✡Lluvia de estrellas✡ -Parte 1-

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— ¡Ferb! — gritaba Phineas, avanzando a paso medio, tratando de pensar en dónde podría estar su hermano, se había separado hace ya un rato de su madre y de él, se dirigía al baño, pero debido al no tan corto lapso, gritaba por si se llegaba a dar el caso de que ya hubiese salido del baño — ¿En dónde estará? 

Su madre estaba por terminar las compras y le preocupaba que Ferb se fuera y no volviera en tanto tiempo. Al llegar al baño, buscó con la mirada a su hermano... nada, no estaba ahí; suspiró resignado y salió del lugar, ¿en dónde se habría metido Ferb? Joder, vaya suerte, con lo difícil que es perder de vista a un chico gigantón de cabellera verde...

Estando en el pasillo frente a los baños, logró escuchar unas risas no muy lejos, reconoció el timbre de voz de uno de ellos, ¿cómo no hacerlo? Era la risa que más le gustaba oír después de todo, pero le extrañaba, ¿de qué se reía Ferb?

Avanzó en dirección a aquellas voces, las cuales se oían cada vez más cercanas y claras, una era la de Ferb, la otra parecía la voz de una chica, y ciertamente lo era, una chica de largo cabello castaño muy oscuro, ojos de lo que pareciera marrón, figura esbelta y piel ligeramente bronceada, vestía unos shorts de mezclilla, botines negros con cadenas doradas y una blusa negra con escote en v, que tenía el nombre de una banda de rock escrita en ella.

Phineas se quedó observándola con detenimiento, creía reconocerla de algún lado...

Ferb, por otra parte al sentir la presencia de su hermano se giró a verle y sonrió, Vanessa se hallaba abrazada a uno de los fuertes brazos de Ferb, quien no la apartaba por educación.

— Phineas, mira, ¿recuerdas a Vanessa? Ha vuelto a la ciudad hace poco y me preguntó si puede ir con nosotros a ver la lluvia de estrellas esta noche.

— Oh... — Observó a la chica y de alguna manera, su pecho dolió, ¿por qué tenía que abrazarse de esa forma a Ferb? — C-Claro que puedes venir. — sonrió el pelinaranja... pero que falsa era esa sonrisa.

— Te lo agradezco, Phineas. —sonrió Vanessa, observando a Ferb con un brillo en los ojos que al ojiazul no le gustó nada.

— Entonces te acompañaré a casa por tus cosas, Phineas, ¿vienes o irás primero?. — preguntó Ferb, no parecía en nada incómodo con la castaña, incluso, Phineas podría decir que se miraba extrañamente feliz, nunca...había visto sonreír a Ferb de esa forma, es decir, Ferb se había vuelto algo menos callado y más risueño que de niño, pero seguía teniendo ese misterio y seriedad que lo caracterizaba salvo con él y la familia, a sus amigos rara vez le sonreía. ¿Qué tenía ella de especial?

— Oh...emm... yo, iré con los chicos, hace mucho que no se ven, seguro tienen mucho de qué hablar. — Ahora que lo recordaba, Vanessa...¿no era ese el nombre de la chica que le gustaba a Ferb de niño? Sí, era ella.

— Sí, me encantaría hablar un rato contigo, Ferb.— Dijo emocionada la chica, Ferb sonrió y asintió.

— En ese caso, nos vemos en la colina. — Ferb se acercó hasta su hermano, alejándose por un momento de la castaña, acarició el cabello del más bajo y se alejó siendo seguido por la joven.

— Sí... — murmuró Phineas, se preguntaba...después de tanto tiempo, Ferb, ¿seguiría enamorado de Vanessa?

Bueno, no sería algo extraño, después de todo, Vanessa era una mujer muy atractiva, aún si era mayor que él... la edad no tiene importancia. Además, la excusa de la chica en aquel entonces era que Ferb era pequeño aún, quizá, ahora que él ya es más grande... sumándole que es atractivo, que tiene una hermosa voz, que es muy noble y tierno... sí, se estaba saliendo del tema con esos excesivos pensamientos.

De todas formas... ¿qué era lo que lo angustiaba?, ¿que era ese extraño dolor en su pecho que no le dejaba en paz?, ¿por qué le dolía tanto ver a Ferb con Vanessa?

Él ya antes se había plantado esa idea, de su hermano enamorado, de hecho, recordaba que de niños cada vez que Ferb se separaba de él se molestaba, ¿todo por qué? Oh, es verdad, por culpa de Vanessa Doofenshmirtz, ella siempre se metía en algún problema, ¿y quién iba a su rescate?, Ferb, está claro, y aun así, cuando se trataba de corresponderle, se marchó.

Le dolía, le dolía mucho, es decir, aunque su hermano hubiese dicho lo contrario, sabía que si se trataba de esa chica, Ferb no dudaría en irse con ella y abandonarle... y no, no quería que eso pasara.

Ahora, sin darse cuenta, tenía los puños apretados, al igual que la dentadura, además de todo, ese instinto que le llevaba urgentemente a los brazos de Ferb estaba ahí, pidiendo ser atendido, pero ahora Ferb no estaba, y eso le molestaba aún más.

Ahora, sin darse cuenta, tenía los puños apretados, al igual que la dentadura, además de todo, ese instinto que le llevaba urgentemente a los brazos de Ferb estaba ahí, pidiendo ser atendido, pero ahora Ferb no estaba, y eso le molestaba aún más

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Habían pasado cerca de dos horas y los chicos estaban reunidos ya al pie de la colina, bueno, hacía falta Ferb todavía; no recordaban cuándo fue la última vez en la que habían visto separados a los hermanos, eso era muy extraño. 

Finalmente, Ferb arribó, junto con cierta castaña quien pareciera querer arrebatarle el brazo con lo mucho que se aferraba a este.

Isabella, quien admiraba la escena algo sorprendida, se acercó a Phineas para preguntar acerca de esa extraña que acompañaba al hermano del pelinaranja.

— Es Vanessa... — soltó Phineas con un tono bajo, que se acercaba mucho a sonar triste.

Isabella sabía quién era, todos sabían que hubo un tiempo en el que Ferb estaba perdidamente enamorado de ella, también que, luego de que se fue, estuvo algún tiempo conquistando chica tras chica, jugando con ellas para luego dejarlas con una baja moral; de ese hoyo el único que pudo sacarlo fue su hermano, y luego de eso, Ferb se volvió menos huraño y volvió a sonreír, pero ahora, su sonrisa no era basada en una chica, era por Phineas, pues si este se llegaba a ausentar, Ferb volvía a ser el chico serio y frío de siempre, sin embargo, daba la impresión de que el regreso de la castaña también le agradó, pues sonreía.

Ella no era ninguna tonta, se daba cuenta de que Ferb tenía sentimientos escondidos por Phineas, y ahora, aunque la sonrisa que Ferb portaba fuese fingida, no desaprovecharía la oportunidad de acercarse a su amado pelinaranja, lo sabía, él estaba triste, es más fácil conquistar a alguien cuando se encuentra en depresión, ¿verdad?. Además, Ferb le estaba dejando el paso libre al fingir muy bien su felicidad.

 Además, Ferb le estaba dejando el paso libre al fingir muy bien su felicidad

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Wolfblood064

•°Mi Querido Hermano°• [P&F]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora