual es malo de mi parte..., así que te voy a regalar algo simbólico. – dijo Iván ya sentado en el sofá viejo

- ¿Y se puede saber qué es eso exactamente? – pregunto divertida.

- ¿Recuerdas La Espátula de Titanio? ¿La historia que tanto me contabas aquí? Pues en honor a ello, seré yo quien te cuente la historia el día de hoy. – Respondió orgullosamente

- Vale – se aclaró la garganta intentando parecer serio para hacer reír a su madre – Esta historia se remonta a una antigua guerra jamás contada entre los japoneses y los chinos... los primeros, con la ayuda de una bruja lejana de nada menos que Egipto, refugiada, temida y aceptada en el país nipón. Ésta bruja era temida por su enorme poder con la magia negra, sus poderes de seducir a todo hombre que pegara un ojo en ella aún con su desagradable aspecto y voz grave. Aquella bruja, con la ayuda de los herreros más talentosos de la isla del sol naciente crearon por, accidente, lo que en un principio iba a ser un espejo, terminando en... una sartén... - dijo de forma irónica

- Recuerdo cuando te contaba esta historia y siempre me preguntabas porqué se llamaba espátula - soltó unas carcajadas - solo para responder "error de traducción" - dijo Titania

- Exactamente, como decía, poco después esta arma trajo muerte y destrucción a toda China, nadie podía oponerse al control mental de la espátula. Dominaron gran parte de Asia, aunque esta parte de la historia comenzó a perderse en los libros, los chinos con la creciente amenaza de los mongoles y ahora los sanguinarios y peligrosos japoneses construyeron la ahora conocidísima muralla, enfrentándose en grandes batallas de las formas más experimentales posibles. Hasta que finalmente lo descubrieron, la forma para evitar los efectos de la poderosa Espátula de Titanio era utilizando cascos (o Kabutos) de las armaduras Samurai. Estos enfrentamientos de carácter bélico fueron poco a poco frenados por conocer la debilidad del artefacto, a los japoneses no les quedó otra opción... que retroceder... - Terminó Iván – ¿y qué te pareció, madre?

Iván Kracovicht: la trilogíaWhere stories live. Discover now