Deuda de amor

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Era el año 1997, y en el mundo mágico reinaban tiempos difíciles. Lord Voldemort había alcanzado su segundo auge, más poderoso que nunca y sólo algunos querían admitir que se estaba inmiscuyendo en el Ministerio mediante terceros. Desapariciones, torturas, asesinatos y la opresión eran característicos de aquel régimen tan temido. Los hijos de muggles eran sometidos a juicios por "haber robado su varita mágica a otro mago", siendo considerados muggles. Pero tanto la comunidad mágica como muggle sufrían las consecuencias, y cada vez era más difícil apaciguar el terror.

Helen era una chica procedente de una familia de magos, cursaba el séptimo año en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, en la casa de Ravenclaw.

Era una joven de tez trigueña, con cabello largo y ligeramente ondulado, de complexión delgada y carácter alegre. Siempre estaba rodeada por amigos, excepto, cuando necesitaba estar sola; entonces, iba a hurtadillas al Bosque Prohibido o a la lechucería, ya que le encantaban las criaturas mágicas o no mágicas, y deseaba hacer algo por ellos. Por ende, se convirtió en un miembro activo de la P.E.D.D.O. e, inclusive, entabló una buena relación con Hermione Granger, una amiga de Harry Potter.

Cuando comenzó el curso, Helen se llevó una desilusión al comprobar que sus amigos no habían asistido. "Hermione no vino este año, y es totalmente comprensible". Seguramente estaba exiliada con Harry Potter y Ron Weasley buscando salvarse; porque ella, como todos los nacidos de muggles, era perseguida y no ayudaba que sus amigos fueran "el Elegido", el más grande enemigo del Señor Tenebroso, y que el otro procediera de la familia de magos más traidora a los principios de "pureza".

Ambas visitaron por años la cocina atestada de elfos domésticos que habrían estado encantados de servirlas de no ser porque ellas sólo buscaban convencerlos de que la libertad y un salario digno eran lo mejor que podían recibir, como cualquier ser vivo. No obstante, para ellos el modelo de Dobby era una herejía.

Se escribía continuamente con su madre, Marie, que siempre le respondía con consejos para no sufrir las consecuencias de las acciones del ED y ofrecía ir a retirarla del castillo, pero ella se oponía. Le escribía todas las semanas las novedades que ocurrían usando un lenguaje clave, ya que la correspondencia que entraba y salía de Hogwarts era interceptada para buscar alguna señal de Harry Potter o de algún "sangre sucia". Estuvo al tanto de esto porque "Michael tenía unas heridas terribles. Intentó salvar a un alumno de primero que estaba siendo castigado, ya que al interceptar una carta descubrieron que mencionó a Harry Potter y trató como "trolles" a unos profesores.", como le relató a Marie.

"Este año escolar ha sido especialmente horrible. A los mayores nos obligan a castigar con tortura a los alumnos de primero, y a nosotros mismos nos torturan si mostramos adversidad". Promovían la importancia de la pureza de sangre: que los "sangre sucia" y muggles no eran más que escoria y debían ser eliminados. Fue un año en que los Slytherin se sentían a sus anchas, los únicos que parecían felices en aquel ambiente insoportable.

Pero un grupo de estudiantes no dejó que las cosas fueran fáciles.

"Sé que a ti ni a mi nos parece esta situación, ¿y sabes qué? (no me regañes) ¡Encontré la forma de luchar!". Helen formó parte del Ejército de Dumbledore, quienes por las noches salían a marcar mensajes en los muros que ponían histéricos a los Carrow, dos profesores mortífagos, y a Snape, un traidor que fue años leal a Dumbledore pero en su ausencia demostró su verdadera naturaleza. Los miembros del ED eran los únicos que oponían resistencia a las nuevas normas de Hogwarts, pero a cambio se llevaban unos buenos castigos. "Estoy donde todo va y viene, para protegernos". Se instalaron en la Sala de los Menesteres, donde estaban todo el tiempo a menos que tuvieran clases o salieran por las noches.

One-shots | Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora