Nota de la autora:
Saludos! Es la primera vez que hago pública una de mis historias. Les agradecería que luego me cuenten qué opinan. Aclaro que este primer capítulo es corto, a modo de introducción, los demás son más largos - Disfruten.
El jarrón de gusanos.
Jarrón I
Capítulo 1: “La indefensa”
Los padres de Aeryn acaban de ser asesinados. El reinado de los difuntos reyes está en problemas. Ahora la débil e incipiente princesa se ve obligada a convertirse en nuestra reina. Jamás habría tenido capacidad de mando, ni “puño de hierro”, como su padre lo había tenido por tantos años. Existe otro heredero al trono, pero es mucho menos capacitado para llevar adelante todo un reino que la joven princesa.
Con sus largos y rizados cabellos negros, destellantes ojos verdes, piel blanca como las perlas, la princesa se encontraba sentada frente al espejo de su recámara, con su vestido de seda.
-Aeryn…- dijo una sirvienta mientras entraba al cuarto de la princesa.
-¿Desde cuándo soy llamada por mi nombre aquí?...Ven, pasa.- Masculló la princesa.
La sirvienta se dispuso a peinar y a vestir a la princesa mientras ella tenía la mente en otro lado. Asustada, indefensa. Completamente pensativa, dejaba llevar sus pensamientos directamente a sus problemas. Hacia un callejón sin salida.
-Princesa…Aeryn- dijo con timidez la sirvienta- La “Ex consejera Real” la espera en el ala norte del castillo ahora…- Dio unos pasos hacia atrás y se marchó. La princesa acomodó su cabello un momento y se dirigió a donde la llamaron.
-Buenas tardes, hermosa princesa- dijo la “ex consejera”.
-Buenas tardes…-respondió la futura reina- ¿Qué haces aquí, Loraine?
-Sentí que mi tierra me necesitaba. Y no me equivoqué. Mi más sentido pésame, mi Lady.
La princesa no quiso decir más. La ex consejera se acercó a ella por detrás, observándola completamente. –Yo sé que me necesita más ahora que nunca…- dijo la ex consejera en su oído- Sé que usted nunca tuvo el valor suficiente para hacer muchas cosas, por eso estoy aquí. Quiero volver al consejo y ayudarla, ¡A mantenerse firme!.-
La princesa se tragó cada una de sus palabras, y ante ese estado de indecisión y de desprotección, no pudo negarse. Loraine estaría integrando nuevamente parte del Consejo, más rápido de lo que imaginaba. Nadie sabe exactamente por qué Loraine había dejado de pertenecer al consejo, se decía que la muy joven tuvo una feroz discusión con el difunto rey en aquella época y eso fue lo suficiente para echarla de una patada. Pero solo se decía, nadie conocía la verdadera razón. Eran muchos los cotilleos que circulaban sobre la preciosa Loraine; que estaba demente, que era un monstruo, que era una mentirosa, una maníaca. Tal vez era solo envidia. Envidia de su hermoso y joven rostro, con ojos grandes y brillantes, cafés. Ese rostro de facciones armoniosas. Aunque su cabello era todo lo contrario…. Un maremoto de finos hilos dorados y otros blanquecinos. La hacían lucir como un genio loco…
La princesa Aeryn, habiendo perdido a sus padres, no tiene otra opción que casarse para convertirse en la reina de Vermessen. Eso era otra cosa que la dejaba inquieta por las noches. Lo único positivo de toda esta tragedia era que podía casarse con cualquier hombre (siempre y cuando fuera perteneciente a la realeza). Por más que tuviera esa pequeña e ínfima ventaja… ¿Con quién lo haría? ¿Quién la acompañaría en este largo camino?¿Quién le dará sus herederos?...Quién. La joven no hacía otra cosa que sentirse como un pequeño cachorro completamente sólo en el mundo. Sin amo, sin nadie que la guiara. Mientras tanto, la consejera la espiaba, solía reírse de su pobre destino. De lo infeliz que se veía. Pero cuando la consejera pasaba algún rato con ella, mágicamente se hacía ver como la mejor consejera y amiga del mundo. Tan fiel a la vista de muchos…
Una mañana la princesa se levantó nerviosa, habría tenido pesadillas toda la madrugada. No paraba de pensar en lo inútil que se sentía. Bajó las escaleras rápidamente sollozando, con la ropa de cama y el cabello revuelto, buscando la calidez de alguien que la calmase. En ese frío castillo no habría nadie que la protegiera. Falló en su búsqueda y se lanzó al suelo bruscamente, de la misma manera en que comenzó a caer su llanto. La consejera llevaba tiempo espiándola, y cuando la vio caer se acercó a ella para contenerla. La levantó, la arregló e incluso le cocinó (A pesar de que esa no era su tarea…) sin contar que le dio un gran consuelo.
-Me tienes a mí, pequeña.- Exclamaba Loraine, la consejera.
-Realmente no tengo a nadie más…- Aeryn pensaba que realmente se veía miserable.
Desde aquella mañana comenzó a mirar a Loraine de una forma diferente, como si fuese su hermana mayor.
“El asesinato de los reyes Vermessianos no puede permanecer impune” Repetía Loraine frente al Consejo y el Parlamento. Muchos la veían como una dama justiciera. Nadie sabe quién es ella verdaderamente. Poco se ha sabido también de su linaje. Tanto como sus padres como sus abuelos, habían pertenecido al Consejo también, y cada uno de ellos no dejaba conocer nada de su pasado, ni de su presente fuera del castillo. Loraine Mallory no sería una excepción frente a eso.
La Consejera es autorizada por el Parlamento para retirarse y hablar con los forenses sobre la muerte de los reyes.
Era una tarde fría y ella estaba como siempre, con su tapado negro y su tenue sonrisa oscura.
-¿Han encontrado alguna prueba?- Aparece ella sorpresivamente, interrumpiendo la labor de los forenses.
-No, Señorita Mallory. Tan solo hemos comenzado a…-
Loraine suelta una pequña bolsa con monedas de oro sobre el rostro del cuerpo del rey.
-Esto lo tendrán a cambio de silencio.- Advierte fríamente.
-Señorita, no podemos hacer eso…-
-Por favor, acéptenlo- Responde la Consejera con un tono dramático- Necesito que oculten la verdad, ¡la pobre princesa no lo soportaría!.-
-Señorita Mallory, retírese por favor.- El forense se da la vuelta luego de que su compañero dejó salir una extraña sonrisa.
-Doblaré la cantidad de monedas.
-Oh- Exclama el interesado forense- Ahora sí, puede retirarse.
Loraine emprende camino al castillo con una sonrisa triunfante, sabiendo que tiene a quién quiera de su lado.
“Ellos dan la oferta. Yo la demanda”.
Continuará…
Saludos, espero que haya sido de su agrado el comienzo de ésta historia. Déjenme saber en los comentarios.
Nos leemos pronto.
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El jarrón de gusanos
Teen Fiction*ADVERTENCIA* El primer capítulo es muy corto, porque es sólo intro. A partir del segundo los capítulos son cada vez mucho más largos. Gracias por visitar* _Aeryn es una joven perteneciente a la aristocracia. Sus padres fueron asesinados y eso la e...