Jarrón VIII: Al igual que un gusano

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nota: éste capítulo es de muy corta duración, pero hay escenas clave en él, escenas dramáticas y más llanto y reflexiones de nuestra pequeña Aeryn. Disfrútenlo!

Jarrón VIII

AL IGUAL QUE UN GUSANO.

Aeryn’s POV

Simplemente deseo desaparecer, en el aire, en el agua, o en la tierra…

Como un gusano.

Pero antes de comenzar a planear estupideces, bajo la influencia de mi mal juicio, debería hablar con mi hermano, Eustace.

Por momentos quiero recobrar esos lazos de cariño en la infancia con mi amado hermano mellizo. el hecho de estar cada vez más cerca de la corona no tiene por qué separarnos. En el fondo, tal vez muy en fondo, ha de quererme como yo lo hago, y me cuidaría como yo habría de hacer con él. Creo que si él no hubiera pisado el castillo del Conde, en este momento seguiría bajo su merced.

¡Lo primero que debería hacer sería agradecerle!

Me dirijo a su cuarto con una sonrisa en el rostro, deseo abrazarlo y platicar con él. Necesito estar en familia…

Más que nunca, probablemente.

-Eustace…detente…detente…Oh, debo contarte algo.- inquiere una voz femenina del otro lado de la puerta de Eustace. Yo me mantengo situada justo afuera, iba a tocar la puerta, pero me detuve al escuchar aquella voz agitada.

-¿Por qué siempre me interrumpes? Está bien. Dime, amada mía, ¿Qué tienes para decirme?- Respondió él con algo de enojo, pero con un trasfondo de dulzura y amabilidad que no sentí en él hace muchos años. ¿Estará enamorado de una chica? ¿Quién podría ser? ¡no he visto entrar a ninguna dama al castillo! ¿Habrá burlado a la seguridad para ver a mi hermano?

-Estoy embarazada.

¿Qué? Mi corazón se detiene unos segundos. Eustace no está autorizado para darle su primer hijo a la corona Real, aún. Procuro no hacer ningún ruido, no quiero que sepan que me estoy enterando de esto…

-No puede ser, ¡No es cierto!- Responde Eustace subiendo la voz

-¡Lo es! Es tuyo y sólo tuyo.

-¡HA DE SER HIJO DEL MALDITO CONDE!

-¿El conde? ¿Perdiste la cabeza? ¡él nunca me ha tocado siquiera!-

-¿Por qué me estás mintiendo? Yo te amaba. Admítelo de una vez. ME USASTE.

La voz de Eustace comienza a quebrarse totalmente, como jamás le he oído hacerlo. Puedo imaginar cómo comienza a llorar…

-No entiendo de qué hablas, yo te amo también, el niño es tuyo y no se discute más, quiero irme de aquí.

-El Duque me lo dijo todo. Kala, tú me engañaste con él.

Mis ojos se abren completamente, ¡¡han hablado del Duque y de Kala!! ¿Qué está sucediendo aquí? Hay una especie de interna… y ese viejo moribundo, poseedor de tierras, ¡dice amarme pero ha embarazado a la joven Kala! Tengo que irme rápido antes de que salgan por la puerta y me vean. Me muevo rápido por los pasillos pero a lo lejos puedo seguir escuchándolos, aunque sus voces suenas cada vez más tapadas.

-Maldito sea el día en el que te traje de Hungría, para salvarte, para darte hogar, para darte amor. No quiero verte más, jamás.- Dice Eustace firmemente.

Llego al jarín Real. Me ubico en mi quiosco, donde están las sillas y la mesa donde Eustace y yo tomamos el té juntos a veces. Eso solía pasar a menudo antes de que nuestros padres se fueran.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2015 ⏰

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