Encuentro Con El Pasado (con Donghae)

S I E T E

   MALCOLM y la tía Margaret ocupaban asientos opuestos frente a la chimenea; la tía en su mecedora favorita y Malcolm en el sillón de madera, el que Donghae reclamó para sí la noche de su llegada. Kathy recordó que Donghae imponía mucho sentado en ese sillón, pero Malcolm no lograba ese efecto.

Kathy lo observó y concluyó que Malcolm no era del todo feo, aunque tampoco resultaba interesante; era un hombre común y corriente y, por primera vez, Kathy lamentó que no fuera un digno contrincante de Donghae.

-¡Malcolm, no esperaba... qué sorpresa! -entró a la habitación sin mirar a Donghae -. De haber sabido que vendrías no habría regresado tan tarde.

-Ha sido culpa mía -intercaló Donghae tranquilo y se acercó para detenerse al lado de Kathy-. Insistí en que cenáramos en Bennington y de regreso, bueno, nos entretuvimos... -Kathy sintió que la sangre se le helaba mientras esperaba que él acabara la frase -hablando del trabajo de restauración. Kathy sabe mucho y el tema es fascinante, de modo que me equivoqué de camino. Hemos estado perdido como dos horas en algún punto del Bosque Nacional, sólo Dios sabe dónde. Soy Lee Donghae. -terminó y le ofreció la mano a Malcolm-. Usted debe ser Malcolm.

-Sí -aceptó Malcolm y tuvo que ponerse de pie para saludar a Donghae que era mucho más alto y fornido que él-. Malcolm Drurry. Si ibais por la misma carretera que yo no me extraña que os hayáis perdido. No hay mucha urbanización por esos parajes.

-Casi nada -aceptó Donghae.

Malcolm miró con cariño a Kathy, pero sin notar que ella miraba con furia a Donghae. La tía Margaret percibió la batalla silenciosa entre Donghae y Kathy y decidió intervenir:

- Donghae ha llevado a Kathy a Bennington porque no estaba seguro de que el pequeño coche de ella terminaría el trayecto.

-No me sorprende -dijo Malcolm. Kathy sabía que era una de sus expresiones favoritas-. Llevo más de un año diciéndole que debería comprarse un coche nuevo, pero no la he convencido.

-Desde luego, los coches nuevos son caros -advirtió Donghae pensativo, mientras Kathy se daba fuerzas para tolerar el siguiente ladrillo que él arrojaría-. Puede que se lo comprara si le aumentasen el sueldo.

-Lo dudo -respondió Malcolm de buen humor, sin darse cuenta de que Donghae estaba burlándose de él-. Le pago bien a Kathy y ella es sensata cuando se trata de gastar el dinero, es muy...

-¡Por Dios! -intercaló Kathy furiosa con los dos-. ¿Queréis dejar de hablar de mis finanzas? ¡Es asunto mío!

-Kathy tiene razón -comentó la tía Margaret y se puso de pie-. Todos estamos cansados. El señor Drurry debe estarlo después de un viaje tan largo...

-Temo que le he quitado mucho tiempo -dijo Malcolm a la anciana-. Ha sido usted muy amable en tolerar mi compañía -agregó y se puso de pie.

-De ninguna manera -murmuró la tía Margaret-. Pero supongo que desea hablar a solas con Kathy, de modo que me despido -se detuvo y le dirigió una mirada severa a Donghae.

-Revisaré el fuego en la chimenea para evitarle el trabajo a Kathy -anunció Donghae, dando a entender que no permitiría que Malcolm y Kathy se quedaran solos.

-Te acompañaré al coche -improvisó Kathy. Apoyó su brazo en el de Malcolm y casi tiró de él para salir de la habitación-. Siento mucho no haber estado aquí. De haber sabido que vendrías...

-Sí, bueno... no pensé que fuera necesario llamarte. Cuando me enteré de que no habías regresado a Providence, a tu trabajo en la oficina, decidí venir -fue una especie de recordatorio-. Prometiste que regresarías y como no lo hiciste, supuse que estarías todavía aquí. Pensé que estarías trabajando... ¡No me imaginaba que estarías divirtiéndote!